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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

domingo, 28 de octubre de 2007

Humidificadores domésticos para niños.

Existe la creencia popular de que la humedad ambiental alivia los síntomas de las afecciones del aparato respiratorio. El empleo de "vahos", ya sea de eucalipto, otras plantas aromáticas o agua sola ha dado paso a una gran variedad de humidificadores para uso doméstico.

Los pediatras deberían ser los principales responsables de informar y orientar a las familias. El escaso conocimiento general acerca de la conveniencia y utilidad de estos aparatos justifica esta revisión.

Por el uso de las calefacciones en invierno, en muchos domicilios existe la costumbre de dejar un recipiente lleno de agua en las habitaciones para que al evaporarse disminuya la sequedad ambiental y sus efectos secundarios. Así como la temperatura elevada con escasa humedad es desfavorable para la salud, tambien lo es con exceso de humedad.

En condiciones normales, sea cual sea la humedad relativa y la temperatura, el aire llega a los pulmones a 37 grados y con el 100% de humedad. Es decir las fosas nasales son capaces de humidificar el aire inspirado hasta el 80-90% y de calentarlo hasta una temperatura de 32-34 grados.

En ambientes secos, o en determinadas situaciones en las que el niño padece fiebre o congestión nasal, si el aire entra a través de la boca, llega a la laringe peor acondicionado, más frío y más seco, pero la calefacción y la humedad que falta se completa en la tráquea y en los bronquios.

Evidentemente, si respiramos aire a 37 grados y con el 100% de humedad, la situación es beneficiosa para la mucosa respiratoria, pero no para el conjunto del cuerpo humano.

Los humidificadores ultrasónicos y los vaporizadores calientes son los que se encuentran con mayor facilidad en el mercado. En la actualidad, no existe una indicación clara para que sean considerados imprescindibles.

En conclusión, la creencia de que el aire húmedo proporciona alivio a los niños con congestión nasal importante necesita más estudios para confirmarla. En el caso de las laringitis, resultan más útiles los que proporcionan vapor frío.

Por otro lado, no deben utilizarse en niños alérgicos y asmáticos debido al riesgo de dispersión de alergenos y contaminantes que puedan desencadenar posibles crisis.

Finalmente, la humedad ambiental debe mantenerse, en condiciones ideales, entre el 40 y 60%, con el fin de reducir la incidencia de las infecciones respiratorias y la severidad de las reacciones asmáticas y alérgicas. Si se van a emplear humidificadores es aconsejable disponer de un sencillo medidor de humedad para, de este modo, utilizarlos, cuando las circunstancias lo justifiquen. Adaptado de la Dra. V. Trenchs Sáinz de la Maza y cols. An Esp Pediatr 2002;57(3):231-7.

De vuelta a casa con el recién nacido.

Para la mayoría de las madres, las primeras semanas en casa con un bebé recién nacido son, a menudo, las más difíciles de su vida, especialmente si se trata del primer hijo.

La madre se sentirá agobiada y la falta de sueño la dejará fatigada. El cuidado de un bebé puede ser una responsabilidad estresante y, muchas veces, solitaria. No se puede esperar que una persona cuide a su pequeño por sí sola. La solución consiste en pedir ayuda.

Todos los bebés se pueden despertar una o más veces durante la noche. Cuando duerme durante el día, la madre tambien puede hacer lo mismo. El niño no necesita que su madre esté con él, a su lado, mientras duerme. Si las madres no se cuidan, tampoco podrán cuidar a sus hijos.

Más del 50% de las mujeres sufren depresión al tercer o cuarto día después del parto. Los síntomas incluyen llanto, fatiga, tristeza y dificultad para pensar con claridad. La causa principal de esta reacción es la reducción brusca de las hormonas del embarazo.

Como estos síntomas generalmente empiezan el día en que la madre llega a casa del hospital, un factor que tambien puede contribuir a la depresión es el impacto de sentirse totalmente responsable de un recién nacido que depende de ella para todo.

Por ello, muchas madres se sienten desilusionadas y culpables, porque se les había inculcado la idea de que deberían estar llenas de alegría. Afortunadamente, casi siempre, la depresión postparto desaparece en un período de 1 a 3 semanas, cuando los niveles hormonales vuelven a la normalidad. Sin embargo, durante ese tiempo, las madres no deben tratar de ser unas "supermamás" para impresionar a las visitas, tampoco deben reprimir el llanto y sí tienen que contemplar la posibilidad, cuando no se sientan mejor, de solicitar apoyo psicológico o médico.

Además, desde el principio, es muy importante que la madre, disponga, todos los días, de un poco de tiempo para ella. Debe tambien salir de casa y hablar abiertamente de sus sentimientos con su esposo, o con una amiga. La época de la falta de participación del padre ya pasó y, por supuesto, el bebé tambien necesita una relación estrecha con él. Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".

Masaje cardíaco en los colegios. Un ejemplo de educación para la salud.

A pesar de que la práctica de la reanimación cardiopulmonar permite salvar vidas en situaciones cotidianas de emergencia fuera del entorno hospitalario, menos del 1% de la población puede realizarla con efectividad.

El modo más eficaz para solucionar este problema sería enseñar la técnica en la edad escolar. Varios organismos, como la Cruz Roja, han organizado cursos de reanimación cardiopulmonar dirigidos principalmente a niños a partir de 10 años, ya que a esta edad es más probable que desarrollen el pensamiento abstracto y además ya tienen la capacidad física de realizar compresiones torácicas.

Sin embargo, está demostrado que esta habilidad de realizar una reanimación cardiopulmonar eficaz se va perdiendo con el tiempo, por lo que hay que llevar a cabo cursos de recuerdo, para convertirla en una capacidad de por vida.

En conclusión, a pesar de que uno de los principales problemas para implantar este tipo de cursos es la falta de financiación, se pone de manifiesto que el ambiente del colegio es el más apropiado para enseñar estas técnicas y que su enseñanza aumenta la autoestima del niño y a la vez permite salvar vidas. Adaptado de Maconochie, I. , Jones, I. y cols. BMJ 2007; 334(7605): 1174, 1201.