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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

sábado, 31 de octubre de 2015

Nueve falsos mitos del sueño infantil

El modo en que pasan la noche sus hijos es un tema frecuente entre padres. No obstante, a veces, la falta de información hace que estos compartan conceptos erróneos o imprecisos. Estos son algunos.

1. Si le das de comer algo sólido, aunque no tenga seis meses, dormirá toda la noche. Algunos padres creen que de este modo los bebés permanecerán saciados durante más tiempo. Pero esto no es recomendable,
pues su sistema digestivo aún es inmaduro. La leche y la miel sí tienen efectos relajantes.

2. Lo mejor es que se acostumbre a dormir en una de esas sillitas-balancín. En realidad, el uso prolongado de este tipo de asientos para dormir mantiene al pequeño en un sueño ligero no reparador.

3. Seguro que si se mueve mucho y se cansa, después dormirá mejor. Esto es lo que cree el 80% de los padres, pero no es necesariamente cierto. De hecho, los expertos recomiendan reducir la actividad física tras la cena para hacer más fácil la transición al momento de dormir.

4. Obviamente, si el bebé se acuesta más tarde, se quedará dormido con más facilidad. Por el contrario, los peques que trasnochan no solo se fatigan más, sino que permanecen más tiempo en estado de alerta y les cuesta más dormirse.

5. ¡Evita la siesta! Así dormirá más por la noche. Al revés. Suele suceder que los peques que están muy cansados, no acaban de dormirse. Peor aún, a menudo se despiertan antes por la mañana.

6. Pues mi niño se relaja mucho con un poco de música suave. En este caso podría decirse que cada niño es un mundo. Es cierto que algunos se duermen mejor de este modo, pero otros hacen justamente lo contrario: concilian el sueño cuando la melodía deja de sonar.

7. Déjale un rato el móvil para que juegue y enseguida le dará sueño. Se debe ser especialmente cuidadoso en este sentido. Las pantallas de los televisores y otros dispositivos electrónicos son muy brillantes y convencen al cerebro de que aún no es hora de acostarse, por lo que suelen estimular a los peques. Así es muy difícil que se relajen.

8. No pasa nada si cada día cambias la hora de acostarlo. Los pediatras aconsejan que los niños, incluso los recién nacidos, cumplan un horario de sueño lo más regular posible, tanto por la noche como durante las siestas. Las rutinas los tranquilizan y crean hábitos saludables que les vendrán muy bien cuando les llegue el momento de aprender a dormir solos.

9. Como tenga un hermanito, ni se te ocurra que duerman en la misma habitación. A partir de las seis semanas, muchos padres prefieren que el niño pase las noches en su dormitorio. No hay problema en que duerma con un hermano, si ambos siguen la misma disciplina para dormir.

Tomado de Mario G. Bartual. Muy interesante, nº 400. Septiembre 2014; 30-35.