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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

lunes, 28 de abril de 2008

Adicción a la nicotina: escuchemos a los niños.

Puesto que los fumadores fallecen como promedio diez años antes que los no fumadores, es importante que se conozcan los riesgos relacionados con el inicio precoz del tabaquismo.

Hasta finales del siglo pasado se suponía que cualquier persona tenía que fumar, como mínimo, cinco veces al día para experimentar síntomas de abstinencia. Y como, característicamente, los nuevos fumadores tardan entre 2 y 3 años en fumar cinco cigarrillos al día, se consideraba que el inicio de la dependencia era un proceso lento, prolongado y mantenido con regularidad.

Por esta razón, resultó fascinante cuando uno de nuestros pacientes pediátricos adolescentes se ofreció voluntario para narrar su historia de fracasos en los diversos intentos para dejar de fumar, al cabo de unas semanas de haber probado su primer cigarrillo.

Entre los jóvenes que desarrollan dependencia, el 10% refiere síntomas después de tan sólo el primer cigarrillo, y el 25% al cabo de dos semanas. A través de 20.000 entrevistas individuales con adolescentes y encuestas a partir de 100.000 jóvenes, hemos documentado cómo se desarrolla la dependencia y los experimentos en animales confirman que, en el cerebro, la nicotina induce adaptaciones de larga duración desde la primera dosis.

Aunque debemos seguir teniendo en cuenta las limitaciones de los datos aportados por adolescentes, tambien debemos averiguar cuándo dicen la verdad; pues, en la actualidad, se sabe ya que la dependencia se desarrolla durante la infancia o la adolescencia.

En conclusión, a través de la amable cooperación de cientos de miles de niños que se ofrecieron voluntariamente como individuos de la investigación, hoy día, disponemos de una comprensión básica de cómo y cuándo se inicia la dependencia de la nicotina. Puesto que el 80% de los fumadores se inician en el hábito del tabaco antes de los 18 años de edad, debemos aprovechar esta nueva información y traducirla en programas de prevención más eficaces. Adaptado de J.R. DiFranza, MD y J.B. Richmond, MD. Pediatrics (Ed esp). 2008;65(3):116-7.

domingo, 27 de abril de 2008

Las alergias en los niños: ¿qué deben saber los padres?

En los niños de los países de la Unión Europea, las alergias son las enfermedades más frecuentes después de las infecciones respiratorias. Son reacciones inmunitarias adversas del organismo a sustancias normalmente inofensivas para las personas no alérgicas. Hoy en día, afectan a más de un niño de cada cuatro.

Los síntomas más frecuentes de las alergias son: congestión nasal, moqueo, picor nasal y ocular (cuando se trata de rinoconjuntivitis alérgica primaveral). En caso de asma: "pitos" (sibilancias) y opresión con dificultad al respirar. En el eccema o dermatitis atópica: erupciones de la piel y picor. Puede haber tambien síntomas que afecten a los labios, la boca y la faringe.

No todos los niños con síntomas alérgicos deben someterse a pruebas de alergia, pero sí son necesarias cuando los síntomas presuntamente alérgicos persisten o aparecen de forma periódica y son intensos.

Como no siempre es posible evitar el contacto con el alérgeno (sustancia a la que es alérgica una persona: pólenes, ácaros del polvo doméstico, proteinas de alimentos, pelo de animales, etc.), sobre todo los procedentes de plantas, en caso de una alergia a una especie en particular, reducir la exposición mejorará notablemente la salud de su hijo.

Está muy difundida la idea errónea de que no se pueden realizar pruebas de alergia a lactantes o niños pequeños. En realidad, no hay edad mínima. La limitación reside más en saber si las pruebas pueden aportar la información que, en ese momento, se necesita. Existen distintas pruebas diagnósticas para la alergia. La más adecuada es aquella que le indique el médico que mejor conozca a su hijo.

En general, sólo se necesita utilizar un pequeño número de alergenos para hacerse una idea muy aproximada de la verdadera magnitud de la alergia responsable de los síntomas que presenta el niño. Esto se debe a que muchos alergenos de una misma especie están biológicamente vinculados. Por ejemplo, si su hijo ha tenido una reacción durante la estación de polinización de las gramíneas, basta hacer la prueba con una sola especie de gramínea.

Por último, los conocimientos que los padres pueden adquirir son uno de los medios más eficaces para ayudar a su hijo con problemas alérgicos. Es decir, más información significa que podrán ayudar a evitar que la enfermedad evolucione hacia formas más graves o crónicas. Y en todo caso: ¡con un poco de suerte, la alergia de su hijo desaparecerá al crecer! Adaptado del Boletín conjunto de la Oficina de Bruselas de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) y la Federación Europea de Asociaciones de Pacientes de Alergia y Enfermedades Respiratorias (EFA). www.efanet.org

domingo, 6 de abril de 2008

Víctimas y matones. "Bullying".

El profesor de universidad, Paulino Castells, trata en este libro el drama de la violencia en las capas jóvenes de la población, violencia que puede desarrollarse dentro de la familia, de la escuela o del barrio.

En el primer capítulo, el autor revisa las semillas de la violencia, el maltrato infantil, el abuso sexual infantil y las distintas estrategias para afrontar la violencia.

En el segundo capítulo estudia el origen de los niños tiranos y da consejos a los padres para prevenir y, si es necesario, reconvertir la tiranía del hijo.

En el tercer capítulo trata el tema del acoso escolar ("bullying"), con propuestas para el maestro y consejos para los padres del matón y para los padres de la víctima. Tambien proporciona normas preventivas de este fenómeno para los adolescentes.

En el cuarto capítulo traza el perfil del niño y del adolescente con alto riesgo de convertirse en delincuente y de formar parte de una banda delictiva. Asímismo, analiza la violencia en los estadios deportivos y considera los procedimientos de prevención y tratamiento de la violencia en niños y jóvenes.

En conclusión, con unas bases científicas de gran calidad, con una exposición sencilla y amena, con su filosofía de una nueva sociedad en la que no tengan cabida los "verdugos" y los "matones, el autor realiza una excelente puesta al día de este asunto tan interesante y, por tanto, los pediatras pueden tambien aconsejar la lectura de este libro a los padres y maestros con una finalidad preventiva. Ediciones CEAC S.A. (Barcelona 2007). Autor de la crítica: Dr. F. Prandi, Director de TTM-Pediatría, Prous Science, Barcelona.