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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

sábado, 19 de febrero de 2011

La lucha por la "poligamia".

El médico, como cualquier otro trabajador, tiene a menudo conflictos con su familia a la hora de cumplir con sus tareas en casa y en el trabajo. De hecho, mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida puede ser una causa importante de stress.

Cuando me refiero a la lucha por la "poligamia" no hablo en el sentido estricto de la palabra. Es decir, no pretendo, evidentemente, que nadie rompa las leyes de su matrimonio o fomentar las relaciones extramatrimoniales. Sí tengo, en cambio, la intención de hacer compatibles tres "matrimonios":

- El primero de los tres es el matrimonio verdadero: con nuestra pareja. Es una aspiración humana única. Siempre he aconsejado, cuando alguien se enfrente hasta el extremo de tener que decidir, que piense: "la familia es lo primero". Y yo me atengo a esa prioridad, sin duda.

- El segundo es un matrimonio con nuestro trabajo. Para nosotros los médicos, el trabajo es un equilibrio entre la atención al paciente, la educación, la investigación y la promoción de la salud. Como pediatras nos hemos comprometido para trabajar por los niños y sus familias. Hemos dedicado años de estudio y de práctica. La medicina, como cualquier otro trabajo, exige tambien una vida de aprendizaje y sacrificio. Pero la clave está en que el trabajo es algo que uno debe amar. Eso no quiere decir que carezca de decepciones, frustraciones y desafíos. Sin embargo, a lo largo de estos 30 años, yo no hubiera querido hacer otra cosa que ser pediatra.

- Y el tercero es un matrimonio con nosotros mismos. Y esto implica continuar con nuestras actividades personales, nuestros intereses externos y nuestras aficiones.

Estos tres matrimonios los hemos contraido cada uno de nosotros y nuestra lucha debe ser para conservarlos vitales, equilibrados, apasionados y en armonía.

La palabra "lucha" la he escogido porque, al igual que tantos ideales, valores y las mejores intenciones, uno nunca podrá alcanzar el logro perfecto. No debemos sentirnos culpables por ello. Lo más que podemos hacer es intentarlo. Y la lucha nos ayuda a estar más cerca de la meta deseada.

Tambien me he preguntado si éste es un asunto que afecta más a hombres que a mujeres, y he concluido que si bien el papel de ambos ha cambiado en nuestra sociedad de manera significativa, aún existen muchas barreras que saltar. El equilibrio trabajo-vida afecta a los hombres y a las mujeres. Además, el 72% de los pediatras jóvenes son mujeres que, al estar en edad de procrear, tendrán que compartir además otro impacto considerable.

Whyte señala que, aparte de otras medidas, a nivel personal es muy importante encontrar tiempo para el silencio - un bien escaso pero imprescindible -. Con unos instantes de soledad uno debe intentar realmente ponerse en contacto consigo mismo. Son los momentos para tratar de responder por sí mismo a las verdaderas y desafiantes preguntas. Whyte anima a imaginar, a luchar para mantener los tres matrimonios con vitalidad y convertirse así en un exitoso "polígamo".

Entonces, si es usted muy afortunado, como yo lo soy ahora, se encontrará en un momento especialmente dulce, rodeado de su familia y amigos, reconocido por el trabajo que le gusta hacer y disfrutando la gratificación personal.

Este fragmento de antigua filosofía china lo resume todo:

La felicidad es tener alguien a quien amar,
Es tener algo que hacer ,
Y algo que esperar.


Adaptado de Stephen Ludwig, MD.

Children's Hospital. Department of Pediatrics. University of Pennsylvania. Philadelphia.
Pediatrics Vol. 127 No. 2 February 2011, pp. 358-362 (doi: 10.1542/peds.2010-2171).

domingo, 6 de febrero de 2011

La clave del éxito está en el autocontrol.

La autodisciplina y la perseverancia en la infancia condicionan el triunfo en la vida adulta. Es decir, las habilidades de autocontrol de un niño pueden predecir la salud, la riqueza y los antecedentes penales de su vida futura, con independencia del coeficiente intelectual del crío o su clase social, según este estudio de la Universidad de Duke (Estados Unidos).

Para llegar a esta conclusión, publicada en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences", Avshalom Caspi, autor principal de la investigación, y sus colegas recopilaron información sobre más de 1000 participantes en Dunedin (Nueva Zelanda), que fueron seguidos desde el nacimiento hasta los 32 años.

Basándose en las evaluaciones periódicas de los profesores, los padres, los observadores y los propios participantes, estos investigadores han encontrado que, incluso teniendo en cuenta la condición social y el coeficiente intelectual, los niños que demostraron altos niveles de autocontrol a edades tan tempranas como los tres años tenían menos probabilidades de sufrir de adultos problemas comunes de salud, adicción a las drogas, dificultades con la administración del dinero, criar a un niño en un hogar monoparental, o ser condenado por un delito.

Un resultado que volvió a confirmarse en una segunda muestra con 500 gemelos británicos no idénticos. En esta ocasión , el hermano que tenía menor nivel de autocontrol a los cinco años tenía tambien más probabilidades que el otro gemelo de empezar a fumar, tener un bajo rendimiento en la escuela, y participar en conductas antisociales a los 12 años, según los autores del informe.

Pero si el comportamiento se reconduce se pueden obtener buenos resultados. Los niños cuyo autocontrol fué mejorado durante el estudio obtuvieron mejores puntuaciones de adultos en las medidas de salud, riqueza e historia delictiva de lo que estaba previsto por sus resultados en el inicio del estudio. Por tanto, los investigadores concluyen que las intervenciones tempranas para mejorar el autocontrol pueden beneficiar a los niños de toda clase, incluso los que se encuentren en un mayor nivel de riesgo.

Tomado de C. G. Madrid. 25/01/2011. ABC Periódico Electrónico S.L.U.
http://www.abc.es/20110125/sociedad/abci-autocontrol-exito-201101251023.html