En el paso de la infancia enterramos bajo las obligaciones muchos sueños. Este artículo es una invitación a rescatar los sueños que dejamos atrás, algunos de los cuales están reclamando un sitio en nuestra vida adulta para volver a sentirnos nosotros mismos.
Tenemos la misión de poner en nuestro horizonte aquello que un día iluminó nuestro corazón y entregarnos a la tarea de lograrlo. La vida pondrá todo lo demás.
Tomado de Francesc Miralles. El País Semanal. Nº 1.932; 20-22.