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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

domingo, 4 de marzo de 2007

Selección antinatural.

En la década de 1870, médicos franceses iniciaron esfuerzos para salvar a recién nacidos "débiles" con fines patrióticos, dados los temores de despoblación por la enorme pérdida de vidas humanas durante la guerra francoprusiana y tambien por la disminución de nacimientos. Pero las consecuencias biológicas a largo plazo de este peculiar experimento humano no han sido nunca examinadas. El parecido de esta operación con la eugenesia (aplicación de las leyes biológicas de la herencia para el perfeccionamiento de la especie humana) podría denominarse "selección antinatural".

El éxito obtenido para mantener con vida a recién nacidos "débiles" o poco viables ha llevado en años recientes a emplear métodos cada vez más enérgicos para aumentar sin límites la supervivencia de los recién nacidos, con modernos programas de cuidados intensivos. Sin embargo, no se han estudiado las consecuencias de esta forma de selección donde niños poco viables se mantienen ahora con vida en tasas nunca conocidas antes en la historia de nuestra especie.

Las tecnologías de reproducción asistida han aumentado tambien la selección antinatural y se desconocen los efectos globales de estos modos artificiales de procreación sobre los genes de las futuras generaciones. Es posible que haya que esperar a examinar la descendencia de estos niños antes de poder emitir un juicio sobre el impacto biológico.

¿Cuál es el precio de que nuestra especie se desconecte de millones de años de selección natural? Tomado de W.A. Silverman, MD. Pediatrics (ed. esp.) Vol. 51, núm. 6, 2001.

Infecciones respiratorias infantiles y antibióticos.

La aparición de bacterias resistentes ha aumentado la preocupación por el uso de antibióticos. Es importante conocer qué piensan los padres al respecto y cómo reconocen los pediatras que es necesario promover un empleo juicioso de los antibióticos.

La inmensa mayoría de los padres saben perfectamente que hay infecciones provocadas por virus que no se tratan con antibióticos y que los médicos deben prescindir de los tratamientos antibióticos en tales enfermedades. En cualquier caso, es imprescindible una buena comunicación entre los padres y el pediatra, pues la cuestión no es tan fácil. A primera vista, surgen dos inconvenientes: por un lado, clínicamente es muy difícil diferenciar las infecciones virales (las más frecuentes) de las bacterianas (menos probables); y por otro lado, puede ocurrir que un bebé padezca una infección bacteriana y los padres se muestren reacios a que se le prescriban más antibióticos, alegando tratamientos recientes con antibióticos en supuestas infecciones de causa viral.

Las razones en contra del uso de antibióticos son:
1. Carecen de eficacia clínica en infecciones virales y las bacterianas secundarias suelen abortar. 2. El uso excesivo de antibióticos fomenta la resistencia bacteriana. 3. Pueden producirse efectos secundarios. 4. Es preciso evitar los costes innecesarios de los antibióticos.

Las razones a favor del uso de antibióticos son:
1. No hay certeza diagnóstica entre infección viral o bacteriana. 2. Presiones socio-culturales. 3. Satisfacer las espectativas de los padres. 4. Preocupaciones por algunas enfermedades bacterianas secundarias, precedidas por una enfermedad viral, que presentan un curso rápido o grave y por los pacientes que no puedan mejorar si la enfermedad empeora o persiste.

¿Qué es lo que podemos hacer?
Todo médico reconoce que es preciso personalizar e individualizar cada tratamiento y, además de los conocimientos, de la experiencia y del sentido común de cada médico, se requiere una investigación basada en pruebas llevada a cabo por médicos de atención primaria. Los criterios clínicos deben ser tratar de diagnosticar con la mayor precisión posible y diferenciar a los pacientes que más probablemente presentan una infección respiratoria de causa bacteriana. Los exámenes de laboratorio, si son necesarios, deben ser sencillos, seguros, realizados rápidamente e interpretados con facilidad. Tomado de M.E. Pichichero, MD. Pediatrics (ed. esp.) Vol. 48, núm. 6, 1999.