La urticaria es una erupción de la piel que se caracteriza por la aparición repentina de ronchas rosadas, elevadas, con centros pálidos y que provocan en el niño un picor intenso. El tamaño de las ronchas varía desde 1 hasta 2-3 cm. de diámetro, aproximadamente. Las formas de estas ronchas son muy variables y su localización, el tamaño y también la forma cambian de manera rápida y repetida.
Generalmente es un síntoma de irritación nerviosa por acción refleja y en muchos casos se debe a una reacción alérgica a un alimento o medicamento, a una infección viral, a una picadura de insecto y a una gran variedad de substancias tales como ciertos componentes de cosméticos, pinturas, tejidos sintéticos, colorantes, etc.
Más del 10% de los niños llegan, alguna vez, a tener urticaria. Aunque, a menudo, no se llega a encontrar la causa, la mayoría de los que la desarrollan la tienen una sola vez. Las ronchas van y vienen durante 3 ó 4 días y luego desaparecen misteriosamente.
Los padres deben saber que hay que acudir, sin demora, a un servicio de urgencia:
- si el niño tiene dificultad para respirar o para tragar.
- si da la impresión de que la lengua se está inflamando.
- si se queja de dolor abdominal.
- si las ronchas han aparecido inmediatamente después de tomar algún medicamento, alimentos tales como frutos secos, pescado azul, mariscos o fresas, o tras la picadura de un insecto.
Asímismo, deben consultar con su pediatra:
- si el niño tiene fiebre.
- si hay inflamación o dolor en alguna articulación.
- si su hijo ha padecido una urticaria con anterioridad y la causa no fué descubierta.
El mejor tratamiento en casa para la urticaria es administrar al pequeño un antihistamínico adecuado, en composición y dosis, por vía oral y que será prescrito por el pediatra. Se debe continuar la medicación hasta 24 horas después de que las ronchas hayan desaparecido totalmente.
Aunque un antihistamínico no curará la urticaria, reducirá el número de ronchas y aliviará el picor. Un baño fresco o con agua tibia también puede hacer que el niño se sienta mejor. Mientras tanto, se debe intentar averigüar qué puede haberle causado la urticaria, para evitarlo en la medida de lo posible.
Para valorar la opción de indicar, por ejemplo, un tratamiento con corticoides, consulten de nuevo:
- si la mayor parte del picor no se alivia con antihistamínicos.
- si la urticaria persiste, a pesar de las tomas del antihistamínico.
- si los padres consideran que su hijo no mejora.
Adaptado de Dr. B. D. Schmitt, autor de "Your Child's Health".
Esta información se proporciona como un criterio general de orientación y educación que no necesariamente se ajusta a cada proceso en particular. Consulte a su pediatra cada caso.