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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

miércoles, 13 de agosto de 2008

¿Nuestro hijo puede ser autista?

Se estima que, en conjunto, el trastorno autista en todas sus variantes puede afectar a unos 5 de cada 10,000 niños, siendo 5 veces más frecuente en varones que en mujeres.

En el 5% de los casos existen antecedentes familiares de comportamientos autistas o de trastornos del lenguaje, pero aún no se sabe por qué se produce el autismo.

En realidad se trata de diversos trastornos, de diferente gravedad y evolución variable, que se caracterizan todos ellos por dificultad del niño para relacionarse con la gente, incluidos los padres, además de una deficiente utilización del lenguaje.

- El inicio de los síntomas suele ser antes de los tres años. Desde los primeros meses estos niños pueden ya manifestar problemas para establecer relación con las personas cercanas. Los padres refieren que desde la época de lactante era "poco cariñoso" y tardaba en sonreir en respuesta a los estímulos, o no sonreía en absoluto.

- Cuando van creciendo son capaces de pasar horas entregados a juegos solitarios, mostrándose retraidos en presencia de otros niños o adultos, e indiferentes a los intentos de comunicación. No parecen percibir los ruidos ni las voces, ni ver los objetos ni las personas. El contacto ocular es anormal o está ausente: poseen una mirada que parece mirar al horizonte como a través de la gente, o bien realizan miradas furtivas. Muestran un desinterés casi total, comportándose como si se hallaran solos. Como mucho se interesan por una parte del otro: su mano, un detalle de su vestimenta...

- Manifiestan un rechazo absoluto al contacto físico: si se intenta, el niño reacciona a veces de forma violenta, con agitación.

- Es habitual tambien que muestren un interés absorbente por determinados objetos, por la música o por conductas rituales (golpearse la cabeza, balanceo del cuerpo, ...). Los intentos de suspender o modificar estas conductas pueden provocarles una rabieta o reacción de ira.

- Necesitan que las cosas estén y funcionen de la forma a que ellos están acostumbrados, mostrando, con actitudes de ansiedad, escasa tolerancia a los cambios.

- Presentan con frecuencia movimientos repetidos de dedos, manos, brazos y piernas, balanceo del cuerpo, rotación de la cabeza, ...

- Aunque sólo sea para manipularlos, muestran, como hemos dicho anteriormente, un interés exagerado por ciertos objetos, en especial los rotatorios.

- Realizan algunos movimientos característicos, aprendidos y repetitivos (estereotipias): chasquidos con una cuerda, encender y apagar la luz, romper el papel en tiras pequeñas, dar la vuelta a un coche de juguete y hacer girar sus ruedas en vez de hacerle avanzar por el suelo.

- Todos los niños autistas tienen un deficiente uso del lenguaje, aunque en diferente grado. Muchos de ellos no poseen lenguaje, o no emiten sonido alguno o solamente se expresan de una forma particular no entendible. Aproximadamente el 50% de los niños con trastornos del espectro autista llegan a desarrollar un lenguaje oral, que es poco comunicativo y se caracteriza por presentar: repetición de frases más o menos prolongadas (ecolalia), mal uso de los pronombres (por ej., nunca utilizan "yo" para referirse a ellos mismos) y una alteración en el ritmo y entonación (hablan de una forma monótona, o como si cantaran). Los que tienen capacidad oral, repiten con frecuencia una y otra vez las mismas preguntas.

- En algunos casos pueden mostrar talentos notables (por ej., concentrarse en letras o números; memorizando, con facilidad y rapidez, matrículas de coches) y a pesar del déficit o ausencia de comunicación, suelen ser niños tranquilos y con aspecto guapo e inteligente. Su desarrollo físico es normal, sin problemas en la ganancia de peso y talla. Su salud es buena y tampoco suelen presentar problemas de motricidad, por lo que no suele haber, por ejemplo, retraso en empezar a sentarse o a caminar.

Dada la diversa severidad de los síntomas según los casos y una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento debe ser, evidentemente, individualizado. Se trata, en definitiva, de mejorar, en la medida de lo posible, sus relaciones sociales, su lenguaje y su aprendizaje.

La intervención precoz e intensiva puede mejorar el resultado de forma muy importante. El aumento del coeficiente intelectual y la presencia de un lenguaje con sentido a la edad de 5 años son indicadores de un pronóstico favorable. Un 20% de los niños con comportamiento autista en sus primeros años se puede integrar gradualmente en la sociedad, aunque siga manteniendo, en ocasiones, un comportamiento "peculiar". Adaptado de Dr. J. Benito Fernández, Pediatra y cols. Pediatría para Padres (III); 52-54. Ed. Ergon. 2002.

Malos tratos a las mujeres: ¿cuál debe ser el papel del pediatra?

Los pediatras se encuentran en condiciones de descubrir los malos tratos a las mujeres y su intervención es tambien una forma decisiva de prevenir el maltrato infantil, pues los niños cuyas madres son objeto de violencia presentan una mayor probabilidad de ser víctimas de ella. Aunque el niño no sufra agresión física, ser testigo de la violencia doméstica puede ser igualmente traumático para él.

La Academia Americana de Pediatría reconoce la importancia de mejorar la capacidad del médico para descubrir los actos violentos de la pareja, así como los malos tratos a los niños y otras formas de violencia familiar.

Además, las mujeres embarazadas pueden estar expuestas a un riesgo más elevado y ello puede causar tambien una lesión en el feto. El 8% de una muestra al azar de mujeres que acudieron a una clínica prenatal declararon, al ser interrogadas de un modo confidencial y delicado, que padecían malos tratos.

Si las mujeres revelan que son objeto de malos tratos por parte de sus compañeros pueden recibir amenazas de muerte. Por consiguiente, dicha revelación es a menudo extremadamente atemorizante y es posible que no se produzca, a menos que la mujer advierta que puede mejorar su situación y no agravarla. El riesgo de lesiones puede aumentar cuando la pareja se encuentra en trámites de separación.

No es probable que las madres que son víctimas de malos tratos busquen ayuda en el pediatra. Sin embargo, si los pediatras sospechan que están ocurriendo actos violentos en el seno de una familia deberán encarar el asunto lo antes posible; con comprensión, delicadeza y de modo absolutamente confidencial. Algunas preguntas pueden ser útiles: "¿Hay gritos o empujones? ¿Alguien se lastima? ¿Qué ocurre cuando su marido y usted discuten?". Aunque todas estas cuestiones forman parte de un asesoramiento especializado, incluido en programas de formación para aprender las técnicas de intervención en esta materia, los pediatras deberán en todo caso solicitar ayuda a los equipos de la comunidad con experiencia en aconsejar a las víctimas de malos tratos.

En conclusión, es evidente que los niños que crecen en un ambiente de violencia son más propensos a adoptar tambien una conducta violenta en el futuro y los pediatras deben estar en condiciones de intervenir para romper este círculo. Adaptado de J.A. Bays, MD. y cols. Committee on Child Abuse and Neglect. Pediatrics (ed. esp.) Vol. 45, núm. 6, 1998; 449-450.


lunes, 21 de julio de 2008

Secador de oidos para niños.

Es evidente que la infección o inflamación del conducto auditivo externo, es decir la otitis externa, tiene menos impacto social y médico que la otitis más allá del tímpano (otitis media). Sin embargo, los padres preguntan frecuentemente sobre la limpieza del conducto auditivo externo (CAE) y los riesgos de entrada de agua, en especial, cuando el niño es pequeño o un bebé.

Las otitis externas, tambien llamadas otitis del nadador, son más frecuentes en adolescentes, deportistas y profesionales que practican actividades en el mar o piscinas, como: nadadores, buceadores, surfistas, navegantes, etc. En el niño son habituales en verano, especialmente cuando las condiciones sanitarias del agua (mar, piscinas, parques acuáticos, duchas) no son las adecuadas.

