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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

sábado, 6 de enero de 2007

"Doctor, si fuera su hijo: ¿qué haría usted?"

En realidad, cuando los padres acuden a la consulta con su hijo, esta pregunta, casi siempre, está en el aire, bien de forma explícita o tácita. Y merecen una respuesta. Si los padres necesitan un criterio experto de información técnica, el médico debe proporcionarles esta ayuda y explicarles que pueden tomar diferentes decisiones con el apoyo total del médico.
Cuando los padres simplemente quieren la confirmación de que están tomando decisiones razonables, los médicos deben ser generosos con su tiempo, apoyarles y decirles si ellos habrían tomado una decisión similar.
En cualquier caso, si no hay sinceridad entre los padres y el pediatra existe poca base para la confianza mutua y para una toma de decisiones compartida. Los pediatras han de establecer un equilibrio delicado; debemos dar a los padres la información precisa y honesta que reclaman pero no debemos presionarles ni dar la impresión de que nuestros valores son de alguna forma "mejores" que los suyos. Los médicos debemos facilitar más que dirigir la toma de decisiones de los padres. Tomado de Alexander A. Kon, MD. Pediatrics (Ed esp).2006;62(1):435-8

Krebs y La Infancia.

"Vosotros y vuestra familia llegareis a comprender claramente que el gran sanador final siempre será la propia naturaleza y que los fármacos, el médico y los padres no pueden hacer más que ayudar a la naturaleza, proporcionando las mejores condiciones para que vuestro cuerpo se defienda y se cure por sí mismo". Palabras del biólogo británico Hans Krebs a los niños.

La alimentación infantil en nuestro mundo.

En nuestra sociedad, supuestamente avanzada y rica en recursos de todo tipo, los organismos responsables deberían actuar a fin de que cada profesional sanitario pudiera promocionar hábitos saludables y una alimentación adecuada, desde tempranas edades - imprescindibles para la prevención de enfermedades cardiovasculares, obesidad, etc. - y dedicar el tiempo suficiente a informar a los padres de cuestiones tan relevantes como la nutrición infantil. Es cierto que los padres pueden acceder con facilidad a las normas de alimentación que su hijo debe respetar. Sin embargo, estas pautas son criterios generales de orientación que no necesariamente se ajustan a cada caso. Por tanto, al pediatra le corresponde personalizarlas y adaptarlas a las peculiaridades de cada niño en particular.