...

"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

domingo, 20 de diciembre de 2009

DDR y Wii Sports: entre el juego y el deporte.

La proporción de niños con sobrepeso sigue aumentando y se asocia con un mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes de tipo 2 en la edad adulta. La obesidad suele estar relacionada con menor actividad física y con el tiempo dedicado a ver la televisión o a trabajar con el ordenador. Por desgracia, los niños con sobrepeso tienen menos propensión a participar en los programas tradicionales de ejercicio o deporte que sus compañeros de peso saludable.

Recientemente se ha popularizado una nueva generación de videojuegos que obligan a la actividad física interactiva al integrar el juego con el ejercicio. El juego de simulación del baile, Dance Dance Revolution (DDR), aumenta el gasto de energía en niños de 10 años a un valor similar a caminar con una intensidad leve a moderada (2,4 km/h). Lo que es más importante, el gasto energético con DDR fue un 172% mayor que ver la televisión o jugar a los videojuegos tradicionales mientras se permanece sentado. El más moderno de los videojuegos comerciales activos, Wii Sports, ofrece juegos deportivos simulados mediante el empleo de sensores de movimiento del mando. Se ha demostrado, por ejemplo, que los adolescentes gastan aproximadamente un 50% más de energía al jugar con Wii la simulación deportiva del tenis que jugando con videojuegos clásicos.

Los juegos DDR y Wii se basan principalmente en la actividad de las piernas y los brazos y otro aspecto importante de ambos es el factor diversión, que puede llegar a motivar más que los modos de ejercicio físico tradicionales.

Aunque se han publicado lesiones al utilizar estos nuevos sistemas de juego, son similares a las lesiones accidentales o por abuso de cualquier otra forma de actividad física.

Sin duda, seguirán realizándose más investigaciones acerca del impacto sobre la composición corporal y el control cardiometabólico al incorporar los videojuegos activos a un programa de ejercicio para niños obesos o con sobrepeso, pero estos juegos físicamente activos parecen ser un medio seguro, divertido y útil a la hora de fomentar el gasto de energía en los niños que pasan mucho tiempo entretenidos con los juegos electrónicos. Adaptado de Diana L. Graf, BS, Kevin R. Short, PhD y cols. Pediatrics. 2009;68(2):70-6.

lunes, 7 de diciembre de 2009

"Papá: ¿qué diferencia hay entre aptitud y actitud?

- Hijo, has visto la película "El circo de la mariposa" ... ?


1ª Parte:
www.youtube.com/watch?v=9582NStUdqU

2ª Parte:
www.youtube.com/watch?v=BUBPX28_mAE

sábado, 28 de noviembre de 2009

Novedoso tratamiento del dolor de oídos.

La infección del oído medio (OMA) es muy frecuente en los niños pequeños y, por tanto, uno de los principales motivos para visitar al pediatra o acudir a urgencias. Más del 83% de los niños han tenido, como mínimo, un episodio de OMA antes de los 3 años de edad.

El tratamiento con antibióticos sigue siendo un asunto muy debatido; entre otras razones, porque los beneficios son mínimos cuando se usan precozmente y, además, no reducen el dolor hasta pasadas 24 horas.

En un reciente estudio (Arch Dis Child 2008 Jan; 93: 40-4) se muestran los efectos beneficiosos de un anestésico local (Lignocaína tópica) para la reducción del dolor intenso que puede provocar una OMA.

Por otro lado, la obstrucción por mucosidad de la trompa de Eustaquio (TE) - conducto que une la nasofaringe con el oído medio - puede ser, en sí misma, una causa importante de dolor agudo de oído, aparte de un factor predisponente para desencadenar una OMA.

A este respecto, con el propósito de aportar novedades tecnológicas útiles en pediatría, ha aparecido recientemente una nueva estrategia para aliviar el dolor agudo del oído, que se basa en desobstruir la trompa de Eustaquio por medio de vibraciones subsónicas. El instrumento, que se ha comercializado con el nombre de Eardoc, genera y transmite unas ondas vibratorias, entre 1,300 y 2,500 Hz, desde el hueso temporal hacia la TE que facilita el drenaje de sus secreciones mucosas y, por tanto, en el 75% de los pacientes, el dolor disminuye en unos 5 minutos.

El niño ha de estar en posición erguida y no de lado o echado en la cama. Se recomienda hacer unas 5-6 sesiones diarias, de 2-5 minutos cada una. Tras conectar el aparato, la parte que tiene forma de media luna se coloca detrás de la oreja y con el interruptor se regula la máxima frecuencia que resulte confortable.

Asímismo, este instrumento permite prevenir el dolor o las molestias en los oídos durante los viajes en avión. Se realiza una sesión de 2-5 minutos durante el despegue y otra igual durante el aterrizaje. Siempre se ha de empezar con una frecuencia baja y se va aumentando hasta un nivel no molesto.

Lógicamente, cuando se utiliza por primera vez en niños, es aconsejable que jueguen con él para ver cómo funciona y no extrañen las vibraciones. Los menores de seis años deben usarlo con la supervisión de los padres. No está recomendado su uso en menores de 2 años. Funciona con pilas AA y su coste es de unos 35 euros (Marzo 2009).

Para mayor información se puede ver un vídeo ilustrativo en:
http://www.eardoc.info

Adaptado de Dr. S. García Tornel. Pediatría Integral 2009. Vol. XIII; núm. 4: 420.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Del "beso del sueño" al Drink Detective.

A finales de los 80 se hizo famoso el "beso del sueño". Era una estrategia utilizada por algunas prostitutas para dormir al cliente con sustancias narcóticas y así aprovechar para robarle. Hasta hace poco tiempo, otros relatos tambien formaban parte de la leyenda urbana del siglo pasado. Por ejemplo, un desconocido aprovecha el despiste de una chica en la barra de una discoteca o en una fiesta para poner en su bebida unas gotas de un líquido sin olor, sin color y sin sabor. Al rato, la joven despierta de un sueño, sin recordar nada y con huellas de haber sido víctima de abuso.

Desde 2002, se están detectando agresiones en nuestro país en las que se utilizan, como armas incapacitantes, drogas sedantes, hipnóticas o anestésicas. En 2004 empezaron a surgir casos, más frecuentes en chicas entre 18 y 25 años, con trastornos raros: no recordaban nada, no eran consumidoras de drogas y después de tomar algo en un bar o en una fiesta aparecían en un sitio desconocido con lesiones por haber sido abusadas. Este tipo de delito ha sido subestimado según publicaciones especializadas (Journal of Clinical Forensic Medicine 2006;13:181-185). Por otra parte, la escasez de denuncias se debe muchas veces a la amnesia sufrida y a la ausencia de análisis de sustancias estupefacientes. Según los expertos de nuestro país, el 20% de las violaciones que se producen en España podrían haber sido facilitadas por la utilización de fármacos y drogas.

En la literatura científica y entre los Cuerpos de Seguridad del Estado se las conoce como rape drugs (drogas de la violación). Son sustancias con un poder de sedación muy potente que incapacita a la víctima para defenderse, borran de su memoria lo sucedido e impiden así el esclarecimiento de lo sucedido. A la lista de los sedantes e hipnóticos se suman ahora alucinógenos milenarios (como la escopolamina -más conocida en Colombia y Ecuador como burundanga-, que se extrae de una flor), drogas de síntesis química (como la gammahidroxibutirato -GHB-, mal llamado éxtasis líquido) y la ketamina (un anestésico veterinario).

Casi todas las drogas citadas provocan somnolencia, dificultad para comunicarse, alucinaciones, vómitos y amnesia. Además, estos efectos son más intensos y la sensación de conmoción y extrañeza aún mayor si se ha consumido alcohol. Para los médicos forenses, la realización de pruebas toxicológicas en las primeras 24 horas son clave para poder aclarar este tipo de agresiones. Las drogas referidas se eliminan por la orina, el sudor o los terminales capilares. Con todo, el alcohol es la sustancia legal que más aparece en tales situaciones.

