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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

miércoles, 31 de octubre de 2012

Carta de un hijo a los padres

- No me des todo lo que te pido.

- No me grites. Te respeto menos y me enseñas a gritar a mí también.

- No me des siempre órdenes. Si a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.


- Cumple las promesas buenas y malas.

- No me compares con nadie.

- No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión.

- Déjame valerme por mí mismo. Si haces todo por mí, yo nunca aprenderé.

- Cuando haga algo malo, no me exijas que te diga el porqué. A veces ni yo mismo lo sé.

- Cuando estés equivocado, admítelo. Crecerá la buena opinión que tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.

- Cuando te cuente un problema mío, no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.

- Y quiéreme. Y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas que es necesario decírmelo.

Tomado de Jenny Moix, autora de "Más que Premios y Castigos". El País Semanal. Nº 1.879; 23-24.