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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Y unas sugerencias a los padres que nos vamos haciendo mayores

    A modo de epílogo ... Todos los padres aceptamos y hacemos cuanto podemos para cumplir con nuestra gran responsabilidad respecto a la buena crianza de nuestros hijos. Siempre nos quedará el consuelo de que, a pesar de nuestros errores, nuestra intención no fue otra que cuidarlos y educarlos según el método que habíamos aprendido de nuestros padres. De hecho, más que el mejor, era el único que conocíamos. Incluso nos atrevimos a no repetir, con sus nietos, algunos supuestos errores paternos que aún vagan por nuestra memoria.

    Y pasan los años ... Hasta que, en algún momento, surge la inevitable cuestión familiar de “las raíces y las alas”. Parece como si dejarlos volar sin nuestra supervisión, fuera, como poco, una temeridad. Lo cierto es, creo yo, que desde el punto exclusivamente evolutivo y sin ninguna consideración o creencia de cualquier otra índole, en ese tiempo en el que las alas los van alejando de sus raíces, los padres deberíamos considerar que, de alguna manera, nuestra misión está cumplida. Hasta tal punto que la decisión de perpetuar la especie -y convertirnos en abuelos- es un derecho que también se transmite de generación en generación. En consecuencia, la educación de los hijos, si los nuestros han elegido ser padres, debería ser, como hasta ahora, un asunto preferente de sus padres -no de los abuelos-. Es su turno. 


 Dr. Juan Manuel Contreras Peso. Médico Pediatra

jueves, 30 de noviembre de 2017

Grandes maestros pequeños

De alguna manera, sirva esta entrada como una despedida. Probablemente no cumpliré mi palabra. Algún compañero me dijo una vez que yo tardaba un infierno de tiempo en decir adiós. Nadie quiere irse ... Supongo. La cuestión es: ¿cuándo? Y, a menos que uno se sienta incómodo, alejarse es difícil. 

Quedará siempre el recuerdo de la ilusión, de la fuerza para seguir y de servir, de alguna forma, para que alguien pudiera sentirse mejor. No hay que ser pediatra para saber que la colaboración de los padres, tutores y educadores es imprescindible. Hasta tal extremo que, sin ella, de poco margen disponemos, en el campo de la sanidad, para contribuir a que la infancia pueda ser una etapa digna de ser recordada con nostalgia el resto de la vida.

De algún sabio leí que más que preciso, hay que ser interesante; porque lo menos soportable, al hablar o al escribir, son los detalles: la pesadez. Así que, ante todo, brevedad, ¿verdad?

Esta vez no habrá citas de científicos para respaldar mis palabras. Me salva que comparto, con quién quiera leerme, una sensación personal. No se trata de ninguna reflexión o conclusión basada en la ciencia o en la experiencia. 

Cualquier adulto, tanto si tiene hijos como si no, puede cerrar por un instante los ojos y regresar a algún momento de su infancia. Recordaremos entonces cómo jugábamos ... Y los niños se toman tan en serio sus juegos que el tiempo no existe para ellos; ni nada más, ni nadie más. Ningún niño está dispuesto a perderse ese preciso momento. Y, en cierto modo, un adolescente, menos aún. Quizás tengan que pasar muchos años antes de detenernos a pensar, por ejemplo, que la libertad no existe. Que somos "esclavos" de nuestros genes, de nuestra educación, de nuestros principios, de nuestros compromisos ... de nuestro pasado; y de nuestro destino. Y que nos guste o no, es la única opción que nos queda para elegir. Creemos ser libres. Otra cosa muy distinta es ser verdaderamente libres, como en esos mágicos momentos de la infancia en los que respetar las reglas del juego es la única "obligación" a cumplir. Esta lección, una de tantas, nos la enseñan los niños, los grandes maestros pequeños. Y la deberíamos recordar. Creo yo. 

martes, 31 de octubre de 2017

¿Por qué nuestro hijo tiene pánico a los payasos?

Texto en revisión.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Los niños no son tontos. Y sus madres, tampoco

¿Hay que sentirse culpables porque nuestros hijos pequeños quieran ver vídeos en el móvil? Mejor es saber seleccionarlos y librarse de complejos.

Una de tantas madres lúcidas y con sentido común, Gabriela Wiener, no tiene ninguna duda al respecto y creo que debe ser digna de imitación.

A pesar de haber leído un estudio de una Sociedad de Pediatría que alerta de que cuanto más tiempo pasan los niños entre los seis meses y los dos años delante de móviles, tablets o videojuegos más posibilidad tienen de presentar retrasos en el habla, Gabriela Wiener escribe:


A las siete de la mañana y antes de que suene el despertador, mi hijo de año y medio lleva ya unos minutos hablando consigo mismo en su lenguaje y pidiendo el desayuno. Me levanto, le doy los cereales y la fruta. Contesto mientras tanto el móvil y entonces dice "papún". Esta palabra quiere decir: "Ponme el YouTube en el móvil". Esta plataforma de vídeo de Google tiene más de 1,000 millones de usuarios en todo el mundo. Y mi hijo es uno de ellos. No me pregunten cuándo ni por qué le presentamos por primera vez la caja roja de vídeos. Pero como dijo César Vallejo debió ser un día en que Dios estaba enfermo.