Recientemente se ha comercializado el llamado Drink Detective. Se trata de un test para determinar si una bebida contiene dosis mínimas de algunas de estas sustancias: benzodiacepinas, GHB y ketamina. Es decir, consta de tres test en uno: el test K (detecta ketamina y derivados), el test B (detecta benzodiacepinas y derivados) y el test G (detecta GHB y derivados). Se comercializa en un sobre que contiene una pipeta de plástico y una cartulina con tres líneas de reactivos. Test K: se coloca una gota de la bebida en un papel de filtro cuadrado de color amarillo y si vira a rojo/naranja con o sin círculo blanco es positivo a ketamina. Test B: se recomienda esperar 5 segundos entre las cuatro gotas de bebida que se depositan en el extremo de una tira y, si aparecen dos señales verticales, es positivo a benzodiacepinas. Test G: como en el test K, se coloca una gota de la bebida en un papel de filtro de color marrón y, si aparece una mancha rodeada de un círculo azul, es positivo a GHB ("éxtasis líquido").

Desde luego, este test tiene sus limitaciones, como falsos positivos si hay: zumo de tomate o naranja (falso positivo a la ketamina), soda (falso positivo a GHB) o algún alimento en la bebida. Por otro lado, la realización de una prueba química, aunque sea sencilla, no deja de ser engorrosa para una adolescente. Otro inconveniente puede ser que, por ahora, las instrucciones sólo están en inglés.

Si desea ver un vídeo demostrativo, en inglés pero fácilmente comprensible, entre en la siguiente dirección:
www.drinkdetective.com/science/drink_detective.mpg

Puede adquirirse, a través de internet en Doctor Test:
www.doctortest.com/comprar-drink-detective-p-126.htlm

Adaptado de Dr. S. García Tornel. Pediatría Integral 2009. Vol. XIII; núm. 7: 671-672.

domingo, 25 de octubre de 2009

Enfermedades y marketing.

Hace dos mil años, Aurelio Celso ya decía que era menester no ignorar que los medicamentos no siempre resultan útiles a los enfermos y que habitualmente perjudican a las personas sanas.

Hoy, tratar de convencer a gente sana de que está enferma - o de que está en alto riesgo de enfermar - y a gente levemente enferma de que está muy enferma es un gran negocio.

En la época actual, y en los países ricos, donde la esperanza de vida se ha prolongado espectacularmente, muchas enfermedades infecciosas han sido eliminadas gracias a las vacunas, las anomalías genéticas son detectadas antes de nacer, se pueden trasplantar órganos, aliviar el dolor, reconstruir el cuerpo y muchas cosas más, inimaginables no hace mucho tiempo. Por tanto, la sociedad depende cada vez más del sistema sanitario, ha modificado sus creencias y en consecuencia tambien sus formas de considerar la enfermedad y de enfrentarse a los avatares normales de la vida. La salud no ha escapado a estos cambios, siendo en parte un bien de consumo más, y, por tanto, sometida a criterios sociales y modas, a fuerzas económicas y políticas.

Asímismo, hay un afán desmesurado que lleva casi al extremo el lema "es mejor prevenir que curar", desencadenando una cascada de actividades preventivas que no siempre tienen evidencia de ser efectivas. Todo ello genera angustia en la población ante la sensación de ser cada vez más vulnerable a la enfermedad.

Por otro lado, el acceso tan generalizado a Internet facilita mucha más información que antes; información que no siempre es neutra, veraz y de calidad; sino que está manipulada por grupos de presión, generando más bien desinformación o más confusión aún.

Las compañías farmacéuticas no son los únicos protagonistas en este "teatro". En el marketing de enfermedades intervienen tambien otros actores que multiplican los efectos: grupos de médicos y líderes de opinión en busca de prestigio o influencia social, medios de comunicación compitiendo para acaparar mayor audiencia y partidos políticos que "venden" en sus programas mejores medidas de protección de la salud a los ciudadanos.

Los pacientes y las asociaciones de consumidores deben conocer la existencia de este fenómeno para no dejarse manipular, deben entender los límites entre la normalidad y la enfermedad, y cuestionarse críticamente si son enfermos o víctimas.

Finalmente, que cada colectivo ponga su grano de arena. Los médicos, por un lado, deberíamos añadir, si cabe, una dosis más de prudencia y honestidad ante cualquier innovación. Los gestores sanitarios deberían contemplar la formación y capacitación de sus profesionales con la misma importancia que la asistencia a los enfermos. Los políticos deben hacer una valoración ética, y no sólo económica, de los ofrecimientos de la industria. Y todos, como pacientes que antes o después seremos, debemos buscar la solución de los motivos de la infelicidad, de las imperfecciones de la mente y del cuerpo y de los momentos de angustia, no sólo ni fundamentalmente en la medicina. Por ejemplo, desde el punto de vista pediátrico, sería muy importante investigar las causas psicosociales de la auténtica hiperactividad en la infancia y al mismo tiempo tolerar los cambios propios de cada etapa de la vida. Y, desde luego, buscar otra definición de salud que no nos enfrente a la frustración de no encontrar la píldora de la eterna juventud o ese imposible estado utópico de bienestar físico, psíquico y social que según la OMS, es la salud. Adaptado de ME. Morell Sixto, C. Martínez González y JL. Quintana Gómez. Rev. Pediatr Aten Primaria. 2009;11:491-512.

jueves, 15 de octubre de 2009

Ocho alimentos y alergia infantil.

El 90% de las alergias alimentarias de los bebés y niños pequeños se asocia exclusivamente a 8 alimentos: leche de vaca, huevo, cacahuetes, nueces, trigo, soja, pescado y marisco.

La mayoría de las alergias alimentarias infantiles remite con el crecimiento. No sucede así con la alergia a los frutos secos, al trigo y al marisco que puede perdurar hasta la vida adulta.

Los síntomas pueden ser tan variables que oscilan entre una urticaria moderada y el shock anafiláctico, incluso con una ingestión mínima. Además, desde el punto de vista analítico, las cifras de Inmunoglobulinas E específicas no muestran ningún valor significativo que facilite el diagnóstico.

Recuérdese, la alergia al marisco, que se acompaña a menudo de alergia a los ácaros, es una causa importante de alergia grave en niños. Adaptado de Kandyl RM y cols. Pediatr Allergy Inmunol. 2009 Aug ; 20(5): 408-14.
www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19674349?

sábado, 3 de octubre de 2009

Sobrepeso en la infancia y prevención de la obesidad: sobre qué factores de riesgo es posible actuar?

La prevención de la obesidad es una de las mayores preocupaciones de salud pública para los escolares de hoy. Se han realizado varios estudios sobre la diana ideal de intervención acerca de este asunto.

En una revisión sistemática de todos los artículos publicados entre 1986 y 2007 el consumo de bebidas azucaradas aparece como el factor más importante de aumento de peso y de obesidad. En principio, los demás alimentos o hábitos alimentarios incrementan menos el riesgo de obesidad o de sobrepeso.

La influencia favorable de la actividad física en la prevención de la obesidad se revela, lógicamente, como una evidencia muy sólida. Sin embargo, los habitos sedentarios no siempre se asocian a un aumento de la frecuencia de obesidad.

Los autores insisten en la importancia de los descubrimientos recientes, como por ejemplo la escasez de horas de sueño en niños y adolescentes, que está claramente ligada al desarollo de obesidad. Adaptado de Must A y cols. Int J Obes (Lond.) 2009 Jul; (33) 7: 705-15.
www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19399020?

domingo, 20 de septiembre de 2009

Hábitos infantiles para toda la vida.

¿Hay realmente hábitos que se crean en la primera infancia y que dejan huella para toda la vida?

En la actualidad no sólo podemos saber la respuesta sino que puede afirmarse con certeza.

Los educadores, desde mucho tiempo atrás y con todo el sentido común, vienen insistiendo en que si los padres no dedican unos minutos diarios a leer cuentos a sus hijos pequeños difícilmente podrán adquirir éstos el hábito de la lectura en los años venideros.

Y así, la lista de hábitos sería interminable. Uno más, en este caso, no saludable:

Gracias al estudio del Child, Parent and Health: Lifestyle and Genetic Constitution (Niño, Padres y Salud: Estilo de vida y Constitución Genética) podemos comprobar que existen dos tipos de comportamiento, uno "sedentario y que pica entre comidas" y el otro, que se caracteriza por todo lo contrario, "no sedentario y que consume fibras, legumbres y frutas".

El abuso de la televisión y utilizar mucho tiempo el ordenador pueden ser ejemplos poco saludables para los hijos pequeños que viven en ese ambiente. Es decir, el comportamiento sedentario de los padres, fundamentalmente de la madre, puede influir de manera decisiva en el de sus hijos, desde edades muy tempranas.

