Ya hay investigaciones que demuestran que el éxito de una persona en la vida no se debe tanto a sus capacidades intelectuales como a sus aptitudes emocionales. Así lo refleja un estudio de The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations que atribuye el éxito de un individuo a sus capacidades intelectuales en un 23% y a sus aptitudes emocionales en un 77%. Sea así, o no, lo cierto es