Cada vez que me acerco a alguno de mis aparatos, mi hijo reclama lo suyo. Buena parte de las veces intentamos seducirle con otra cosa, libros, juguetes, instrumentos musicales, y a veces lo conseguimos. Pero otras llora hasta que cedemos. Cuando le doy al triángulo del play es cuando recuerdo todos los artículos que advierten de los peligros de exponer a los niños a las pantallas y me siento un poco peor.

Sin embargo, hay algo que me consuela. Hace unos meses me pasaron unos enlaces inofensivos. Por ejemplo, en un vídeo aparecían unas señoras y señores, vestidos de semipayasos y cantando una especie de cumbia tropical. Mi hijo se quedó absorto ante los Canticuénticos, estos músicos argentinos que desde Santa Fé hacen canciones basadas en el folklore más divertido. En unos días ya estaba mi hijo bailando y yo con él.

Mientras al niño se le establecen nuevas conexiones neuronales, yo pienso, por ejemplo, en la poeta argentina María Elena Walsh, que también está en YouTube. Y en todos esos productos culturales para niños que entretienen y expanden la mente inquieta de los niños pequeños al mismo tiempo que la de sus madres.

¿Culpabilizarnos por nuestro horario envenenado y nuestra entrega al consumo inmediato de YouTube? No, gracias. Esto es aprendizaje compartido entre madres madrugadoras y niños danzarines postdigitales.

Son las siete de la mañana. "Papún, mamá, papún". Sí. Sin sombra de complejos y aquí bailamos todos.


Adaptado de Gabriela Wiener. EPS 2,142: 31.

martes, 15 de agosto de 2017

Una relación tóxica

Alejarnos de las personas que nos hacen daño nos libera de vínculos que carecen de sentido. Pero antes de hacerlo hay que ser conscientes de la situación y saber elegir el momento y el modo adecuados.

Es evidente que nadie, en su sano juicio, quiere seguir manteniendo una relación que, con el tiempo, se ha vuelto tóxica. Sin embargo nos cuesta saber qué hacer cuando nos sentimos incómodos ante una persona o varias. ¿Cómo rechazar a alguien sin que se sienta herido? ¿Existe alguna manera de cortar un vínculo que se ha vuelto tóxico sin provocar una guerra?

domingo, 30 de julio de 2017

Un motivo para irse sin decir adiós

Una adolescente, víctima de acoso escolar (bullying), cree que ya no merece la pena vivir y busca responsables.

jueves, 29 de junio de 2017

Ocho películas para educar a tus hijos en inteligencia emocional


La inteligencia emocional es la capacidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás.

Además, incluye habilidades como la tolerancia, la comprensión, la empatía, ...

El cine puede ser una manera estupenda de enseñar esta capacidad a nuestros hijos en casa y en familia.



domingo, 21 de mayo de 2017

Deje que su hijo se aburra

"Papá, mamá: ¡Me aburro!"

Esta frase, normalmente expresada en tono de queja, es un clásico de la infancia. Que levante la mano quién no la haya pronunciado o escuchado alguna vez.

La diferencia, sin embargo, es que en el siglo XX, cuando un niño manifestaba en voz alta su aburrimiento, las respuestas más comunes por parte de los padres podían oscilar entre la más completa indiferencia, un vago "ya encontrarás algo que hacer" y una frase tan contundente como: "Pues date con una piedra en la espinilla".

domingo, 30 de abril de 2017

¿Mi hijo tiene dislexia?: Dytective Test

Cuando su hijo cumpla seis años le puede llegar la certeza de que algo no va bien. Tarda en leer y escribir, le cuesta aprender los días de la semana y los colores, tiene dificultades para abrocharse los botones del babi o los cordones de los zapatos. En el colegio le dicen que su hijo es inmaduro, ...

La Dra. Luz Rello investiga y trabaja para acabar con una enfermedad que afecta al 10-15% de la población: la dislexia. Recientemente acaba de presentar ante cientos de personas Dytective, un innovador test desarrollado con Samsung que permite detectar el riesgo de dislexia en 15 minutos.

viernes, 31 de marzo de 2017

Una carta de nuestro padre

Queridos hijos: cuando leáis esta carta ya no estaré en este mundo. He sido vuestro padre mientras vivía y no tengo la intención de dejar de serlo ahora solo porque me haya ido. La paternidad no declina ni siquiera por la circunstancia de la muerte. Aunque naturalmente muta y estas líneas son para explicar ese cambio.

Como padre, una de mis ambiciones ha sido la de no estorbar demasiado.

martes, 28 de febrero de 2017

Mi hijo tiene un soplo inocente

La mayoría de los soplos cardíacos en niños menores de 7 años son inofensivos. Se oyen cuando el corazón funciona de una manera normal y no provocan daños ni aumentan el riesgo de otros problemas de salud.

sábado, 28 de enero de 2017

Aprendamos de los jóvenes y afrontemos nuestros miedos

Cuando salen juntos, los jóvenes suelen practicar un divertido juego, socialmente aceptado, que consiste en ir haciendo turnos para acercarse a la chica que más le gusta a cada uno de ellos y si son rechazados, regresan a celebrar el intento realizado. "Vamos a por el no", se llama el entretenimiento. Y, por supuesto, si alguno consigue ligar también celebran el éxito. Lo que tiene de interesante este juego,