En conclusión, al igual que otros muchos hábitos más, saludables o no, los que predisponen a la obesidad pueden ser adquiridos a partir de los dos años de edad y se asocian muy claramente a las características maternas. Adaptado de Gubbels, J.S. et al. J. Pediatr. 2009 Aug; 155(2): 194-8.
www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19394036?

lunes, 14 de septiembre de 2009

Decálogo sobre el buen uso del menor en Internet. Vigile la navegación de los niños.

Evidentemente la utilización de Internet por parte de los niños conlleva un alto riesgo relacionado con el hecho de que el menor decida acceder a páginas cuyo contenido no debiera estar a su alcance. Lamentablemente, tan sólo algunas páginas con imágenes, vídeos o textos para adultos presentan un registro previo para comprobar la edad del visitante y, no obstante, en la mayoría de los casos se puede falsear con facilidad.

Por este motivo, se hace imprescindible controlar las sesiones de navegación de los más pequeños y revisar qué categoría de la dirección se va a visitar para, dependiendo de cada caso, permitir o no su visualización posterior. Del mismo modo, este tipo de control por parte de los padres o tutores tambien genera automáticamente un listado de los sitios visitados, para poder averiguar de manera sencilla qué uso han hecho los niños de la navegación online. Uno de los entornos de seguridad que ofrece este tipo de herramienta avanzada es la versión 2010 de Panda Internet Security.

Por otra parte, el portal pedagógico especializado www.chaval.es con el apoyo de la entidad estatal www.red.es ha publicado un decálogo sobre el buen uso del menor en Internet. Estas son sus directrices:

1. - Control del tiempo total de navegación del menor, con una ubicación para el ordenador utilizado de manera que quede siempre a la vista de los tutores.

2. - Comunicación compartida de la experiencia web, animando al niño a informar sobre todo aquello que le resulte extraño o molesto.

3. - Respeto por el resto de usuarios, manteniendo un buen comportamiento cívico sin ampararse en la comunicación a distancia.

4. - Confidencialidad y protección de la identidad, para no proporcionar en ningún caso datos personales tales como la edad, la dirección o el número de teléfono a través de Internet.

5. - Alerta sobre falsas identidades, para que los niños no quieran conocer en persona a usuarios que puedan no ser quienes aparentan en Internet.

6. - Prohibición de las descargas ilegales, con el fín de incentivar el respeto a la propiedad intelectual.

7. - Compaginar la visita a Internet con otras opciones de ocio, igualmente importantes y satisfactorias para el desarrollo infantil y juvenil.

8. - Supervisión de las direcciones visitadas, por medio del historial de navegación o con la ayuda de programas especializados.

9. - Instalar un control fiable por parte de los padres y tutores, que pueda restringir una parte de las páginas disponibles en Internet y, además, proporcionar el necesario nivel de seguridad.

10. - Avisar ante cualquier indicio de actividad ilegal a organismos policiales especializados, como el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil (www.gdt.guardiacivil.es ).

sábado, 29 de agosto de 2009

Fracaso escolar. Sí queda algo más que decir.

Dentro de unos días, coincidiendo con el inicio de un nuevo curso escolar, los medios de comunicación volverán a hablarnos del fracaso escolar. Puede que alguno de nosotros lo sufra -ojalá no-, como suele decirse, en sus propias carnes. Y es que el fenómeno no es, desde luego, una simple anécdota. España tiene el dudoso honor de ser el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de fracaso escolar, después de Portugal. En España, el 32% de los alumnos de enseñanza media repite curso, el 48% no supera el bachillerato y el abandono de los estudios universitarios ronda el 50%. Estas cifras, como puede comprobarse, son muy llamativas.

El propio término "fracaso escolar" es digno de reflexión. La palabra "fracaso", llena de connotaciones negativas, parece muy alejada de lo que se supone que ha de ser la infancia. Por contra, la palabra "niño" está llena de resonancias positivas. Un niño es un proyecto, una ilusión en marcha, y lo peor que le puede ocurrir a todo proyecto es que se trunque, esto es, que fracase.
Por eso, la palabra "fracaso", tan adulta y tan triste, nos choca enormemente cuando se aplica al mundo infantil.

Las causas que pueden motivar el fracaso infantil son muy variadas, e incluyen diversos factores, tanto orgánicos, como intelectuales, emocionales, incluso nutricionales. Entre los primeros cabría destacar, además de otras alteraciones específicas del aprendizaje, el trastorno por déficit de atención -con o sin hiperactividad- y los trastornos del espectro autista. Entre los segundos, no olvidemos a los niños superdotados. Dentro de los emocionales, tienen mayor relevancia la depresión, la ansiedad y la baja autoestima. Y no pasemos por alto otra causa: muchos niños acuden al colegio, aún casi dormidos, sin desayunar, hecho que no beneficia en absoluto su rendimiento académico. En este sentido, el Ministerio de Sanidad y Consumo está haciendo una campaña para potenciar el hábito de desayunar de forma saludable.

Pero aún quedan más factores que tambien preocupan a los educadores, padres y pediatras. Posiblemente, los más significativos sean socio-culturales. Por ejemplo, estudiar implica esfuerzo, aunque después pueda llegar a ser interesante e, incluso, divertido. Pero, para ello, el niño debe empezar por motivarse, pararse, sentarse y ... detenerse a estudiar. Sin embargo, la mayoría de los niños de nuestro tiempo se ha educado en las "virtudes de la velocidad". Muchos padres lo hacemos casi todo deprisa: llevamos a nuestros hijos al colegio forzando el paso, incluso a las actividades extraescolares -música, deporte, informática, etc.-, y a la compra sin perder ni un minuto, ... Después jugamos con ellos "a toda pastilla" (unos instantes, claro, pues enseguida han de cenar y acostarse temprano). Y quién no ha pensado en voz alta alguna vez en hacer una rápida fortuna para poder permitirse el lujo de quitarse de encima hipotecas y préstamos, "a la voz de ya"? Además, casi todos los modelos de referencia de nuestros hijos, que son los que a diario ven en televisión, se han convertido en ídolos de masas ... y no precisamente estudiando.

Aún así, queremos que nuestros hijos estudien, que se esfuercen, que razonen, que memoricen, ... "que calienten sus codos". Pero no nos damos cuenta del mensaje que, a través de los medios de comunicación, les estamos dando. Puede que sean más vulnerables que nosotros, y que lloren o se encaprichen de vez en cuando. Pero tienen ojos y oídos, picaresca suficiente, toda la intuición del mundo y más.

De todas maneras, no se trata de dramatizar ni de dar una visión catastrofista del futuro de nuestros niños, en su mayoría, sanos, activos, estupendos y estudiosos. Pero pueden ser víctimas, por un lado, de nuestra permisividad y, por otro, de nuestra eterna falta de tiempo para atenderlos cuando más nos necesitan. Mientras tanto van creciendo en un mundo que idolatra el tiempo de ocio y que espera con impaciencia la evasión física y mental que, durante los días de vacaciones, aparque la rutina.
Y encima nos extraña que no estudien! Adaptado de I. Carabaño Aguado, Pediatra y M.C. Aguado González, Profesora I.E.S. Rev. Pediatría Atención Primaria, 2007. 9: 201-203.

domingo, 16 de agosto de 2009

Consumo de agua de pozos particulares y riesgos para los niños.

Los pozos excavados y los perforados a percusión suelen ser la fuente de agua en las casas de campo o en los campamentos de verano.

La composición química del agua de pozo varía con la región, formación geológica y contaminación medioambiental, y puede ser beneficiosa, perjudicial o simplemente indeseable. Por ejemplo, cierta cantidad de flúor es deseable, mientras que el hierro es indeseable. Muchas otras sustancias químicas, algunas de las cuales son potencialmente tóxicas, pueden contaminarla y se atribuye su presencia a la composición del terreno y a los vertidos de la explotaciones agrícolas o industriales. Las más frecuentes son las sustancias orgánicas, los plaguicidas y los fertilizantes. La presencia de nitratos es particularmente problemática para los lactantes. El calcio y el carbonato magnésico aumentan la dureza del agua, aunque el agua dura no es tóxica.

Los microorganismos, incluidos bacterias, virus, hongos y parásitos, pueden contaminar el agua subterránea que abastece los pozos y su principal origen es la materia fecal de aguas residuales, procedente de seres humanos y animales. La forma más habitual de detectar contaminación por heces es el análisis del agua del pozo en busca de "bacilos coliformes". Es importante tener en cuenta que la ausencia de estos coliformes es una buena evidencia pero no absoluta de la ausencia de contaminación fecal.

