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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

sábado, 20 de enero de 2007

TDAH. Metilfenidato en fines de semana.

El metilfenidato es bien tolerado por la mayoría de los pacientes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Estudios previos han demostrado que sólo hay cuatro efectos secundarios que aumentan en relación con la dosis: pérdida de apetito, insomnio, dolores abdominales y cefalea.
La suspensión del tratamiento de metilfenidato durante los fines de semana se asocia de forma significativa con menos insomnio y más apetito. Sin embargo, excepto casos específicos, no se recomienda esta interrupción del tratamiento con el propósito de mantener su eficacia. Tomado de Martins, S. y cols., J Child Adolesc Psychopharmacol 2004: 14: 195-206.

Probióticos en alimentación infantil.

La definición más reciente de probióticos es la de "preparados de células microbianas o de sus componentes con un efecto beneficioso para la salud y el bienestar del nuestro organismo". Los prebióticos son componentes alimentarios no digeribles (fructooligosacáridos) cuya misión consiste en estimular selectivamente el crecimiento y la actividad de dichas bacterias intestinales (lactobacilos bífidos). Los simbióticos son mezclas de probióticos y prebióticos.
El mejor efecto de los probióticos sobre la salud es el acortamiento del periodo sintomático de la gastroenteritis infecciosa aguda (diarrea). Un estudio, con evidencia científica probada, expone que el consumo de leches infantiles suplementadas con probióticos es bien tolerado y seguro. Se observa tambien un crecimiento infantil adecuado, una menor presentación de cólicos o irritabilidad y una menor frecuencia de uso de antibióticos y de sus efectos secundarios (diarrea por alteración de la flora intestinal). Tomado de J.M. Saavedra. Am J Clin Nutr 2004; 79:261-267.

El pediatra y el teléfono: una difícil actuación.

La modificación de los modos de vida o el deseo de una respuesta rápida a un problema pueden explicar por qué las familias recurren al teléfono para solicitar información de su médico. La pediatría se ve particularmente implicada en esta evolución. Los médicos son conscientes de las dificultades y limitaciones que tienen con este recurso. Es evidente que esta forma de consulta presenta inconvenientes, porque para evaluar la situación, el médico solamente puede basarse en la información proporcionada por la familia. Sin ver al paciente, es más probable un error de apreciación y más difícil proponer una pauta adecuada a seguir. Además, las condiciones especiales de la consulta telefónica frente a la visita convencional son: la brevedad de la conversación, la ansiedad familiar y la falta de una mayor disponibilidad del médico, que está atendiendo, al mismo tiempo, a otro niño, en la consulta.
Por otro lado, no cabe duda, que el teléfono es una herramienta muy útil para verificar el seguimiento o la evolución de un problema.

La Academia Americana de Pediatría propone una serie de recomendaciones éticas:
- A una familia que no se conoce se impone ofrecerle una alternativa: o bien proponer ver al niño o bien orientar a la familia a otro centro.
-Asegurarse de que se han comprendido bien las recomendaciones o instrucciones y la forma de atender al enfermo, por parte de la familia.
-Mantener al paciente dentro de la confidencialidad.
-Guardar referencias de la llamada.
-Protocolizar al máximo el interrogatorio telefónico.
-Evitar la prescripción de medicamentos por teléfono; únicamente hacerlo de forma muy prudente.
-Aconsejar, después de toda consulta nueva telefónica, una visita al paciente, si es posible.

En conclusión, este modo de atención no es, desde luego, la panacea, y en todos los casos debe procurarse la visita en el consultorio u hospitalaria. No obstante, dado que nunca debe negarse una respuesta y puesto que no es posible siempre ver a los niños en la consulta, el teléfono continuará siendo en los años venideros una parte del panorama médico. Tomado de B. Chevalier y cols.; grupo de Pediatría General de la Sociedad Francesa de Pediatría, Arch Pediatr 2004; 11(9): 1033-1035.

Paracetamol y sobredosis.

En lactantes y niños febriles que reciben dosis adecuadas o ligeramente superiores a las recomendadas de paracetamol no hay pruebas de toxicidad hepática. Pero, por otra parte, es natural que un número significativo de padres desconozca los posibles peligros de los fármacos. Se considera que el paracetamol puede aceptarse como relativamente seguro incluso en el caso de ingestión de una dosis doble de la recomendada. Es importante resaltar que los padres sean informados del claro potencial tóxico de la sobredosis, tanto en una sola toma como en dosis múltiples. Tomado de R. Shaoyl y cols., Acta Paediatrica 2004; 93(5): 618-622.

TDAH y Atomoxetina

Aún no hay pruebas convincentes de que la atomoxetina tenga la misma eficacia y la misma tolerabilidad que el metilfenidato para el tratamiento del trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad. Así pues, se mantiene la recomendación de que, mientras no se disponga de más datos, se reserve la atomoxetina para los pacientes que no respondan bien o que tengan problemas para tolerar los estimulantes, así como para aquellos que rechazan este tipo de fármacos por tratarse de sustancias controladas. Tomado de Med Lett Drugs Ther (ed. esp.), 2004; 26(19):73-76.

¿Nuevos antidepresivos en pediatría?

La realidad es que los niños y adolescentes con depresión presentan un riesgo aumentado de intentar y cometer suicidio. El reconocimiento y tratamiento adecuado de niños con trastornos depresivos es de una importancia vital. Sin embargo, al encargarse de estos pacientes, el médico debe tener en cuenta que los nuevos antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) han demostrado su eficacia en adultos pero aún no ha sido probada en niños. Tomado de B. Vitiello y S. Swedo, New Engl J Med 2004; 350:1489-1491.

Biberones y lactantes pequeños.

Los productos lácteos son un medio donde fácilmente proliferan las bacterias. Para minimizar el riesgo de infección en lactantes criados no exclusivamente a pecho, se hacen recomendaciones para la preparación y el manejo de las fórmulas de leche en polvo para los lactantes de menos de dos meses, que no deben olvidarse. En el hogar, las fórmulas para el lactante deben ser preparadas en cada toma de alimento y no debemos olvidar que es imprescindible el lavado previo de manos con agua y jabón. Cualquier cantidad de leche sobrante debe ser desechada y no debe usarse para la toma siguiente. Los alimentos para lactantes tampoco deben mantenerse nunca calientes en termos o calientabiberones. Si se prepara anticipadamente la fórmula, se hará diariamente y se guardará a cuatro grados centígrados o menos. Tomado de ESPGHAN Committee on Nutrition, C. Agostoni y cols., JPGN 2004; 39(4): 320-322.