Hace treinta años, se publicaba: " los corticoides no están indicados en el tratamiento de la laringitis". En la actualidad, se anuncia todo lo contrario: "los corticoides son el tratamiento recomendado de la laringitis". Esto requiere una breve revisión. ¿Qué ha pasado durante este tiempo?
En 1979, se publicó un ensayo razonablemente realizado que demostraba el beneficio de la utilización de los corticoides en la laringitis, pero no fué suficiente para inclinar la torre de marfil. Hubo que esperar hasta 1989 para que un estudio demostrara científicamente la necesidad de utilizar corticoides en pacientes tan afectados como para ser hospitalizados.
La siguiente pregunta lógica fué si los corticoides podrían suponer un beneficio en niños con laringitis menos graves. Terry Klassen, destinado a convertirse en el investigador más vanguardista de la laringitis, demostró desde 1994 que, tanto en el hospital como fuera de él, los niños con laringitis más leve o moderada tratados con corticoides mejoran rápidamente. Además, disminuye el número de niños ingresados, hay menor pérdida de sueño, menos estrés de los padres y pocos regresan, al poco tiempo, al servicio de urgencia por necesitar, de nuevo, atención médica, a causa de la laringitis.
Las palabras de un ilustre médico (J.M. Charcot) bien podrían aplicarse a la odisea de los corticoides en la laringitis: "La enfermedad es muy antigua y nada sobre ella ha cambiado. Somos nosotros los que cambiamos cuando aprendemos". Adaptado de M. Tenenbein, MD. Pediatrics (Ed esp). 2005;60(1):13-4.