Cuando los resultados del análisis confirman la contaminación bacteriana, el pozo debe ser tratado. La primera medida es examinar el pozo para garantizar que no tiene defectos estructurales que puedan favorecer la contaminación y a continuación debe efectuarse una "cloración de choque", utilizando concentraciones de cloro de 100 a 400 veces la cantidad presente en los suministros de agua municipales. Las demás medidas de tratamiento requieren los servicios de un profesional experto en potabilización del agua doméstica (para conocer la lista actual de contaminantes del agua de bebida, véase: www.epa.gov/safewater/mcl.html).

Por supuesto, hervir, durante al menos durante 1-3 minutos, el agua de pozo no examinada y los sistemas de filtración en el grifo puede reducir el riesgo de adquisición de microorganismos.

Las autoridades deben proporcionar acceso a la información sobre las condiciones del agua subterránea local y, para aquellas viviendas cuyo suministro de agua de bebida es un pozo particular, exigir un exámen para coliformes, nitratos y cualquier contaminante de preocupación a nivel local cuando sean vendidas. Los resultados deben, asímismo, estar disponibles para el comprador antes de cerrar la operación.

Los pediatras deben preguntar si la familia bebe agua de un pozo particular en su finca, cuando está de vacaciones, cuando viaja, en los colegios, guarderías o campamentos de verano. Esto es particularmente importante para las familias con niños muy pequeños.

Por último, y sirva de ejemplo, en lo que respecta a exámenes ocasionales, los pediatras, ante una concentración sanguínea elevada en plomo en un niño que vive en una vivienda con pozo privado, debe requerir un análisis en busca de plomo en el agua del pozo. Incluso, en algún momento de la valoración de una enfermedad insólita o desconocida debe considerarse la posibilidad de contaminación del agua del pozo. Adaptado de Michael T. Brady, MD. y cols. Comités de Enfermedades infecciosas y de Salud Ambiental. Pediatrics (Ed esp). 2009;67(6):363-9.

miércoles, 29 de julio de 2009

Celiaquía: cumplimiento de la dieta sin gluten.

En este estudio, O. Jadresin y sus colaboradores del Hospital Universitario Infantil de Zagreb (Croacia) insisten en que una dieta exenta de gluten (DEG) es clave para el desarrollo normal de los niños celíacos y para evitar complicaciones, como trastornos inmunitarios, osteopenia y linfoma de intestino delgado. Por ello, los autores estudian la actitud de los niños celíacos y la de sus padres respecto a la DEG, el efecto de la dieta sobre su desarrollo físico, la aparición de síntomas y la presencia de complicaciones.


En el trabajo se incluyen 71 niños diagnosticados de celiaquía, cuya edad media es de 12 años; se les realiza un seguimiento durante 9 años analizando peso, altura, presencia de anemia y anticuerpos antiendomisio. Asímismo, los pacientes responden a una encuesta sobre los síntomas más frecuentes de celiaquía (dolor abdominal, diarrea, anorexia, etc.), el cumplimiento de la DEG, su actitud hacia la dieta y la frecuencia de visitas al médico.


Según las encuestas realizadas, dividen a los niños en 3 grupos comparables: 42 pacientes que siguen una DEG estricta (grupo A), 19 pacientes que ingieren pequeñas cantidades de gluten (grupo B) y 10 pacientes que no siguen dieta alguna (grupo C).


Los resultados obtenidos son similares a los ya conocidos: se estima que entre un 30 y un 50% de los celíacos no siguen la DEG de forma estricta. La actitud hacia la DEG es muy variable ya que para los niños cumplidores, la dieta no supone un problema, mientras que los no cumplidores consideran que la DEG empeora su calidad de vida. Por ello, los investigadores indican que es necesario un mayor acceso de estos niños a menús sin gluten en escuelas y restaurantes, mayor información sobre la celiaquía y un seguimiento especial de los pacientes con dificultades para cumplir la dieta sin gluten.


Por otro lado, los niños celíacos con DEG estricta presentan un mayor índice de masa corporal, hecho que podría explicarse por una adaptación de la mucosa intestinal sana que permitiría un crecimiento correcto, por la presencia de períodos libres de enfermedad durante las épocas críticas del crecimiento o, incluso, por una mayor frecuencia de sobrepeso en los niños con dieta sin gluten al ingerir más proteinas y grasas.


Se ha demostrado que la anemia ferropénica es frecuente en pacientes celíacos que no siguen una DEG debido a malabsorción de hierro o bien a pérdidas ocultas de sangre en heces.


Los anticuerpos antiendomisio tienen una alta sensibilidad y especificidad para diagnosticar una celiaquía activa; sin embargo, su papel para el seguimiento y evolución parece ser limitado ya que son negativos en hasta dos tercios de pacientes que ingieren pequeñas cantidades de gluten.


Es importante destacar tambien que la mayoría de los niños de este estudio, ingieran o no gluten, refieren pocos síntomas y que, probablemente por el corto período de seguimiento, se han encontrado pocos trastornos asociados a la celiaquía, tales como talla baja.

Como conclusión, casi la mitad de los niños celíacos no siguen una dieta exenta de gluten (DEG) de forma estricta, aunque presenten pocos síntomas. Por tanto, es necesaria una actitud activa en el seguimiento de estos pacientes pues tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones en el futuro. Tomado de Jadresin O, Misak Z, Kolacek S y cols. Compliance with gluten-free diet in children with coeliac disease. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2008; 47: 344-348.

miércoles, 15 de julio de 2009

MP3 y sordera en adolescentes. Prevención.

Con la masiva popularización de los reproductores portátiles MP3 ha aumentado espectacularmente la exposición a sonidos a gran volumen. Estudios recientes informan de un creciente número de adolescentes y adultos jóvenes con alteraciones de la audición tales como distorsión, acúfenos y sordera. Se estima que hasta un 15% de los universitarios tiene un grado de sordera igual o superior a sus padres, que se cree causado principalmente por oír música a gran volumen.

Evidentemente los principales implicados en la prevención de la sordera son los adolescentes, pero los expertos no creen que la mayoría de los jóvenes vayan, por ahora, a limitar el volumen, la duración o la frecuencia de exposición a la música a gran volumen. Además, esto concuerda con la opinión de los propios adolescentes.

Ante todo, para que la educación sanitaria pueda resultar útil, hay que hacerles saber, con los mejores recursos disponibles, los riesgos de sordera por la utilización inadecuada de MP3.

Sin duda, los fabricantes de reproductores MP3 tambien deben calificarse como responsables de la prevención de la sordera en adolescentes y, asímismo, las autoridades podrían recomendarles la elaboración de productos más seguros. Todos los reproductores deberían estar dotados de un limitador de ruido. Por tanto, es posible que valga la pena una legislación al respecto.

Por último, tambien se considera relevante que los padres garanticen el empleo de auriculares seguros, en la medida de lo posible. Sin embargo, los expertos de nuestro de estudio creen que los padres (como sus hijos) desconocen realmente los riesgos de la música a gran volumen. Es evidente que ellos tambien deben ser rigurosamente informados en el futuro. Adaptado de Ineke Vogel, MSc y cols. Pediatrics (Ed esp). 2009;67(5):269-74.

lunes, 22 de junio de 2009

Peso de chicas adolescentes: internet, sueño y alcohol.

En este estudio se ha valorado la influencia del uso de internet, la falta de sueño y el consumo de alcohol en el aumento de peso de chicas adolescentes.

Está ampliamente demostrado que durante las últimas décadas es más frecuente que las chicas adolescentes tengan sobrepeso. La rapidez del aumento de esta frecuencia sugiere la relación con factores ambientales.

En el presente trabajo se incluyen 5502 adolescentes que en el año 2001 contaban entre 14 y 21 años de edad y que habían respondido durante el último año a las preguntas dirigidas a conocer el tiempo que habían invertido en internet, en dormir y en el consumo de bebidas alcohólicas (se han excluido las adolescentes embarazadas y las fumadoras, quedando una muestra final de 4427).

La investigación revela los siguientes resultados: las adolescentes que usaron más tiempo internet (más de 16 horas semanales), las que durmieron menos (menos de 5 horas por noche) y las que consumieron más alcohol (más de dos bebidas alcohólicas por semana) ganaron significativamente más peso. Todo ello puede representar, por ejemplo, para una adolescente de 19 años, de peso y talla media, un aumento de 1,8 kg. de peso al año.