Hasta ahora la prevención de este tipo de infecciones pasaba por dar pequeños golpes en la cabeza con el fin de intentar expulsar el agua, o bien poner unas gotas de alcohol o vinagre para evitar el desarrollo de bacterias.

Un médico especialista en Otorrinolaringología, Hamilton P. Collins, ha desarrollado un "secador de oido" denominado Sahara DryEar. Este pequeño instrumento, parecido a un termómetro de infrarrojos, crea un flujo de confortable aire caliente durante unos 80 segundos, secando completamente el CAE.

El aire caliente tiene diversas propiedades para ser efectivo en la prevención de las otitis externas, ya que ejerce un efecto positivo sobre varios componentes del interior del CAE: el cerumen (material semisólido producido por glándulas), los cuerpos extraños ambientales, el agua retenida con productos químicos, la sudoración, los restos de la descamación de la piel y los microorganismos como bacterias y hongos. Un desequilibrio entre estos componentes puede dar lugar a otitis externas o a tapones de cera. Todo ello es un problema añadido cuando al niño se le colocan tapones de silicona o prótesis auditivas. La colocación de los mismos empuja hacia dentro el cerumen y, aparte de ocluir el CAE, obstruyen el audífono.

Este instrumento dispone de un chip computarizado que regula el flujo de aire caliente y su dirección. Se entrega con 5 toberas intercambiables de diferentes colores para que los componentes de la familia que lo usen puedan identificarlas.

El funcionamiento es muy sencillo y tiene dos efectos: el primero es la evaporación del agua por el aire caliente y el segundo es para secar los componentes antes citados, impidiendo el crecimiento de los gérmenes y la obstrucción del conducto. Sin embargo, hay que tener en cuenta que secar el conducto con mucha frecuencia puede disminuir la protección natural del oido.

El fabricante señala tambien su utilidad en las otitis medias supuradas porque el aire caliente seca la secreción purulenta y no causa molestias ni mareos al paciente. Asímismo, si al niño le han colocado un tubo de drenaje en el tímpano puede utilizarse para evitar que la infección pase del CAE al oido medio.

Este instrumento está equipado con una batería de litio que permite utilizarlo unas 50 veces antes de su recarga. No está disponible aún en España hasta que se haya adaptado a los ciclos eléctricos y sea aprobado por las normas europeas. Más información en : www.dryear.net
Tomado de Dr. S. García Tornel. Pediatría Integral. Vol. XII, núm. 4. Mayo 2008; 409-410.

sábado, 12 de julio de 2008

"Mi bebé ya sabe nadar".

Los programas acuáticos para lactantes y niños pequeños son cada vez más populares. Se calcula que, solamente en Estados Unidos, de 5 a 10 millones de lactantes y preescolares participan formalmente en estos cursos, que están enfocados hacia la adaptación al agua y las aptitudes para la natación e incluyen, asímismo, información sobre seguridad en el agua dirigida a padres y cuidadores.

Aunque son motivo de diversión para padres e hijos, los cursos no están diseñados para enseñar a los niños a que se salven por sí solos en el agua.

Sea cual sea el diseño o el objetivo de todos estos cursos, no pueden lograr que los niños pequeños comprendan los riesgos del agua ni pueden emplear estrategias adecuadas para evitarlos.

Los programas que afirman lograr que los niños estén seguros en el agua o a salvo de ahogarse deforman las posibilidades reales y ofrecen a los padres un falso sentido de seguridad sobre la permanencia de su hijo en el agua.

Las habilidades para la natación (es decir, la capacidad para realizar movimientos normales para nadar) deben diferenciarse de las que se necesitan para lograr la seguridad en el agua (es decir, la flotación para salvarse, la "natación" con conservación de fuerzas y, tambien, la conducta de seguridad fuera de la piscina). Sin un adiestramiento específico, los niños pueden realizar movimientos rudimentarios de natación cuando cumplen, aproximadamente, un año de edad. Los tipos de movimientos que muestra el niño al principio no son los tradicionales de la natación, sino que se trata de movimientos más básicos, similares al chapoteo de los perros.

Un estudio efectuado por Blanksby comunicó que las habilidades para nadar pueden adquirirse más fácilmente una vez que el desarrollo motor ha alcanzado el nivel de los 5 años de edad. Aunque algunos niños pueden aprender a nadar antes, los niños menores de 4 años requieren períodos más largos de adiestramiento para aprender estas técnicas y se hallan limitados por su menor capacidad neuromuscular. Además, cuando la enseñanza trata de mejorar el aprendizaje mediante la disminución del miedo al agua, los niños pueden ser incitados inconscientemente a meterse en el agua sin supervisión.

Sea cual sea el nivel de competencia de los lactantes y niños pequeños en el agua o en sus inmediaciones, es necesario que exista una supervisión estrecha y constante por parte de un adulto para evitar accidentes de ahogamiento total o parcial. Incluso un lapso muy breve sin vigilancia puede tener trágicas consecuencias. Se ha propuesto el concepto de "supervisión por contacto", es decir, se requiere que el niño esté en todo momento al alcance de la mano de la persona que lo cuida. Adaptado del Comité de Medicina Deportiva de la Academia Americana de Pediatría. Pediatrics (ed. esp.) Vol. 49, núm. 4, 2000; 267-269.

sábado, 21 de junio de 2008

El niño hiperactivo.

Del 3 al 5% de los niños, en su mayoría varones, tienen poca capacidad de atención. Este trastorno se llama trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH).

La capacidad normal de atención es de aproximadamente 5 minutos por cada año de edad del niño. Por lo tanto, un niño de 4 años debería ser capaz de concentrarse en una determinada tarea durante 20 minutos (nota: la capacidad de atención mientras el niño ve la televisión no cuenta).

El niño con poca capacidad de atención se caracteriza porque no ha aprendido: a escuchar cuando alguien habla, a esperar su turno, a completar una tarea o a volver a ella si ha sido interrumpida (nota: estas características pueden ser normales en niños de 3 ó 4 años de edad). Algunos niños tienen tambien hiperactividad asociada (actividad motora mayor que la normal) con síntomas de inquietud, impulsividad y apresuramiento.

Por supuesto, es posible que algunos niños con TDAH tengan alguna dificultad de aprendizaje asociada. Sin embargo, la inteligencia de la mayoría de estos niños es normal o superior a la media.

Es preciso tener en cuenta tambien que los niños que no hacen caso y los niños agresivos a veces son incluidos, por error, en la categoría de "hiperactivos". Muchos de estos niños "difíciles", incluso de 2 años de edad, deberán ser considerados como niños con problemas de conducta y tratados apropiadamente.

El TDAH es el impedimento más común del desarrollo. El autocontrol de estos niños es insuficiente, lo cual requiere que los padres ejerzan controles durante un período más prolongado. A menudo, este tipo de temperamento y la menor capacidad de atención con o sin hiperactividad son hereditarios. No se ha demostrado que ninguna lesión cerebral mínima cause TDAH.

Los niños con TDAH en las sucesivas etapas del desarrollo pueden mejorar significativamente si los padres y los maestros les brindan comprensión, orientación y, sobre todo, si fomentan en ellos la confianza en sí mismos. Cuando estos niños llegan a ser adultos, muchos tendrán una capacidad de atención satisfactoria; pero seguirán siendo "inquietos", tendrán que aprender a saber mantenerse ocupados y, en cierto sentido, no habrán superado el problema por completo. Afortunadamente, la sociedad no sólo aprende a tolerar estas características, sino que, en algunos ambientes, se aprecia mucho a las personas cuya energía es inagotable.

