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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

jueves, 28 de junio de 2007

Emergencias en niños. Primeros pasos a seguir.

Los padres pueden, en alguna ocasión, encontrarse ante una situación de emergencia y es comprensible la tensión a la que se ven sometidos si no han sido entrenados y cuando, además, se trata de socorrer a sus propios hijos.

Una atención adecuada durante los primeros minutos puede ser vital y es precisamente durante esos instantes cuando más confusión puede generarse.

En caso de accidentes o intoxicaciones graves, tales como heridas profundas, quemaduras extensas, atragantamiento, etc., los primeros PASos a seguir son:

(P) - Proteger - Hay que asegurar la protección del accidentado y del que va a socorrer.

(A) - Avisar - Servicios de Emergencia: tel. 112.
Información de Toxicología: tel. 91 562 04 20.

(S) - Socorrer - Una vez que se ha protegido y avisado, se pueden practicar los primeros auxilios al accidentado, siguiendo las instrucciones de los servicios de emergencia.

Adaptado de la Dra. M. De La Torre Espí. Presidenta de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP). Grupo 2 Comunicación Médica, S.L., 2007.

lunes, 25 de junio de 2007

Los niños y la bata blanca.

Aunque la bata blanca es un rasgo distintivo del médico, muchos pediatras han dejado de usarla para no cohibir a los niños.

Es evidente que no se trata de una cuestión trascendental pero sí muy discutida. Por ello, se han tenido en cuenta doce estudios para analizar si es mejor que el pediatra la lleve o no.

En estos estudios se observó que tanto los padres como los hijos prefieren que su pediatra, en lo que respecta a una mejor comunicación y relación con él, vista de una manera formal (bata incluida). Sin embargo, este dilema de la bata blanca es una cuestión relativa, ya que en los estudios realizados no se puede reflejar la opinión de los niños menores de 4 o 5 años, debido a su incapacidad para expresar sus preferencias. Y son precisamente estos niños pequeños los más impresionables.

Además, en un mismo grupo de edad, la actitud frente a la bata blanca puede diferir según las experiencias personales con los todos los demás profesionales de la salud y según la relación que tenga cada niño con su pediatra, ya que si es positiva, es posible que el niño no dé importancia a su forma de vestir.

Por consiguiente y por el momento, la decisión sigue estando en manos de cada pediatra en concreto. Adaptado de Walker, M.D. y cols. Ambul Pediatr 2007; 7(2): 201-202.

sábado, 2 de junio de 2007

Educación infantil: de un extremo al otro. "Decálogo para crear un delincuente".

Es obvio que la educación infantil basada en la represión y en el miedo es inaceptable y debe formar parte del pasado. Sin embargo, educar a los hijos es tambien enseñarles a que sus derechos llevan consigo obligaciones.

Desde muy pequeños y antes de llegar a la edad adulta, los niños deben aprender unas normas de convivencia. Y es a los padres a quienes les corresponde, fundamentalmente, enseñarles "las reglas del juego".

Evidentemente, ningún padre o madre quiere que su hijo sea "problemático" el día de mañana; pero, cuando se trata de educar, la dificultad es tal que las buenas intenciones, pueden producir, a veces, efectos contrarios a los que se pretenden.

A continuación, el autor, en clave de humor, expone una serie de ejemplos de lo que considera formas de actuación, por parte de los padres, que serán, sin duda, perjudiciales en el futuro.

"Decálogo para formar un delincuente":

1.- Comience desde la infancia dándole a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2.- No se preocupe por su educación moral o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que él pueda decidir libremente.

3.- Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto le animará a hacer más cosas graciosas.

4.- No le regañe nunca ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.

5.- Recoja todo lo que deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes... Así se acostumbrará a cargar las responsabilidades a los demás.

6.- Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no impida que su mente se llene de basura.

7.- Discuta a menudo con su pareja en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día que la familia, quizás por su propia conducta, quede destrozada.

8.- Satisfaga todos sus deseos, comodidades y placeres. El esfuerzo, el sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

9.- Póngase siempre de su parte en cualquier conflicto con sus profesores, vecinos, etc. Piense que todos ellos le tienen manía y que lo que quieren de verdad es fastidiarle.

10.- Déle todo el dinero que quiera, no vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

Adaptado de Emilio Calatayud. "Reflexiones de un juez de menores". 157-159. Colección Alminares. Ediciones Dauro. 2007.