Los autores recalcan que aunque los efectos estimados parezcan pequeños, son acumulables en el tiempo y pueden llegar a ser clínicamente importantes si los comportamientos se mantienen a medida que las adolescentes se aproximan a la edad adulta. Adaptado de Berkey CS, Rockett HRH, Colditz GA. J Pediatr 2008; 153: 634-639.

domingo, 31 de mayo de 2009

"Un cachete a tiempo".

Una original e inesperada medida legislativa eliminó a finales de 2007 dos artículos del Código Civil que concedían a los padres la potestad de "corregir razonable y moderadamente" a los niños. Según los legisladores, se pretende así prevenir el maltrato infantil por parte de padres y educadores. Desde un punto de vista práctico, queda desautorizada la cobertura legal del cachete.

Esta medida parece dejar a los padres sin potestad para reprender a sus hijos -con o sin cachete-. Es decir, con la sana intención de "prevenir el maltrato infantil" se ha elegido, erróneamente, la opción de suponer que los padres en su labor educativa iban a recurrir a métodos que atentaran contra la seguridad de sus propios hijos.

El argumento de que "frente a la corrección debe imponerse el respeto" suena bien pero, pensando con el sentido común de padres normales, no se tiene en pie si consideramos la cantidad de circunstancias implicadas en la imprescindible regulación de la conducta de un niño.

Padres, profesores y pediatras son testigos de lo que se puede calificar como progresiva mala educación de niños y adolescentes. Un ejemplo: la experiencia del Dr. Benjamín Spock. Este pediatra norteamericano, de enorme popularidad e influencia, autor del libro "Baby and child care", traducido a más de 30 idiomas y con más de 50 millones de ejemplares vendidos, propuso la más absoluta permisividad en la educación del niño. Su insistencia en el cariño en vez de la disciplina condicionó enormemente la actitud de la sociedad del mundo occidental ante la infancia durante la segunda mitad del siglo XX. El resultado: una generación de jóvenes maleducados. El comportamiento radical de los jóvenes de los años sesenta y el desastre del movimiento hippy obligaron al Dr. Spock a revisar su posición hasta el punto de manifestar que "los niños necesitan normas y los padres tienen derecho a ser respetados".

Por tanto, una disciplina con sentido común es compatible con el cariño. Es importante que se vea como enseñanza y no como castigo: el niño se va a sentir más seguro y aprenderá a diferenciar entre lo que es correcto y lo que no. Y un afectuoso cachete a tiempo tambien puede ser, alguna vez, de gran ayuda. Adaptado de Dr. Carlos Marina López, pediatra y profesor de la Universidad Europea de Madrid. Pediatría Integral. 2009. Vol. XIII, núm. 2; 177.



miércoles, 13 de mayo de 2009

Sabemos hablar con los niños ?

"La distancia más corta entre el hombre y la verdad es un cuento"
(Anthony de Mello)

Cuando mi hija empezaba a leer, un día me preguntó: -papá, ¿qué es ser generoso?
Se lo intenté explicar lo mejor que pude. Le contesté que consiste en dar a los demás, en compartir las cosas, en no quererlo todo para tí ...
Mientras se iba corriendo a jugar, me dijo que lo había entendido, pero unas semanas después volvió a preguntarme: -papá, ¿qué era lo de generoso?
Batalla perdida, pensé. Quizá lo entendió en su momento, pero ya lo había olvidado. Así que esta vez probé de otra manera: le conté una breve historia de su abuela, como ejemplo de generosidad. Escuchó atentamente con los ojos abiertos como platos mientras sonreía. Esta vez sí noté que lo había comprendido y que probablemente lo recordaría para siempre.

Como adultos, estamos acostumbrados a comunicarnos mediante explicaciones. Y, por extensión, las utilizamos tambien con los niños. Pero la mente infantil es poco sensible a este método. A los niños les cuesta entrar en el significado de los conceptos, y aunque los puedan entender, los olvidan rápidamente. Por eso tenemos que repetirles doscientas veces las cosas para que las asimilen. En realidad, no les interesa nada lo que les decimos.

Pero comunicarnos con los más pequeños no es tan difícil. Exige solamente cambiar las explicaciones por los símbolos, es decir: las historias y los cuentos. Por ejemplo, podemos explicarle a un niño veinte veces la necesidad de comer verduras. Ni lo quiere comprender ni le interesa. Pero una buena historia, con un héroe que se alimenta de verduras (al más puro estilo de Popeye y sus espinacas) calará mucho más, captará mejor la idea y no la olvidará tan fácilmente.

Cuando contamos un cuento a nuestro hijo pequeño, además de educarlo o enseñarle algún concepto, obtenemos otro beneficio: establecemos con él un fuerte vínculo de cariño y, de alguna manera, nosotros mismos acabamos siendo parte la historia. El cuento tendrá la fuerza que le demos con nuestra particular manera de contarlo. Eso genera mucha complicidad con los pequeños, que querrán que les repitamos el cuento una y otra vez, exactamente con las mismas palabras y con la misma entonación, con los mismos gestos; sólo para disfrutar del momento. Es exactamente igual a lo que nos pasó a nosotros de pequeños con los cuentos de nuestros padres y que esperábamos con impaciencia cada noche.
La mente infantil es especialmente sensible a la fantasía. Y lo que es más importante, como son muy listos, son perfectamente capaces de conectar esa fantasía a la vida real. Es decir, aprenden de un cuento porque el niño se lo imagina, lo relaciona con su propia vida. Además, las historias y los cuentos mueven emociones. Eso es algo que difícilmente se consigue con una explicación. Y mover sentimientos es una clave esencial para el recuerdo. No sólo en los niños, sino tambien en los adultos. Las cosas que sólo se entienden, se olvidan. Las que se sienten, se recuerdan para siempre. Adaptado de Ferran Ramon-Cortés. El País Semanal. 2009, núm. 1700;28-30.

viernes, 1 de mayo de 2009

La telepediatría, cada vez más cerca.

En el último Congreso Nacional de Pediatría (Tenerife, 16 de octubre de 2008), se ha presentado, por primera vez, una sesión dedicada al presente y futuro de la telepediatría.
Las tecnologías de la información y la comunicación están permitiendo, gracias a la calidad de la transmisión de imágenes y sonido, que para la atención médica no siempre sea necesaria la presencia del médico y el paciente en un mismo lugar. Es posible, por tanto, que niños y adultos puedan llegar a ser examinados, diagnosticados y tratados por una medicina de alta calidad, a miles de kilómetros de distancia, gracias a la telemedicina. Esta nueva "especialidad médica" será particularmente útil, asímismo, para zonas rurales o de difícil acceso.

La telemedicina se basa en el aprovechamiento y combinación de las telecomunicaciones y las ciencias informáticas, capaces de transmitir vídeo, audio, imágenes y documentos. Para el funcionamiento de un sistema de estas características, se requieren equipos capaces de comunicarse (videoconferencia) y un medio de comunicación seguro (red dedicada).

Además, no cabe duda que esta nueva forma de ejercer la medicina supondrá una relación mucho más directa y cotidiana entre los médicos de atención primaria y los especialistas hospitalarios. El éxito de la implantación de los sistemas de telemedicina estará relacionado con el modelo adecuado y bien adaptado, para evitar el rechazo por parte de los médicos.

Evidentemente, los pediatras, a través de internet, tienen acceso a herramientas que mejoran su formación, localizadas en web pediátricas. Sin embargo, podrán ir más allá. Por ejemplo, están apareciendo nuevos programas que permiten videoconferencias gratuitas o de bajo coste, que son muy útiles para ir adaptándose a un mundo nuevo. Los programas SighSpeed (www.sighspeed.com/es) y muy especialmente ooVoo (www.oovoo.com/es) son excelentes. Tomado de Dr. S. García-Tornel. Pediatría Integral. 2009. Vol. XIII, núm. 2; 175.

martes, 7 de abril de 2009

Autismo y medio ambiente: una nueva oportunidad para la investigación.

El trastorno del espectro autista (TEA) es un complejo trastorno del desarrollo neurológico que suele diagnosticarse en niños antes de los tres años de edad. Sus características distintivas son el deterioro de las relaciones sociales, de las habilidades para el lenguaje y el juego imaginativo, junto con una tendencia hacia diversos tipos de actividades repetitivas e intereses fijos.

En la actualidad, aún no se conoce por completo cuál es su causa; no obstante, hoy día un número cada vez mayor de pruebas sugieren que el entorno podría desempeñar un papel significativo desencadenando el trastorno, probablemente no por sí solo sino a través de una relación compleja con la predisposición genética. Es decir, una gran variedad de factores medioambientales, tales como sustancias químicas y agentes infecciosos, pueden tener un impacto en el desarrollo y progresión del autismo.