Unicamente los niños con un TDAH muy pronunciado podrían necesitar un asesoramiento vocacional adicional. Los padres deberán, asímismo, pedir ayuda a un psicólogo o psiquiatra infantil cuando hayan "perdido la esperanza" de mejorar a su hijo, cuando ya no sepan qué más se puede hacer y cuando su hijo: manifieste impulsos de agresión y destructividad no provocados, tenga accidentes a menudo, haya sido suspendido o expulsado de la escuela y cuando no pueda hacer amistades o no pueda conservarlas.

Guías generales para vivir con un hijo hiperactivo:

- El TDAH es una afección que requiere especial cuidado de los padres y colaboración por parte de la escuela. Aunque los padres no pueden estar seguros de que su hijo sea hiperactivo hasta los 3 ó 4 años de edad, sí pueden detectar y mejorar los problemas de conducta en cualquier momento después de los 8 meses de edad. Lo que se debe hacer principalmente es organizar la vida en el hogar y mejorar la disciplina del niño. Sólo después de que la conducta del niño haya mejorado podrá saberse si tiene poca capacidad de atención y si es hiperactivo.

- Hay que aceptar el hecho de que el niño es intrínsecamente activo y lleno de energía, y que posiblemente siempre lo será. La hiperactividad no es intencional y no hay que pensar en eliminarla, sino simplemente mantener cierto control. Toda crítica o todo intento de transformar a un niño "demasiado activo" en un niño "tranquilo" o un niño "modelo" será contraproducente y causará más daño que beneficio. Nada le ayuda más a un niño hiperactivo que la tolerancia, la paciencia y la moderación de los padres.

- Se debe procurar que el niño pueda desahogar su exceso de energía (esta energía no puede ser reprimida ni almacenada): actividades diarias al aire libre, tales como correr y hacer deportes. Cuando hay mal tiempo, el niño necesita una habitación donde pueda jugar como quiera, con un mínimo de restricciones y supervisión. No conviene que tenga demasiados juguetes, porque eso contribuiría a que se distraiga más, pasando de un juguete a otro, en lugar de concentrarse en uno.

- Aunque se le permita al niño expresar su hiperactividad, hay que cuidar de no estimularle innecesariamente. No se deben iniciar juegos bruscos ni permitir que sus hermanos o amigos le instiguen a juegos ruidosos. Debe pues impedirse la estimulación de un comportamiento hiperactivo porque éste se puede convertir así en el estilo principal del hijo en su trato con las demás personas.

- Las rutinas en el hogar y una casa bien organizada ayudan a que el hijo acepte el orden. Se debe mantener, hasta donde sea posible, la regularidad a la hora de levantarse, para las comidas, al acostarse, etc. En general, se debe mantener la televisión apagada. Un ambiente relativamente tranquilo le permite escuchar y pensar mejor.

- Los padres deben procurar que su hijo no se fatigue. Cuando un hijo hiperactivo está agotado, a menudo pierde el dominio de sí mismo y la hiperactividad empeora. Si les parece que no pueden "apagar el motor" prueben a tomarlo en brazos, mecerlo suavemente e intentar que se duerma o descanse.

- Hasta que no haya adquirido suficiente autodominio, evitar en lo posible llevarlo a reuniones formales y reducir las veces que va a tiendas y supermercados. Es fundamental elogiarlo si, en vez de interrumpir cuando se está hablando, se entretiene jugando por su cuenta.

- Nadie duda de que estos niños son difíciles de manejar, ya que requieren una disciplina planeada cuidadosamente. Las reglas son, principalmente, para evitar que el niño se haga daño o lastime a otros. La conducta agresiva, tal como morder, golpear y empujar no debe ser tolerada en el niño hiperactivo, lo mismo que en los demás. Pero hay que olvidar las reglas innecesarias o imposibles de cumplir; es decir, no esperemos que mantenga las manos y los pies quietos, por ejemplo. Hagamos que cumpla varias reglas claras, firmes e importantes y evitemos los contínuos comentarios negativos tales como "no hagas esto", "deja ya de hacer lo otro", ...

- Las reglas nunca se deben hacer cumplir con castigos físicos; pues, de esta forma le sugerimos al niño que el comportamiento físicamente agresivo es aceptable. Si queremos enseñarles a nuestros hijos a que sean menos agresivos debemos darles ejemplo de control y de calma. Si gritamos, ellos harán lo mismo. Si se porta mal, hay que castigarlo en el momento. Es decir, si una expresión de desaprobación no surte efecto, hay que aislarlo, durante un momento, sentado en una silla o en una habitación. Esta suspensión temporal debe ser de aproximadamente un minuto por cada año de edad del hijo. Sin este sistema, el éxito será poco probable.

- Los padres no debemos esperar hasta que nuestro hijo esté en edad escolar, pensando que el maestro modificará su comportamiento. Para cuando el niño tenga 5 años ya deberá tener una capacidad de concentración de por lo menos 25 minutos y es así como podrá desempeñarse de forma adecuada en el colegio. Para mejorar su atención hay que reservar cada día varios períodos breves y leerle libros, enseñándole así a escuchar (habrá que comenzar por libros con muchas ilustraciones, avanzando gradualmente hasta leerle cuentos). Enseñarle, por ejemplo, el juego de emparejar figuras es un ejercicio excelente para fortalecer la memoria y desarrollar su capacidad de atención. Cuando se inquiete, hay que parar el juego y volver a intentarlo más tarde y si presta atención es fundamental elogiarlo. Este lento proceso requiere grandes dosis de paciencia pero es de incalculable valor.

- Al hijo hiperactivo se le debe proteger de cualquier reacción exagerada de los vecinos. En todo caso, se les debe pedir ayuda. La imagen de niño "malo" no debe llegar al hogar. La actitud que debe prevalecer siempre en su casa es que es un "buen niño con exceso de energía". Debe, por tanto, sentirse querido y aceptado en la familia. Y mientras así sea, seguirá teniendo una imagen positiva de sí mismo. Si no va bien en la escuela, se le iniciará en un pasatiempo relacionado con algo que él sepa hacer, para ayudarle a sentirse autosatisfecho.

- Tener que estar con alguno de estos niños 24 horas al día agotaría a cualquiera. Un descanso, de vez en cuando ayuda a tolerar el comportamiento hiperactivo. Si solamente el padre trabaja fuera de casa, cuidar a su hijo, cuando esté en el hogar, proporcionará descanso a la madre y le hará comprender mejor lo que a ella le toca enfrentar durante todo el día.

-Una vez que el niño entra en la educación primaria, la escuela se deberá encargar tambien de ofrecer programas apropiados con el objetivo primordial de seguir ayudando a mejorar su capacidad de atención, su aprendizaje, su autodisciplina y su amistad con los compañeros.

- Por último, algunos fármacos pueden mejorar la capacidad de concentración. En general, no conviene emplearlos antes de la edad escolar ni evidentemente antes de que el niño haya sido convenientemente evaluado. Los medicamentos sin programas de educación especial individualizada y sin un enfoque apropiado en el hogar no tienen beneficios a largo plazo. Adaptado de B.D. Schmitt, MD. Your Child's Health.

domingo, 8 de junio de 2008

Las vacunas infantiles y su reputación.

Durante los últimos años, el prestigio de las vacunas infantiles se está perdiendo seriamente. Uno de los últimos golpes surgió cuando dos madres famosas presentaron el impresionante relato de sus hijos autistas y atribuyeron esta enfermedad a la vacuna del sarampión.

Sin embargo, cuando se trata de defender las vacunas, se toman dos medidas y ninguna es eficaz. La primera es hacer público un informe científico claro, en cierto modo comprensivo con los padres de los niños autistas, pero escrito en un lenguaje prudente y cauteloso. Por esta razón, suscita duda en los lectores. La segunda táctica es la de simplemente pasar por alto cualquier ataque a las vacunas para no salir a la palestra. Así, de esta otra manera, el silencio puede interpretarse como que se intenta ocultar la verdad.

