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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

sábado, 31 de marzo de 2012

Madres de gasa, de alambre y de verdad

Parte del conocimiento que hoy tenemos sobre la influencia de los primeros vínculos maternos en la maduración saludable de los bebés fué adquirida inicialmente en experimentos con monos.

Uno de los investigadores más reconocidos fue Harry F. Harlow (1905-1981), profesor de Psicología Experimental de la Universidad de Wisconsin, quien dedicó prácticamente toda su vida a investigar este tema.

Las metódicas observaciones que Harlow hizo trabajando con monos en su laboratorio culminaron en su famoso estudio titulado "La naturaleza del amor" (1958). Lo primero que observó fue que los monos recién nacidos que eran separados de sus madres mostraban graves problemas en su crecimiento, y algunos incluso morían prematuramente, a pesar de no faltarles alimento.

Harlow tambien se percató de que, a los pocos días de venir al mundo, los monos que no vivían con sus madres se encariñaban con los trozos de gasa que acolchaban el suelo de metal de sus jaulas, hasta el punto de protagonizar grandes rabietas cuando, por motivos de higiene, se les retiraban las almohadillas. Esta observación movió al investigador y a su equipo a estudiar la adaptación de los monos bebés a dos tipos de madres artificiales.

La primera de ellas consistía en un bloque rectangular de madera envuelto en una capa de esponja recubierta de gasa o tela suave. Según Harlow, esta madre sintética era blanda, tierna y accesible las veinticuatro horas. Era "una madre con infinita paciencia, que nunca se enfadaba con su cría, ni la golpeaba ni la mordía". La segunda sustituta materna estaba hecha de alambre blando. La diferencia fundamental entre las dos madres artificiales era la calidad y el confort del contacto físico. Ambas "madres" tenían un biberón de leche en la parte superior y a los pies había una manta térmica forrada de algodón. Harlow colocó a las dos madres en una jaula espaciosa. Los pequeños monos eran libres de moverse y elegir la madre artificial que prefiriesen.

Durante seis meses los investigadores anotaron el tiempo que los monos pasaban con cada madre. Los resultados demostraron con claridad que los pequeños monos preferían la madre de gasa a la madre de alambre; incluso cuando la madre de alambre era la única que tenía biberón, los monos pasaban con la madre de trapo ocho horas por cada hora que pasaban junto a la madre lactante metálica. De hecho, el contacto físico con la madre suave era la variable esencial en su desarrollo, mucho más significativa que la alimentación.

La conclusión de Harlow, en forma de hipótesis aplicada a los seres humanos, fue que la relación física frecuente y confortable entre la madre y los hijos es fundamental para el buen desarrollo durante la infancia. "No sólo de leche viven los bebés", solía decir, aludiendo a la frase evangélica.

Tomado del Profesor Dr. Luis Rojas Marcos, autor del libro "La Autoestima. Nuestra fuerza secreta". Espasa Libros, S. L. U., 2010; 77-79.

lunes, 19 de marzo de 2012

Las cinco reglas de oro para prevenir el asma

La falta de lluvia, el aumento de la contaminación, las altas temperaturas o la floración de las plantas han aumentado los casos de asma en las consultas médicas. La mejor manera de evitar esta enfermedad es sin duda prevenirla.

Para poder detectar aquellos aspectos que desencadenan el asma y aprender a controlar las crisis es fundamental seguir cinco reglas de oro:

1. En primer lugar hay que identificar y vigilar, en lo posible, los desencadenantes del asma, que son los que provocan la irritación de las vías respiratorias. Desde la Asociación Asmatológica Catalana se informa que los más frecuentes son los alergenos tales como ácaros del polvo, pólenes, piel y saliva de animales domésticos, hongos, determinados alimentos, ciertos medicamentos y, en adultos, tambien las cucarachas.

Las infecciones virales, incluyendo el resfriado común y la gripe, son causas frecuentes así como el humo, los ambientes mal ventilados, los perfumes, el ejercicio físico y los cambios de clima.

2. En segundo lugar, los pacientes asmáticos o sus cuidadores deben prevenir las crisis tomando conciencia de la enfermedad y observando el comportamiento del propio cuerpo. En ocasiones las personas asmáticas se encuentran en una crisis sin haber notado las primeras señales de alarma. Por esta razón pueden ser muy útiles los medidores de flujo espiratorio (aparatos portátiles que miden la capacidad respiratoria).

3. La tercera regla sería tomar la medicación para intentar controlar que no se produzcan ataques de asma, con un plan de actuación siempre prescrito por el médico. Desde la Asociación Catalana de Asma se insiste en que "los distintos tipos de asma se tratan de diferente manera". Algunos fármacos funcionan bien para unos y no tanto para otros. Los médicos advierten sobre las terribles consecuencias de sustituir los medicamentos apropiados por remedios caseros o por plantas medicinales y aseguran que "pueden poner en peligro la vida del paciente durante una crisis asmática, ya que estos recursos no son capaces de corregir la obstrucción y la inflamación de las vías respiratorias".

4. Cuando se acerca la primavera y más en épocas de sequía son mayores las posibilidades de sufrir crisis asmáticas a pesar de haber puesto en práctica las tres reglas anteriores. Es entonces cuando hay que tratar de controlar cada crisis según el plan de tratamiento personalizado, diseñado por el médico, paso a paso.

Normalmente para aliviar un ataque de asma se usa un broncodilatador inhalado de acción rápida. Sin embargo, los broncodilatadores tratan de impedir el espasmo de los músculos que rodean los bronquios pero no actúan contra la inflamación de la mucosa bronquial y la hiperproducción de mucosidad. Por tanto, se requiere tambien el uso de antiinflamatorios del grupo de los corticoides.

5. La quinta y última regla, pero no por ello menos importante, consiste en aprender a controlar los nervios durante las crisis. No se debe sentir pánico sino actuar con calma. Además, es conveniente comentar todos estos aspectos con el médico e informarse sobre las posibles novedades en medicamentos o en pautas de actuación contra el asma.

Adaptado de P. Santamaría. ABC digital. Madrid. 14 de Marzo de 2012.
www.abc.es/20120314/sociedad/abci-asma-crisis-soluciones-201203141125.html