En un sondeo reciente, efectuado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades se estimó que uno de cada 150 niños norteamericanos presenta un trastorno del espectro autista y otros relacionados, como el síndrome de Asperger. Este número es espectacularmente más alto que las estimaciones de los años ochenta y noventa, aunque algunos investigadores creen que el aumento no refleja la incidencia real, sino que se debe en parte a una mayor precisión en su notificación y definición clínica.

Puesto que el autismo no es uno sólo sino que consiste en muchos síndromes diferentes, tanto la investigación como la asistencia clínica apropiada deben organizar a estos niños en categorías separadas partiendo de sus características propias y de su respuesta a los tratamientos. Además, la mejora de los instrumentos diagnósticos permitirá analizar la evolución en el tiempo y comparar a los niños de diferentes entornos. Así pues, se incluirían tambien los niños que estuvieron expuestos prenatalmente a enfermedades infecciosas o toxinas medioambientales. La exposición puede evaluarse de diversas formas; por ejemplo, las sustancias químicas que aparecen con el tiempo, con sensores medioambientales y dosímetros personales.

Y como las tecnologías son cada vez más potentes y sensibles hasta el punto de que resulta fácil examinar miles de sustancias a la vez, algunos investigadores proponen que la mejor opción es una búsqueda de "todos los agentes" en vez de prestar atención tan sólo a los que parezcan estar relacionados.

Todavía queda un largo camino para disponer de tratamientos más eficaces y aunque sólo es el principio, se ha logrado un hito importante en el desarrollo de un programa para investigar el impacto del entorno o del medio ambiente en el autismo. Adaptado de B.M. Altevogt, PhD y cols. Pediatrics (Ed esp). 2008;65(6):314-9.

domingo, 29 de marzo de 2009

El humo de "tercera mano", fumar tabaco en casa y salud infantil.

Si al humo que respira el fumador pasivo se le llama humo de "segunda mano", el tabaco de "tercera mano" es la contaminación ambiental por el humo residual de tabaco que permanece después de apagar el cigarrillo y los niños están tambien especialmente expuestos a respirarlo.

El objetivo de este estudio fué valorar la opinión de los adultos sobre este asunto y comparar la de los que fuman y los que no. Los datos se recogieron mediante una encuesta telefónica a nivel nacional desde septiembre a noviembre de 2005, marcando números al azar. Con las preguntas de esta rigurosa encuesta se valoró hasta qué punto estaban de acuerdo las personas encuestadas con la afirmación de que respirar aire en una habitación hoy donde ayer fumó gente puede dañar la salud de los niños.

El resultado fué que de las 1510 personas que completaron correctamente la encuesta, el 62,5% de los no fumadores, frente al 43,5% de los fumadores, estaba de acuerdo en que el humo de tercera mano perjudicaba la salud infantil.

Finalmente, como no hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco, insistir en que el humo de tercera mano daña tambien la salud de los niños puede ser un elemento importante para animar a establecer la prohibición de fumar en casa y en el coche. Adaptado de Jonathan P. Winickoff, MD, MPH y cols. Pediatrics. 2009;123:e74-e79.
URL: www.pediatrics.org/cgi/doi/10.1542/peds.2008-2184

domingo, 22 de marzo de 2009

A los quinceañeros que prometen mantenerse vírgenes.

El gobierno de Estados Unidos invierte cada año más de 200 millones de dólares en programas de promoción de la abstinencia. En este estudio se ha comparado la actividad sexual de los adolescentes que prometen mantenerse vírgenes y los que no. Todos los sujetos, unos y otros, corresponden a una muestra nacional representativa de estudiantes que, cuando fueron entrevistados en 1995, nunca habían mantenido relaciones sexuales y tenían más de 15 años de edad.

Cinco años después de la promesa, el 84% de los que la habían hecho negaron haber hecho nunca tal promesa y al comparar los que la hicieron y los que no, el resultado fué que no se encontró ninguna diferencia en cuanto a relaciones sexuales y enfermedades de transmisión sexual, entre unos y otros. Además, cuando se volvieron a comparar ambos grupos, el número de individuos que utilizó preservativo y control de natalidad fué menor en el grupo de los que sí habían hecho la promesa.

En conclusión, la conducta sexual de los jóvenes que prometieron mantenerse vírgenes no difiere de la de los que no lo hicieron, presentando los primeros menor probabilidad de protegerse a sí mismos del embarazo no deseado y de las enfermedades de transmisión sexual. Por tanto, los médicos deberían proporcionar más información sobre el control de natalidad a todos los adolescentes, especialmente a los que prometen mantenerse vírgenes. Adaptado de Janet Elise Rosenbaum, PhD, AM. Pediatrics. 2009;123:e110-e120.
URL: www.pediatrics.org/cgi/doi/10.1542/peds.2008-0407

La vacunación alternativa del Dr. Bob: otro problema más para los pediatras.

En Octubre de 2007, el Dr. Bob Sears, en respuesta a las crecientes preocupaciones de los padres sobre la seguridad de las vacunas, publicó El libro de la vacunación: tomar la decisión correcta para su hijo. Este libro es enormemente popular y se han vendido ya más de 40.000 ejemplares.
Sears incluye "la pauta de vacunación alternativa del Dr. Bob", una fórmula por la cual los padres pueden retrasar, suspender, separar o espaciar las vacunas.

Los pediatras se enfrentan ahora a muchos padres que insisten en que sus hijos reciban las vacunas según la pauta de Sears, en lugar de seguir la recomendada por la Academia Americana de Pediatría, los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades y la Academia de Médicos de Familia.

En este artículo, sus autores examinan los motivos de la popularidad del libro de Sears, destruyen la base de sus recomendaciones y describen cómo la mala interpretación de la ciencia de las vacunas que ha hecho Sears desinforma a los padres que tratan de tomar las mejores decisiones para sus hijos. Adaptado de Paul A. Offit, MD. y Charlotte A. Moser, BS. Pediatrics. 2009;123:e164-e169.
URL: www.pediatrics.org/cgi/doi/10.1542/peds.2008-2189

domingo, 15 de marzo de 2009

Adolescentes con sobrepeso y actitud de los padres.

En este estudio se revela que no siempre que los padres reconocen que sus hijos tienen sobrepeso (comparados con los padres que muestran más dificultad para aceptarlo) hay más probabilidad de que se adopten, en el hogar, conductas útiles tales como: tener en casa más frutas y verduras, menos dulces y comidas rápidas, ver menos la televisión durante la cena, comer más a menudo en familia, etc.

En cambio, cabe tambien la posibilidad de que los padres, preocupados por el sobrepeso de su hijo adolescente, puedan incluso llegar a presionarlo de alguna forma para ponerse a dieta, lo que supone una peor evolución del peso al cabo de 5 años, especialmente en las muchachas.

En conclusión, es frecuente que el reconocimiento por parte de los padres del sobrepeso del niño no se traduzca en adoptar actitudes adecuadas, sino que puede llevar a otras que no sean saludables, como estimularlo a que se someta a una dieta de adelgazamiento. Por tanto, en vez de centrar la atención exclusivamente en el peso, puede ser mucho más importante dirigir los esfuerzos para ayudar a los padres a mantener un ambiente familiar que apoye la comida sana, el ejercicio físico y una situación de bienestar. Adaptado de Dianne Neumark-Sztainer, PhD y cols. Pediatrics. 2008;121:e1495-e1502.

sábado, 28 de febrero de 2009

"Otras medicinas" en pediatría.

Existen diversas razones para el uso creciente de otras medicinas que no forman parte de la medicina convencional, tambien llamada biomedicina occidental. Muchos de los usuarios refieren que no siempre es como consecuencia de que se sientan insatisfechos con la medicina convencional, sino, en buena parte, porque consideran estas alternativas más acordes con sus propios valores y creencias ante la salud y la vida. Los motivos que los padres exponen cuando la solicitan para su hijo incluyen tambien: el temor a los efectos secundarios de los fármacos, la falta de satisfacción con la medicina convencional y la necesidad de una mayor atención personal.

Alrededor de un 20-30% de los niños sanos, visitados en las consultas de pediatría, utilizan medicinas complementarias o alternativas, junto con la asistencia convencional. Este hecho destaca la importancia de que los pediatras tengan clara la necesidad de mantener una relación abierta y respetuosa con las familias, al igual que una buena comunicación con ellas.