Por tanto, se necesita una nueva estrategia. El asunto de las vacunas es otro más de los muchos que aparecen a diario en los medios de comunicación. En este caso, los grupos "antivacuna" están bien organizados y son apasionados en sus declaraciones. Utilizan métodos populares para hacer llamamientos de intenso dramatismo y logran así que los padres se lo piensen mucho antes de vacunar a sus hijos. Cuando se enteran de que un niño es autista, comparten el sufrimiento de los padres y atribuyen rápidamente la culpa a la vacuna. Con lógica o no, la gente no olvida esta forma de habilidad emocional. Y, por otra parte, los expertos científicos aportan pruebas precisas y estudios concretos que la mayoría de los padres no entienden. Evidentemente, de este modo no se puede conseguir convencerlos.

En conclusión, hay que ser más firmes cuando se argumentan las razones por las que las vacunas son seguras, eficaces y necesarias. Será preciso poner un anuncio a toda página en un periódico nacional que demuestre a los padres cuáles son los síntomas de la difteria, por ejemplo. O emitir un anuncio por televisión en el que una madre cuente las complicaciones que tuvo su hijo cuando padeció sarampión. Las imágenes y relatos como éstos transmiten más fuerza emocional que un gráfico que demuestre la disminución del sarampión desde que se dispone de la vacuna.

Esta postura entraña riesgos. Algunos la criticarán por utilizar el miedo para manipular la opinión pública; como ocurre, por ejemplo, con las últimas campañas televisivas para prevenir los accidentes de tráfico. Pero estos mensajes "negativos" son apropiados si se transmiten con ética y dicen la verdad; es decir, la de que las vacunas salvan vidas, como los cinturones de seguridad.

A la mayoría de los médicos nos han enseñado a examinar las pruebas, a entenderlas y a usarlas para tomar decisiones, pero con nuestra propia experiencia hemos aprendido que los mensajes faltos de pasión no calan, pero sí las historias desgarradoras. Adaptado de R.K. Parikh, MD. Pediatrics (Ed esp). 2008;65(3):114-5.

domingo, 1 de junio de 2008

Los niños y los medios de comunicación.

Dado que los medios de comunicación (televisión, radio, publicidad, películas, vídeos, música, videojuegos e internet) influyen en la forma que tiene la población infantil de percibir el entorno, es muy importante controlar la exposición de los niños a estos medios con fines preventivos, al igual que se hace con la alimentación, el deporte, las vacunaciones y las revisiones médicas.

El grado de exposición de los niños y adolescentes a los medios de comunicación permite predecir las conductas de riesgo y los efectos adversos en la salud, tales como la obesidad, la violencia o las conductas agresivas, el consumo de tabaco y alcohol y el inicio precoz de las relaciones sexuales (mayor riesgo, por tanto, de embarazo o de contraer enfermedades de transmisión sexual).

En general, un niño pasa hasta seis horas al día viendo televisión, jugando a videojuegos, escuchando música, etc. Por ello, en 1999, la Academia Americana de Pediatría publicó tres recomendaciones sobre la educación asociada a los medios de comunicación: reducir el tiempo de exposición infantil a estos medios, evitar que los menores de 2 años vean la televisión y fomentar entretenimientos alternativos.

Los profesionales de la salud deben colaborar para que los padres valoren los riesgos de una exposición excesiva y adopten, en la medida de lo posible, estas tres saludables conductas para sus hijos. Adaptado de Mcllhaney, J.S. Pediatrics 2005; 116(1): 327-328.

sábado, 24 de mayo de 2008

¿"Dolores de crecimiento"?

Los llamados dolores de crecimiento suelen ser dolores intermitentes y no articulares, en una o ambas piernas, que aparecen por la noche, en niños de 3 a 12 años de edad.

No está clara la causa de este tipo de dolores, y aunque se ha sugerido que pueden deberse a factores psicológicos o emocionales, no se han hallado pruebas convincentes de ello. Sin embargo, sí se sabe que los brotes de crecimiento no influyen en su aparición, y se han propuesto como posibles causas la adopción de una mala postura y la asociación con el síndrome de las piernas inquietas (uso excesivo de las extremidades inferiores) y la fatiga muscular.

En estos dolores no se observan signos de infección o traumatismo local, y los resultados del examen físico, las pruebas de laboratorio y las radiografías están dentro de la normalidad. El diagnóstico de estos dolores, por tanto, se realiza por exclusión. Es evidente tambien que si no existen signos físicos, cojera o falta de movilidad no hay por qué realizar pruebas de laboratorio o radiografías.

Cabe tener presente que es improbable que un niño que presenta dolores de crecimiento padezca una enfermedad grave. Además, hay que asegurar a sus padres que estos dolores son benignos y autolimitados, y que el niño no tiene por qué someterse a exploraciones complejas.

En cuanto al tratamiento, a pesar de haberse recomendado administrar paracetamol, su eficacia no se ha comprobado. El único estudio hasta la fecha que ha valorado un tratamiento fué un ensayo que incluyó niños con dolores de crecimiento que recibieron bien un programa de fortalecimiento muscular durante 18 meses (primer grupo) o bien otros tratamientos habituales (segundo grupo o grupo control). Se observó una mejoría más rápida en los niños del primer grupo que en los del grupo control. Si bien estos resultados respaldan la teoría de que este tipo de dolores se asocian con un espasmo muscular por cansancio o fatiga, el inconveniente es que el tamaño de la muestra (ambos grupos) era pequeño y el ensayo, aunque al azar, no fué ciego. Asímismo, los resultados pudieron verse influidos por el hecho de que los padres de los niños sometidos al programa de ejercicios dedicaron más tiempo y atención a ayudar a sus hijos.

Los autores proponen que dado que se trata de un trastorno habitual que no progresa a una enfermedad orgánica grave y suele resolverse con el tiempo, debería llamarse "dolor recurrente de las piernas en la infancia". Tomado de Goodyear-Smith, F. BMJ 2006; 333(7566): 456-457.

sábado, 17 de mayo de 2008

Vehículos motorizados para niños: sus riesgos.

En la revista Pediatrics se ha publicado una reflexión sobre el riesgo que conlleva la conducción de niños de vehículos con motor.

A pesar de haber quedado demostrado el peligro durante décadas, las autoridades responsables se muestran lentas para regular los límites de edad, las medidas de seguridad (cascos, etc.) y las licencias de conducción.

Los fabricantes están volviendo a producir, además de pequeñas motocicletas, vehículos todoterreno de cuatro y tres ruedas para niños. Las motos de nieve y embarcaciones se fabrican ahora en "tamaño infantil" y se comercializan para grupos de edad cada vez menores.

El número de niños que sufren lesiones de todo tipo por montar en estos vehículos es sorprendente. Por tanto, uno debería preguntarse por qué los padres permiten que sus hijos suban a estas máquinas.

Finalmente, la Academia Americana de Pediatría se ha mostrado en contra de la conducción de estos vehículos por parte de niños menores de 16 años de edad. Tomado de Vane, D.W. Pediatrics 2005; 15(4): 1087.

domingo, 11 de mayo de 2008

Alergias en niños: recomendaciones para su prevención.

El British Medical Journal ha publicado en uno de sus números recientes las recomendaciones que se deben dar a la madre embarazada para prevenir la aparición de alergias en su bebé.

Antes del embarazo, no se puede recomendar, por falta de datos en la actualidad, que una dieta especial disminuya el riesgo de que el futuro hijo desarrolle trastornos alérgicos; con independencia del riesgo hereditario que pueda existir en la familia.

