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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

lunes, 16 de abril de 2007

"Mi hijo tiene vómitos".

El vómito es la expulsión brusca y con esfuerzo de una gran parte del contenido del estómago, a través de la boca, provocada por fuertes contracciones del estómago. En cambio, la regurgitación es una expulsión sin esfuerzo de menores cantidades y que comúnmente se observa en niños menores de un año de edad.

Casi todos los vómitos son causados por haber comido algo que no "cayó bien", o por una infección viral o bacteriana (gastroenteritis). En este caso, están asociados a diarrea.

El vómito, casi siempre, cesa en un período de 6 a 24 horas y, por lo general, los cambios en la dieta aceleran la recuperación del niño.

Cuando se trata de un bebé con lactancia materna:
- si únicamente ha vomitado una o dos veces, es preferible seguir dándole el pecho, pero sólo uno cada vez. Pasadas 24 horas, vuelva a darle ambos pechos pero durante algo menos tiempo de lo habitual, hasta comprobar su restablecimiento o consultar con su pediatra.
- si ha vomitado tres o más veces, ponga a su bebé bajo dieta de pequeñas cantidades de suero oral, durante 4 horas. Si no vuelve a vomitar, puede seguir con el pecho, como en la situación anterior.

Cuando se trata de un bebé alimentado con biberón o un niño mayor:
1. Durante las primeras 8 horas no debe tomar ningún alimento sólido. Ofrézcale líquidos claros (no leche) en pequeñas cantidades hasta que hayan pasado 8 horas, sin vómitos. Para los lactantes use alguna solución de rehidratación oral. Para niños mayores de un año, si rechazan el suero oral, el agua sola parece dar mejor resultado y tambien se les puede ofrecer manzanilla, té suave o bebidas de cola o limón (previamente agitadas, para que pierdan las burbujas).
Empiece dándole una cucharada pequeña cada 5 minutos y duplique la cantidad cada hora. Si no deja de vomitar, procure que el estómago de su hijo descanse por completo durante una hora y empiece de nuevo. El método de un trago por vez casi siempre da buenos resultados.
2. Después de 8 horas sin vómitos, su hijo puede volver gradualmente a una alimentación normal. Si sólo toma biberónes, déle cada vez 30 o 60 ml. menos de lo acostumbrado. Si ya tomaba alimentación sólida, comience con un puré de manzana o plátano. Para los niños mayorcitos, empiece con unas galletas saladas, un puré de patatas o una sopa de arroz o pasta. Por lo general, su hijo puede volver a la alimentación normal, a las 24 horas después de que hayan cesado los vómitos.

Los padres deben saber que los vómitos por sí solos rara vez causan deshidratación, a menos que se administre una cantidad excesiva de líquidos. Es decir, hay que evitar el error frecuente de darle al niño tanta cantidad de líquidos como quiera. Esta actitud hará que los vómitos continúen por más tiempo.

Es evidente que, cuando sea posible, los padres consultarán con su pediatra. Sin embargo, un niño con vómitos debe recibir atención médica urgente:
- si lleva más de 8 horas sin orinar.
- si puede verse sangre en el contenido del vómito y no procede de un sangrado nasal reciente.
- si se queja de dolor abdominal desde hace más de dos horas.
- si ha vomitado más de tres veces y si ha tenido más de tres deposiciones diarreicas.
- si es más difícil despertarlo.
- si le nota confusión o delirio.
- si cree que tiene el cuello más rígido y tiene fiebre.
- si puede haber recibido un golpe en el abdomen.
- si existe la posibilidad de intoxicación con un alimento, una medicina u otra sustancia.
- si sospecha que puede haberse atragantado con un objeto extraño.
- si los padres consideran que está empeorando.

Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".