Muchos médicos de atención primaria, incluidos los pediatras, recomiendan medicinas complementarias o alternativas y muestran su deseo de tener más formación adicional sobre ellas. Los temas de mayor interés incluyen las plantas medicinales, la homeopatía y la acupuntura.

Cuando se plantea la integración de estas medicinas en pediatría, la primera guía a seguir, desde el punto de vista ético, es buscar información, basada en evidencia científica, acerca de que sean fiables, seguras y eficaces. Por tanto, si una medicina es segura y efectiva, el pediatra está obligado moralmente a recomendar su uso al igual que haría con cualquier otro tratamiento de la medicina convencional. Por otro lado, si una medicina no conlleva riesgo alguno y la familia manifiesta la intención de usarla, el nivel de evidencia necesario para valorar su eficacia puede tener menos importancia, en particular cuando es probable que otros fármacos de la medicina convencional tampoco sirvan para nada.

En todo caso, el concepto de "ante todo no perjudicar" es imprescindible en toda práctica clínica y los médicos deben tener en cuenta siempre los cuatro principios básicos de la ética biomédica: respeto por la autonomía del paciente, no hacerle daño, anteponer su bienestar y ser imparcial a la hora de proporcionarle la asistencia esencial. Adaptado de K. J. Kemper, MD. y cols. Pediatrics (Ed esp). 2008;66(6):387-99.

sábado, 31 de enero de 2009

Anginas y vegetaciones.

Cuando un niño tiene inflamación de las amígdalas se dice que tiene anginas. Las anginas y la inflamación de las vegetaciones o adenoides son motivos muy frecuentes de consulta en pediatría. Hasta hace relativamente poco tiempo, la extirpación quirúrgica de unas y otras era considerada como una solución alternativa al tratamiento médico, incluso más eficaz y, por supuesto, definitiva.

Las amígdalas y las adenoides pertenecen al sistema linfático y, por tanto, producen anticuerpos para combatir las infecciones de la garganta y de la nariz. Es decir, tienen el propósito de limitar y detener el avance de la infección, evitando que se extienda al cuello o alcance la corriente sanguínea.

Las siguientes no se consideran ya, en la actualidad, razones para justificar la operación de amígdalas o adenoides:

- Amígdalas "grandes". Las amígdalas grandes no significa que sean "malas" o que estén infectadas. Durante la infancia, las amígdalas son normalmente grandes (se dice que tienen hipertrofia fisiológica). Pueden, incluso, seguir aumentando su tamaño hasta los 8-10 años de edad. Después, espontáneamente y de forma progresiva, van disminuyendo, como lo hace el resto de los tejidos linfáticos del organismo. Se consideran realmente grandes cuando se tocan entre sí.

- Faringitis y resfriados virales de repetición. La extirpación de las amígdalas y de las adenoides no disminuye las frecuentes infecciones virales de las vías respiratorias altas durante la primera infancia. La mayoría de estas infecciones son prácticamente inevitables a esta edad. Con el paso del tiempo, el niño va desarrollando su inmunidad a estos virus y, por ello, padecerá un menor número de ellas cada invierno.

- Faringitis bacteriana recurrente. Es decir, los niños que padecen frecuentes anginas causadas por el estreptococo tampoco mejoran con la operación. Un adecuado tratamiento antibiótico puede erradicar, casi siempre, los estreptococos de la faringe.

- Otitis recidivantes. La extirpación de las adenoides no disminuye la frecuencia de las infecciones de oídos o la acumulación de mucosidad en el oído medio. Las otitis medias repetidas responden, generalmente bien, a los antibióticos indicados. La persistencia de moco puede precisar la colocación de tubos de ventilación y drenaje en los tímpanos.

- La falta de apetito, las convulsiones febriles o el mal aliento no van a mejorar con la operación de amígdalas o adenoides. En realidad, hay pocas cosas en medicina de las que no se haya culpado, alguna vez, a las amígdalas o a las vegetaciones adenoideas.

Sin embargo, tambien es cierto que algunas veces hay razones válidas para valorar la necesidad de extirpar las amígdalas o las adenoides:

- Respiración persistente por la boca. Es decir, cuando un niño, incluso sin estar resfriado, tiene un tamaño tan grande de las adenoides como para impedirle que pueda respirar normalmente por la nariz.

- Ronquidos intensos. Cuando el tamaño de las vegetaciones sea la causa, deben ser extirpadas. En los casos severos, los ronquidos están asociados a retracciones de los espacios entre las costillas (tiraje) y se interrumpen por episodios de falta de respiración (apnea del sueño).

- Alteraciones del habla. La voz del niño puede amortiguarse si las amígdalas son muy grandes, o puede volverse hiponasal (sin resonancia) si son las adenoides las que están demasiado grandes.

- Dificultades persistentes para la deglución. Cuando las amígdalas parecen estar tocándose entre sí y el niño tiene problemas al tragar.

Es evidente que esta información debe aceptarse, en general, como un criterio de orientación y que los padres, consultarán, si procede, cada caso en particular.

Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".

sábado, 24 de enero de 2009

"Nuestro hijo moja la cama": enuresis nocturna.

Cuando un niño moja la cama se dice que tiene enuresis nocturna. Es decir, se trata de la emisión involuntaria de orina durante el sueño. Este problema es tan común que afecta al 40% de los niños de 3 años de edad, al 10% de los que tienen 6 años y al 3% de los que tienen 12 años. En general, se considera normal hasta los 5-6 años de edad.

La enuresis nocturna, con frecuencia, es hereditaria. Sin embargo, en la mayoría de los niños que no pueden contener la orina durante la noche no se encuentra ninguna causa física o trastorno relevante. Además, los problemas psicológicos o emocionales no causan la enuresis, sino que éstos pueden aparecer si la misma no recibe el tratamiento adecuado.

Cuidado en casa de un niño de cualquier edad con enuresis nocturna:

- Procure que su hijo tome poco líquido durante las 2 horas antes de acostarse y recuérdeselo con benevolencia, pero no discuta con él por unos tragos de agua.

- Si su hijo orina a menudo, debe estimularlo para que orine con menor frecuencia, pero no convierta ésto en una disputa. Aliente a su hijo para que, durante el día, retarde la micción. No le recuerde que vaya al baño, excepto a la hora de acostarse. El niño debe empezar a dormir con la vejiga vacía.

- Aunque es difícil, puede intentar que su hijo se levante a orinar durante la noche. Algunos niños, incluso de edad preescolar, llegan a aprender si, a la hora de acostarse, los padres le susurran, con frecuencia, que traten de levantarse si se dan cuenta de que tienen ganas de orinar. Por supuesto, si los padres los despiertan, no aprenderán a hacerlo por sí mismos.

- No debe mostrar a su hijo cara de contrariedad cuando amanece mojado. Recuerde siempre que a él tampoco le gusta. Casi todos los niños se sienten culpables por ello. No permita que sus hermanos ni sus amigos se burlen. El castigo o someterlo a presión es contraproducente.

- Responda positivamente y elogie a su hijo las mañanas en que se despierta seco.

Cuidado adicional cuando el niño llegue a los 6 años de edad:

- Además de todo lo mencionado anteriormente puede instruir a su hijo con un ejercicio para controlar su vejiga durante el día. Sin embargo, sólo debe introducirse si el niño se muestra dispuesto a colaborar. Consiste en decirle que intente retener la orina durante tanto tiempo como le sea posible. Cada vez que tenga ganas de ir al baño, puede tratar tambien de distraerle durante 10 segundos. Es especialmente importante que, cuando esté despierto, aprenda a resistir el primer deseo de orinar.

Medidas para cuando el niño cumpla los 8 años:

- A partir de esta edad, puede plantearse la posibilidad de utilizar un reloj despertador o dispositivos de alarmas sensibles a unas gotas de orina.

En todo caso, la gran mayoría de los niños que mojan la cama superan el problema entre los 6 y los 10 años de edad. Incluso sin tratamiento. Por lo tanto, nunca se emplearán medicamentos que puedan tener complicaciones. En cambio, los tratamientos sin efectos perjudiciales pueden ser iniciados a partir de los 5 ó 6 años de edad.

Evidentemente, los padres consultarán con el pediatra cuando lo estimen convenientemente y, por supuesto, cuando:

- El niño sienta dolor o escozor al orinar.
- La orina salga a gotas o en un chorro débil.
- La enuresis se presente durante el día.
- El niño antes podía permanecer seco durante la noche.