Durante el embarazo, la madre debe tomar pescado (ácidos grasos poliinsaturados omega-3) desde las 20 semanas de gestación hasta el parto y suplementos alimentarios con probióticos (lactobacilos y bifidobacterias) durante las últimas cuatro semanas de gestación y durante el período de lactancia, dado que así reducirá el riesgo del lactante de desarrollar trastornos alérgicos.

Además, se recomienda evitar los cacahuetes durante el embarazo y la lactancia para reducir el riesgo de alergia a estos alimentos en los niños de familias de alto riesgo. Igualmente, los niños de alto riesgo no deberían consumir cacahuetes o sus derivados hasta cumplidos los 3 años de edad.

Tambien es necesario informar que exponer al lactante a una gran cantidad de humo de tabaco se asocia a un mayor riesgo de desarrollar asma en la infancia. Sin embargo, no se ha demostrado aún que evitar, durante el embarazo, los alergenos ambientales (ácaros del polvo, pelos de perro o gato,...) sea una buena estrategia de prevención.

En cuanto a la lactancia, los investigadores de este estudio señalan la necesidad de dar lactancia materna sólo hasta los 4 a 6 meses de edad. Si la madre no puede tener leche suficiente, son recomendables las fórmulas infantiles parcialmente hidrolizadas, puesto que las completamente hidrolizadas tienen un sabor que hace difícil su administración. Por otra parte, todavía no se ha demostrado que las fórmulas con soja reduzcan el riesgo de alergia.

Finalmente, se debe explicar a los padres que la inmunización con las vacunas habituales no aumenta el riesgo de que los lactantes desarrollen trastornos alérgicos y que son seguras en aquellos niños con alergias alimentarias, eccema o asma. Tomado de Anandan, C. y cols. BMJ 2006; 333(7566): 485.

martes, 6 de mayo de 2008

Transmisión de enfermedades en el hogar.

Un grupo de investigadores de Boston ha revisado 1545 casos de infecciones respiratorias y 360 casos de infecciones gastrointestinales en 208 familias con hijos de edad pediátrica, para determinar la frecuencia de transmisión de estas enfermedades entre los miembros de cada familia y la forma más eficiente para disminuirla.

Anteriormente, se había puesto de manifiesto que lavarse las manos con jabón de manos con alcohol prevenía la transmisión de infecciones en el seno familiar. En este estudio, tan sólo el 22% de los participantes refirió usar este tipo de jabones siempre, la mayoría de las veces o a veces y, únicamente, el 33% comunicó que siempre se lavaba las manos después de sonarse o limpiarse la nariz.

Los autores han llegado a la conclusión de que las infecciones se transmiten con frecuencia entre familiares de niños en edad pediátrica y que el uso de jabón de manos con alcohol reduce considerablemente la transmisión de infecciones respiratorias y gastrointestinales en el hogar. Adaptado de Lee, G.M. y cols. Pediatrics 2005; 115(4): 852-860.

lunes, 28 de abril de 2008

Adicción a la nicotina: escuchemos a los niños.

Puesto que los fumadores fallecen como promedio diez años antes que los no fumadores, es importante que se conozcan los riesgos relacionados con el inicio precoz del tabaquismo.

Hasta finales del siglo pasado se suponía que cualquier persona tenía que fumar, como mínimo, cinco veces al día para experimentar síntomas de abstinencia. Y como, característicamente, los nuevos fumadores tardan entre 2 y 3 años en fumar cinco cigarrillos al día, se consideraba que el inicio de la dependencia era un proceso lento, prolongado y mantenido con regularidad.

Por esta razón, resultó fascinante cuando uno de nuestros pacientes pediátricos adolescentes se ofreció voluntario para narrar su historia de fracasos en los diversos intentos para dejar de fumar, al cabo de unas semanas de haber probado su primer cigarrillo.

Entre los jóvenes que desarrollan dependencia, el 10% refiere síntomas después de tan sólo el primer cigarrillo, y el 25% al cabo de dos semanas. A través de 20.000 entrevistas individuales con adolescentes y encuestas a partir de 100.000 jóvenes, hemos documentado cómo se desarrolla la dependencia y los experimentos en animales confirman que, en el cerebro, la nicotina induce adaptaciones de larga duración desde la primera dosis.

Aunque debemos seguir teniendo en cuenta las limitaciones de los datos aportados por adolescentes, tambien debemos averiguar cuándo dicen la verdad; pues, en la actualidad, se sabe ya que la dependencia se desarrolla durante la infancia o la adolescencia.

En conclusión, a través de la amable cooperación de cientos de miles de niños que se ofrecieron voluntariamente como individuos de la investigación, hoy día, disponemos de una comprensión básica de cómo y cuándo se inicia la dependencia de la nicotina. Puesto que el 80% de los fumadores se inician en el hábito del tabaco antes de los 18 años de edad, debemos aprovechar esta nueva información y traducirla en programas de prevención más eficaces. Adaptado de J.R. DiFranza, MD y J.B. Richmond, MD. Pediatrics (Ed esp). 2008;65(3):116-7.

domingo, 27 de abril de 2008

Las alergias en los niños: ¿qué deben saber los padres?

En los niños de los países de la Unión Europea, las alergias son las enfermedades más frecuentes después de las infecciones respiratorias. Son reacciones inmunitarias adversas del organismo a sustancias normalmente inofensivas para las personas no alérgicas. Hoy en día, afectan a más de un niño de cada cuatro.

Los síntomas más frecuentes de las alergias son: congestión nasal, moqueo, picor nasal y ocular (cuando se trata de rinoconjuntivitis alérgica primaveral). En caso de asma: "pitos" (sibilancias) y opresión con dificultad al respirar. En el eccema o dermatitis atópica: erupciones de la piel y picor. Puede haber tambien síntomas que afecten a los labios, la boca y la faringe.

No todos los niños con síntomas alérgicos deben someterse a pruebas de alergia, pero sí son necesarias cuando los síntomas presuntamente alérgicos persisten o aparecen de forma periódica y son intensos.

Como no siempre es posible evitar el contacto con el alérgeno (sustancia a la que es alérgica una persona: pólenes, ácaros del polvo doméstico, proteinas de alimentos, pelo de animales, etc.), sobre todo los procedentes de plantas, en caso de una alergia a una especie en particular, reducir la exposición mejorará notablemente la salud de su hijo.

Está muy difundida la idea errónea de que no se pueden realizar pruebas de alergia a lactantes o niños pequeños. En realidad, no hay edad mínima. La limitación reside más en saber si las pruebas pueden aportar la información que, en ese momento, se necesita. Existen distintas pruebas diagnósticas para la alergia. La más adecuada es aquella que le indique el médico que mejor conozca a su hijo.

En general, sólo se necesita utilizar un pequeño número de alergenos para hacerse una idea muy aproximada de la verdadera magnitud de la alergia responsable de los síntomas que presenta el niño. Esto se debe a que muchos alergenos de una misma especie están biológicamente vinculados. Por ejemplo, si su hijo ha tenido una reacción durante la estación de polinización de las gramíneas, basta hacer la prueba con una sola especie de gramínea.

Por último, los conocimientos que los padres pueden adquirir son uno de los medios más eficaces para ayudar a su hijo con problemas alérgicos. Es decir, más información significa que podrán ayudar a evitar que la enfermedad evolucione hacia formas más graves o crónicas. Y en todo caso: ¡con un poco de suerte, la alergia de su hijo desaparecerá al crecer! Adaptado del Boletín conjunto de la Oficina de Bruselas de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) y la Federación Europea de Asociaciones de Pacientes de Alergia y Enfermedades Respiratorias (EFA). www.efanet.org

domingo, 6 de abril de 2008

Víctimas y matones. "Bullying".

El profesor de universidad, Paulino Castells, trata en este libro el drama de la violencia en las capas jóvenes de la población, violencia que puede desarrollarse dentro de la familia, de la escuela o del barrio.