Por último, una de las claves del éxito, como siempre, consiste en que el niño debe considerar a sus padres y al pediatra como personas dispuestas a hacer sugerencias y a brindarle todo el apoyo posible, pero que no van a asumir la responsabilidad directa de su enuresis nocturna.
Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".

domingo, 11 de enero de 2009

La dentición infantil y sus falsos síntomas.

Muchos síntomas del lactante se achacan a la dentición. Algunos de ellos, como el babeo, la mayor irritabilidad, la tendencia a llevarse las manos o cualquier objeto a la boca y los trastornos del sueño pueden parecer leves, pero son significativos para el niño y para los padres. Sin embargo, otros síntomas, como la fiebre, la diarrea, las erupciones en la piel o la orina de color más oscuro o de olor más fuerte pueden tener consecuencias más importantes.

Las encuestas realizadas a padres y a profesionales sanitarios revelan que las creencias sobre los síntomas de la dentición son muy frecuentes. En cambio, las publicaciones científicas tienden a establecer que la dentición causa pocos síntomas o ninguno, y que no hay que atribuir nunca un síntoma o una enfermedad importante a la erupción de los dientes.

¿Cuál es la realidad acerca de la dentición?

Puesto que son muy escasas, hasta ahora, las investigaciones realizadas en apoyo de cualquiera de estos dos puntos de vista, los autores han realizado un detallado y riguroso estudio con el propósito de averiguar exactamente la relación entre la erupción dentaria y una extensa gama de síntomas. Por tanto, es de esperar que la comparación entre los síntomas que aparecen en los lactantes durante los días de la dentición y los observados durante los días sin dentición sirva para establecer si hay síntomas que se asocian con la erupción dentaria. Evidentemente y para evitar errores de interpretación, todos los registros de datos, recogidos durante 2067 días, han sido verificados y los procedimientos y técnicas de exploración se han establecido según normas e instrumentos estandarizados.

Aunque tiene sentido que la dentición pueda ocasionar, en la encía, síntomas o molestias locales leves de naturaleza inflamatoria o irritativa, el presente estudio no confirma que la erupción de los dientes en lactantes y niños pequeños se asocie con fiebre (no se halló ninguna evidencia de ascenso de temperatura durante los días de dentición), diarrea, pañales de olor fuerte, erupciones de la piel, trastornos del sueño, babeo, etc.

¿Por qué difieren tanto estos hallazgos de las creencias que aún perduran en padres, abuelos y profesionales sanitarios?

Es muy probable que la dentición sea el chivo expiatorio para muchos otros fenómenos que ocurren aproximadamente entre los 6 y los 24 meses de edad, después del período relativamente estable de los 6 primeros meses de vida. Estos procesos pueden incluir el repentino aumento, a estas edades, de las infecciones respiratorias, del oído, diarreicas y otras específicas tales como la roseóla. Por ejemplo, el babeo y las alteraciones del sueño no son más que fases del desarrollo normal, pero durante esta época de frecuentes enfermedades y cambios de conducta, los padres pueden hallar útil atribuir los síntomas menores, molestos pero persistentes, a una causa comprensible, como la dentición, que pueden combatir de un modo simple y legítimo, con el apoyo incondicional y sin críticas, de familiares, amigos y profesionales sanitarios.

Sin embargo, estas creencias pueden impedir que los padres reciban la información adecuada que les permita adoptar medidas sencillas y eficaces, como instrucciones o programas dirigidos a corregir las alteraciones del sueño, por ejemplo. Además, pueden retrasar tambien el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que son las responsables, en realidad, de la fiebre o de otros síntomas achacados a la dentición.

Por tanto, es hora de renunciar a nuestras añejas creencias culturales sobre la dentición, de saber que existen evidencias de que la dentición no se asocia con síntomas significativos y de empezar a abordar los temas del final de la etapa del lactante y comienzos de la primera infancia de un modo más eficaz, independientemente de la presencia de un diente que hace erupción.
Adaptado de M. Wake, M.D. y cols. Pediatrics. Vol. 50, núm. 6, 2000; 373-378.
Royal Children's Hospital, Parkville, Australia.

domingo, 4 de enero de 2009

Bronquiolitis.

Un lactante con tos, "pitos en el pecho" (sibilancias) y dificultad respiratoria puede padecer lo que se conoce como bronquiolitis (inflamación de los pequeños bronquios o bronquiolos ). La intensidad de la inflamación es la que determina el mayor o menor grado de estrechamiento de estas pequeñas vías aéreas de los pulmones y, como consecuencia, la gravedad de los síntomas.

La bronquiolitis es causada, generalmente, por el llamado VRS (virus respiratorio sincitial) que se presenta, en forma de epidemias, casi todos los inviernos. Mientras que los lactantes que se infectan con el VRS desarrollan bronquiolitis más o menos grave, los niños de más de 2 años de edad sólo padecerán síntomas de resfriado.

Este virus se encuentra en la mucosidad nasal de los individuos afectados y se propaga por los estornudos, por la tos (a una distancia de menos de dos metros) o por el contacto mano-nariz o mano-ojo. Las personas que se contagian no desarrollan inmunidad permanente; es decir, un lactante puede padecer bronquiolitis por VRS más de una vez.

El lactante que desarrolla una bronquiolitis comienza, después de uno o dos días con catarro de vías altas (congestión nasal, mucosidad clara y tos escasa), con tos más intensa, "pitos en el pecho" y respiración más rápida. Estos síntomas pueden empeorar durante 2 o 3 días más y luego empiezan a mejorar. Los "pitos" suelen durar una semana y la tos hasta dos semanas. Además, los padres deben saber que no todos los lactantes con bronquiolitis responden bien a la medicación antiasmática y que no todo lo que se oye son sibilancias sino ruidos transmitidos desde las vías altas, por congestión nasal o mucosidad en la garganta.

La complicación más común de la bronquiolitis es una infección de oidos; se presenta en el 20% de los casos. La neumonía es una complicación rara.

Afortunadamente, tan sólo el 2% de los lactantes con bronquiolitis son hospitalizados, porque llegan a necesitar ventilación con oxígeno (por dificultad respiratoria grave) o administración de suero intravenoso (por deshidratación).

Los lactantes con bronquiolitis que provienen de familias con miembros alérgicos o asmáticos tienen, a la larga, una mayor probabilidad de desarrollar tambien asma.

En lo que respecta a la alimentación del pequeño, durante los días que dure su enfermedad y teniendo en cuenta que comer le puede resultar fatigoso, habrá que tratar de ofrecerle leche materna o biberón en cantidades menores a las acostumbradas, a intervalos más frecuentes. Si, después de comer, su hijo tiene un vómito provocado por un ataque de tos, intente alimentarlo nuevo, sin insistir.

A menudo, los molestos episodios de tos son causados tambien por mucosidad pegajosa en la parte posterior de la garganta y pueden aliviarse tomando pequeñas cantidades de agua, suero o zumo. Esta medida es eficaz, asímismo, para disminuir el riesgo de deshidratación derivado de la respiración rápida o la fiebre.

El aire seco tiende a empeorar la tos. Por ello, puede utilizarse un humidificador, si la humedad ambiental es inferior al 40%.

La obstrucción nasal suele estar causada por moco seco o pegajoso y la aspiración por sí sola no puede eliminarlo. Para fluidificarlo aplique en cada ventanilla nasal suero fisiológico en gotas o aerosol, varias veces al día y hasta que la respiración por la nariz sea fácil y silenciosa.

Se sabe que el humo del tabaco es irritante y respirarlo acentúa la tos. La frecuencia de sibilancias es cuatro veces mayor en los niños con una infección respiratoria por VRS si se exponen a inhalación pasiva de humo de tabaco.


Es evidente que los padres consultarán con el pediatra cuando lo estimen conveniente y:

- Si la respiración se vuelve difícil o laboriosa.
- Si los "pitos" se notan más intensos.
- Si la frecuencia respiratoria llega a ser de más de 60 inspiraciones por minuto.
- Si la retracción o retraimiento entre las costillas (tiraje intercostal) aumenta.
- Si tiene la boca seca y rechaza tomar líquidos.
- Si no puede conciliar bien el sueño o está decaido y con llanto quejumbroso.
- Si hay indicios de dolor de oidos.
- Si la secreción nasal se vuelve amarilla y permanece así más de 24 horas.
- Si la fiebre dura más de 48 horas.

Esta información se proporciona como un criterio general de orientación que no necesariamente se ajusta a cada caso en particular.

Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".