En el primer capítulo, el autor revisa las semillas de la violencia, el maltrato infantil, el abuso sexual infantil y las distintas estrategias para afrontar la violencia.

En el segundo capítulo estudia el origen de los niños tiranos y da consejos a los padres para prevenir y, si es necesario, reconvertir la tiranía del hijo.

En el tercer capítulo trata el tema del acoso escolar ("bullying"), con propuestas para el maestro y consejos para los padres del matón y para los padres de la víctima. Tambien proporciona normas preventivas de este fenómeno para los adolescentes.

En el cuarto capítulo traza el perfil del niño y del adolescente con alto riesgo de convertirse en delincuente y de formar parte de una banda delictiva. Asímismo, analiza la violencia en los estadios deportivos y considera los procedimientos de prevención y tratamiento de la violencia en niños y jóvenes.

En conclusión, con unas bases científicas de gran calidad, con una exposición sencilla y amena, con su filosofía de una nueva sociedad en la que no tengan cabida los "verdugos" y los "matones, el autor realiza una excelente puesta al día de este asunto tan interesante y, por tanto, los pediatras pueden tambien aconsejar la lectura de este libro a los padres y maestros con una finalidad preventiva. Ediciones CEAC S.A. (Barcelona 2007). Autor de la crítica: Dr. F. Prandi, Director de TTM-Pediatría, Prous Science, Barcelona.

sábado, 29 de marzo de 2008

Radiaciones de teléfonos móviles: ¿son dañinas?

Dada la abundancia de los teléfonos móviles en todo el mundo (más de mil millones), un investigador del Departamento de Neurociencias y Salud Mental del Imperial College de Londres ha publicado un artículo sobre el efecto de estos aparatos en el cerebro. Puesto que la tecnología GSM mediante la que funcionan los móviles sólo lleva disponible diez años, se ignora si éste sería un período suficiente como para haber identificado su efecto en el desarrollo de una patología cerebral. De momento, los datos disponibles sugieren que el riesgo de desarrollar este tipo de patología es muy pequeño.

En otro estudio, en personas sensibles a los campos electromagnéticos, realizado por Rubin y sus colaboradores, no se ha podido demostrar que los síntomas de los pacientes se asociaran a la radiación del teléfono móvil.

Por su parte, las autoridades sanitarias holandesas han llegado a afirmar que no hay razón para recomendar que se limite el uso de teléfonos móviles, ni siquiera en la población infantil.

Sin embargo, en la otra cara de la moneda, en países como el Reino Unido, el Grupo Independiente de Expertos en Telefonía Móvil publicó, ya en el año 2000, un informe en el que se recomendaba llevar a cabo un programa de investigación y un uso cauteloso de los teléfonos móviles, especialmente en los niños. Adaptado de Maier, M. BMJ 2006; 332(7546): 864-865.

domingo, 23 de marzo de 2008

Obesidad infantil y falta de sueño.

En la actualidad, aparte de los factores genéticos y ambientales, el principal responsable de la elevada frecuencia de obesidad es el desequilibrio entre el consumo de calorías y el gasto de energía (ejercicio físico). Y en este desequilibrio pueden intervenir otros factores, como es el hecho de dormir poco.

La población infantil es un grupo de población que se considera más vulnerable a las consecuencias de la falta de sueño, ya que ésta puede alterar considerablemente los mecanismos hipotalámicos que regulan el apetito y el gasto de energía.

La breve duración del sueño provoca alteraciones hormonales que se asocian con un aumento del apetito y con la sensación de hambre.

En lo que constituye un círculo vicioso, la falta de sueño produce fatiga y una somnolencia excesiva durante el día. Y se plantea la posibilidad de que sea ese cansancio el que ocasione la reducción de la actividad física, lo cual es, a su vez, un factor que contribuye a la aparición de la obesidad.

La explicación del fenómeno de la falta de sueño en la población pediátrica reside en el cambio de los hábitos, ya que muchos niños y adolescentes se van a dormir más tarde debido a la televisión, los videojuegos, internet y los teléfonos móviles. Por ello, debe inculcarse a los padres la necesidad de establecer un horario fijo para que el niño se vaya a dormir y para despertarse cada día, crear un ambiente relajante en su habitación y asegurarse de que sólo se use la cama para dormir (no para leer, ver la televisión, escuchar música, ...), animar al niño a practicar ejercicio físico (si bien no en las horas antes de ir a dormir) y evitar las cenas copiosas antes de irse a la cama.

Además, algunas medidas que deben inculcarse en el caso de los adolescentes es, por supuesto, no ingerir nicotina, alcohol y drogas, evitar las bebidas con cafeina después del almuerzo, procurar no realizar actividades estimulantes antes de ir a dormir, evitar quedarse toda la noche despierto para estudiar y, el fin de semana, dormir un poco más, pero sin sobrepasar más de dos o tres horas la hora normal en que se levantan habitualmente.

El autor, de la Universidad de Bristol, concluye que es necesario adoptar medidas para prevenir la obesidad, las cuales deberían pasar por fomentar una dieta saludable, animar a realizar ejercicio físico e instaurar patrones de sueño adecuados. Con ello, además, se podrán obtener más beneficios para la salud y para el rendimiento intelectual. Adaptado de Taheri, S. Arch Dis Child 2006; 91(11): 881-884.

domingo, 16 de marzo de 2008

¿Vacunas "comestibles" en el futuro?

En el artículo "Una cucharada de antígeno", Alison Tonks, redactora adjunta de la prestigiosa revista científica British Medical Journal (BMJ), comenta las perspectivas futuras de las vacunaciones por vía oral. Desde hace quince años se está investigando para obtener una vacuna comestible.

En un principio se propuso la producción de frutas y verduras modificadas genéticamente para que contuvieran la vacuna. Charles Arnzten y su equipo desarrollaron patatas que producían proteínas inofensivas de virus de la hepatitis B, virus de Norwalk y Escherichia coli; y fueron los responsables de los primeros estudios en humanos, en los que se observó una respuesta inmunológica limitada.

En la actualidad se investiga el uso de plantas modificadas genéticamente para producir proteínas de antígeno que puedan ser incluidas en comprimidos o cápsulas para su comercialización. Se están estudiando vacunas del cólera, la peste, el carbunco, E. coli y virus de Norwalk.

Como inconvenientes están su elevado coste de desarrollo en la actualidad, la falta de una legislación adecuada referente a las condiciones de fabricación o una posible contaminación de la cadena alimentaria (aunque el uso de la planta del tabaco podría evitarla).

Estas vacunas orales ofrecen una serie de ventajas sobre las vacunas convencionales. No hay que inyectarlas, con lo que se facilita y abarata su uso, no duelen, evitan los riesgos asociados a las agujas y no requieren profesionales sanitarios especializados. Permiten vacunar a un gran número de niños y pueden almacenarse a temperatura ambiente.

Su mayor ventaja es que producen inmunidad en superficies mucosas, sobre todo en el intestino, lo que es muy importante frente a microorganismos como E. coli y Vibrio cholera. Las vacunas mucosas son clave en la defensa frente a microorganismos cuya vía de entrada es la mucosa, como el virus de la gripe y el de la inmunodeficiencia humana (VIH). Adaptado de Tonks, A. BMJ 2007; 335 (7612): 180-182.

domingo, 9 de marzo de 2008

Alergias alimentarias en los lactantes.

En la población general, aproximadamente un 20% cree ser alérgico a uno o más alimentos. En la población infantil, en concreto, las alergias alimentarias son dos o tres veces más frecuentes que en los adultos.

Los síntomas de la alergia a alimentos pueden afectar a varios órganos. Sin embargo, la principal manifestación sigue siendo la dermatitis atópica. Tambien es posible que aparecezca en forma de urticaria aguda. Asimismo, se pueden observar síntomas digestivos tales como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Puede ocasionar, incluso, edema labial, dificultad para tragar y picor en el paladar. Otra manifestación puede ser el asma. En el lactante, una reacción alérgica generalizada grave (anafilaxia) es poco habitual.

Aunque estos signos clínicos se producen al tomar el alimento, tambien pueden aparecer tras el contacto con éste o su inhalación.

Los principales alimentos causantes de alergia en el lactante son el huevo, los cacahuetes y la leche de vaca. Los siguientes tambien se establecen como responsables: fresas, kiwi, chocolate, mariscos, pescado azul, calamares, embutidos, nueces, avellanas y almendras. El 60% de los lactantes son alérgicos a un solo alimento y existen muy pocos casos de alergias alimentarias a varios alimentos a la vez.

La alergia se produce habitualmente en las dos horas posteriores a la toma del alimento, si bien su aparición puede llegar a retrasarse hasta las cuatro horas. El plazo es más difícil de precisar si existe dermatitis atópica, ya que las lesiones son permanentes y el eccema puede agravarse hasta 24 horas después del consumo del alimento.

En todo caso, el diagnóstico de la alergia debe basarse en un estudio sistemático en el que se incluye una prueba cutánea de punción (prick test).

Para algunos alimentos (leche, huevo, cacahuetes y pescado) se dispone de pruebas analíticas (IgE específicas), lo cual permite reducir las pruebas de provocación. En estas últimas se introduce el alimento a dosis crecientes (dependiendo de la historia clínica del paciente y del alimento en cuestión) cada veinte minutos mientras no se produzcan manifestaciones. El inconveniente es que deben llevarse a cabo en un centro hospitalario especializado, con una estrecha vigilancia médica, ya que pueden desencadenar una reacción alérgica generalizada. Adaptado de Bidat, E. Arch Pediatr 2006; 13(10): 1349-1353.



viernes, 7 de marzo de 2008

Malos tratos y abandono en la infancia.

El maltrato infantil es universal y tiene consecuencias físicas, psicológicas y sociales a corto y largo plazo. Incluye los malos tratos físicos y el abandono o la falta de cuidados. Suele deberse a la interacción de varios factores de riesgo que, en ocasiones, pueden llegar a detectarse en la consulta: depresión de uno de los padres, una discapacidad del niño, la violencia familiar o la ausencia de recursos económicos.

Asimismo, el médico debe estar alerta ante lesiones que sugieran malos tratos físicos, que pueden incluir golpes, zarandeos, quemaduras y mordeduras. La falta de cuidados es la forma más frecuente de maltrato infantil, pero en la mayoría de los casos no es intencionado.

Se considera abandono o falta de cuidados la omisión de atención a la salud, educación, supervisión, protección frente a peligros ambientales y satisfacción de las necesidades físicas como la alimentación o el vestido; pero tambien es abandono la falta de apoyo emocional.

El maltrato infantil ocurre en todos los países, culturas, razas, religiones y clases sociales. Es probable que los casos comunicados a las autoridades sean sólo la punta del iceberg.

El médico no sólo debería identificar y denunciar los malos tratos, sino que tambien debería intervenir en su tratamiento y prevención.

La prevención del maltrato infantil empieza en la consulta con la observación de las relaciones familiares y la detección de los factores de riesgo.

Además de los factores de riesgo intervienen tambien, afortunadamente, unos factores protectores: reconocimiento del problema por parte de los padres y búsqueda de ayuda, servicios de salud mental accesibles y apoyo de los abuelos. Adaptado de Dubowitz, H y cols. Lancet 2007; 369(9576: 1891-1899.

jueves, 28 de febrero de 2008

Mordeduras de perro en niños.

Las heridas provocadas por las mordeduras de perro pueden llegar a ser muy graves, afectan especialmente a la población infantil y suponen un problema a escala mundial.

Aunque generalmente se considera que los más peligrosos son los perros grandes y razas como el pastor alemán, el doberman, el Pit Bull, el Rottweiler y el Chow, en realidad todos los perros deberían considerarse peligrosos, ya que incluso algunos tan pequeños como los de la raza Jack Russell provocan mordeduras graves.

En caso de modedura de perro, y hasta recibir atención médica y/o quirúrgica, las primeras medidas que hay que adoptar son las siguientes: lavar la herida abundantemente con agua del grifo o con suero fisiológico, extrayendo de ella, si es posible, todo cuerpo extraño (dientes) y elevar e inmovilizar la extremidad dañada si la herida presenta inflamación.

La herida tiene más probabilidad de presentar infección si la mordedura se ha producido en las extremidades (sobre todo en las manos), si hace más de seis horas, si presenta tejido desvitalizado y si afecta a tendones, ligamentos y articulaciones.

Las infecciones derivadas de las mordeduras de perro suelen estar asociadas a bacterias de las especies Pasteurella y Bacteroides. Afortunadamente, sólo una de cada cinco mordeduras se infecta, ya que suele tratarse de heridas superficiales, fáciles de limpiar y, por tanto, presentan un bajo riesgo de infección, por lo que no requieren en general tratamiento antibiótico.

En cuanto a la prevención del tétanos, es evidente la necesidad de estar correctamente vacunados. Y en el caso de la rabia, es conveniente que los viajeros se vacunen contra esta enfermedad si van a viajar a países en los que es endémica.

En todo caso, en lo que respecta a la población pediátrica hay que prevenir las mordeduras enseñando a los niños a tratar a los perros con respeto y evitar el contacto visual con ellos. Además, deben aprender a no acercarse a un perro extraño, a no jugar con ningún perro a menos que les esté vigilando un adulto, a no gritar o correr delante de un perro, a no acariciarle antes de que les huela ni a molestar a un perro, especialmente mientras come, duerme o da de mamar a sus cachorros. Adaptado de Morgan, M. y cols. BMJ 2007; 334(7590): 413-417.

martes, 19 de febrero de 2008

Atención a los adolescentes.

Al considerarse que los adolescentes gozan de buena salud en general y que, por esta razón, rara vez acuden al médico, sus necesidades sanitarias, propias de este grupo de edad, se ven con frecuencia poco atendidas o sometidas al olvido.

Los adolescentes suelen tener buena disposición para contar sus problemas de salud a su médico de confianza, pero cuatro de cada diez afirman que les resulta difícil obtener una cita con él. Para ellos, lo más importante es que el médico sea accesible y que su relación con él sea confidencial.

Desde luego, es fundamental que exista una comunicación eficaz entre adolescente y médico. Ambos coinciden en que ésta puede ser sumamente problemática. Sin duda, se requiere una habilidad especial para establecer una relación útil con una personalidad sometida a rápidos cambios psicológicos y sociales, que tal vez no comparta la visión adulta de la sociedad.

Por consiguiente, hay algunas estrategias que debe aplicar el médico: dejar claro que se respetará su intimidad, tener paciencia, formular preguntas abiertas para obtener información, escuchar más que hablar, usar vocabulario comprensible para el adolescente y no juzgar sus valores y opiniones a menos que tengan un riesgo evidente para él.

Finalmente, se plantean en este estudio una serie de puntos básicos para mejorar la atención primaria al adolescente: formar al personal sanitario para que interactúe correctamente con él, informar sobre los servicios que se ofertan (por ejemplo, planificación familiar, depresión o drogas), implicar a los padres, apoyar a las adolescentes embarazadas y asesorar a los jóvenes sobre prevención de accidentes de circulación, enfermedades de transmisión sexual y uso racional de anticonceptivos. Adaptado de McPherson, A. BMJ 2005; 330: 465-467.

lunes, 18 de febrero de 2008

Los adolescentes y el teléfono móvil.

En el presente artículo, publicado en una revista italiana de pediatría, su autora muestra, a través de una encuesta, un original análisis de la influencia de los teléfonos móviles en la adolescencia.

El 40% de los adolescentes encuestados afirma que tener un móvil le da más independencia y, tambien, más responsabilidad. Además, olvidarse el móvil en casa produce ansiedad (28%), preocupación (16%) e inseguridad (13%), frente a la indiferencia que provoca en el 26% de los encuestados. Paralelamente, llevarlo consigo, pero sin dinero para recargar el saldo, genera nerviosismo (35%), fastidio (25%), tristeza (13%) y en un 20% indiferencia. Así pues, el móvil genera ansiedad, provocada por una fuerte dependencia y por la carga afectiva que tiene, la cual lo convierte en un objeto fetiche.

La mayor parte de los encuestados afirma que si se dan cuenta de que se han dejado el móvil en casa, no dudan en volver a buscarlo, aunque hayan llegado a su destino. Además, les resulta imposible dejar de controlar continuamente la pantalla del móvil para comprobar que esté encendido o tenga cobertura.

En lo que respecta a las relaciones sociales, el 44% de los estudiantes encuestados sostiene que su móvil le ha ayudado a tener más amigos. El 21% considera que ha permitido establecer una mayor comunicación con los padres, lo cual va en paralelo con un mayor control paterno.

Más de la mitad de los adolescentes cree que puede comunicar mejor sus emociones o resolver sus conflictos a través de los mensajes de texto (SMS), frente al 33% que prefiere conversar cara a cara y al 13% que elige la conversación por telefóno.

A la pregunta de si alguna vez habían tenido que renunciar a algo para cargar el saldo del móvil, el 38% respondió que a veces y el 11% que a menudo, frente a un 51% que nunca había renunciado a nada.

La autora concluye afirmando que el móvil puede ser considerado una "dependencia positiva" si se compara, por ejemplo, con el tabaco. En realidad, muchos jóvenes, y niños, no pueden permitirse en la actualidad gastar demasiado dinero para pagar la factura telefónica y el tabaco. En este caso, deciden gastárselo en el móvil. Adaptado de Varani, A. Occhio clinico Pediatria. 2005; IX(1): 24-25.

sábado, 16 de febrero de 2008

Anginas y antibióticos. Reconsideración.

En este estudio, realizado en los Países Bajos, se trató de valorar la eficacia de la penicilina administrada durante 3 o 7 días para resolver los síntomas de las anginas (inflamación de las amígdalas o de éstas y de la faringe), en niños de 4 a 15 años.

Participaron 156 niños con dolor de garganta que presentaban, al menos, 2 de los 4 criterios publicados para la amigdalitis estreptocócica (fiebre, ausencia de tos, dolor a la presión e inflamación de los ganglios cervicales anteriores, y presencia de pus amigdalar).

Se distribuyó a los pacientes al azar y a doble ciego con placebo, y se comprobó que el tratamiento con penicilina no fué más beneficioso que con placebo en lo que respecta al alivio y duración de los síntomas. Respecto a las complicaciones, hubo una en el grupo tratado durante 7 días con penicilina, dos en el grupo que recibió penicilina durante 3 días y ocho en el grupo placebo. Estos 11 niños con secuelas (9 abscesos, 1 escarlatina y 1 infección cutánea) se recuperaron de forma satisfactoria con tratamiento adecuado y sin hospitalización.

Por tanto, los autores subrayan que, en los países desarrollados, la baja incidencia de secuelas graves, la creciente resistencia a los antibióticos, el alto porcentaje de portadores infantiles de estreptococos del grupo A y la falta de un beneficio demostrado del tratamiento con penicilina plantean dudas sobre el uso sistemático de los antibióticos para el dolor de garganta en la mayoría de los niños.

Sin embargo, no abordan de modo convincente dos motivos para efectuar el tratamiento: evitar las complicaciones supuradas de la infección estreptocócica y prevenir la fiebre reumática. Si consideramos estos datos desde el punto de vista de los padres o los pacientes, el tratamiento parece ser un punto de equilibrio muy razonable para prevenir las importantes molestias y los riesgos potenciales de desarrollar un absceso (periamigdalino o retrofaríngeo). Finalmente, los autores argumentan que la fiebre reumática se ha convertido en un proceso raro en las sociedades occidentales con buen nivel socioeconómico y que, por ello, no es necesario tratar a los niños con estas faringoamigdalitis. No obstante, este razonamiento parece de tipo circular, pues el motivo de que ya no se vean casos de fiebre reumática puede estar relacionado precisamente con el hecho de que sí se estén tratando con antibióticos este tipo de infecciones. Adaptado de Zwart S, Rovers MM, De Melker RA, y cols. BMJ 2003; 327: 1324-7. D.R. Neuspiel, MD, MPH. AAP Grands Rounds (Ed esp). 2004; vol. 2, núm.3: 31-32.

jueves, 14 de febrero de 2008

Equinácea en infecciones respiratorias altas infantiles.

Una encuesta realizada en Estados Unidos ha revelado que la tercera parte de la población de ese país toma remedios medicinales a base de hierbas. Estas medicinas alternativas adquieren cada vez más popularidad porque se les atribuye una buena tolerancia y la falta de efectos secundarios, lo cual va unido a veces a la duda respecto a la eficacia de la medicina convencional. En el caso de la población infantil, los remedios que se utilizan con más frecuencia son los preparados de Echinacea purpurea, a pesar de no haberse demostrado de forma convincente su eficacia y seguridad.
A la equinácea (Echinacea purpurea) se le atribuyen propiedades medicinales. En Alemania está aprobada oficialmente para su uso como tratamiento de apoyo en las infecciones de las vías respiratorias altas (IVRA), y en Estados Unidos se recomienda para la prevención y el tratamiento de los resfriados. Para determinar si la equinácea es eficaz para disminuir la duración y/o la intensidad de los síntomas en las IVRA infantiles, este grupo de investigadores de Washington ha llevado a cabo un ensayo aleatorio, a doble ciego y controlado con placebo (sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el paciente, si éste la recibe convencido de que tiene realmente tal acción).

En este estudio, de 4 meses de duración, se incluyó a 407 niños de 2 a 11 años: 200 en el grupo de tratamiento con equinácea y 207 con placebo. El tratamiento se inició al comienzo de los síntomas y no hubo diferencias significativas entre el grupo equinácea y el grupo placebo. Es decir, los autores concluyeron que sus resultados no apoyaban el uso de equinácea para el tratamiento de las IVRA en niños de 2 a 11 años.

Finalmente, el valor de los tratamientos convencionales para los resfriados aún no se ha demostrado, y si se comprobara que la equinácea es inofensiva y que posee efectos beneficiosos, ello podría suponer un significativo impacto en pediatría. Sin embargo, este estudio confirma los resultados de otro anterior, efectuado en alumnos de la universidad, donde tampoco hubo mejoría en los síntomas de las IVRA, por lo que el uso de esta planta no puede recomendarse, en la actualidad, para el tratamiento de estas infecciones. Adaptado de Koenig, K. y cols. Arch Dis Chid 2006; 91(6): 535-537. Taylor JA, Weber W, Standish L, y cols. JAMA 2003;290:2824-30, M. Dubik, MD. AAP Grand Rounds. 2004; vol.2, núm.3: 33.

sábado, 9 de febrero de 2008

Técnicas de inyección de vacunas: la mejor es la más rápida.

Investigadores canadienses han realizado un ensayo, controlado y aleatorizado, en lactantes sanos de 4-6 meses, que recibieron la vacuna habitual DTPa-Hib, para valorar el dolor agudo al utilizar la técnica estándar de inyección, en comparación con un método más rápido.

En todas las vacunaciones se utilizaron agujas de calibre 25 y 22 mm y se aplicaron en la cara anteroexterna del muslo. Los lactantes del grupo estándar recibieron la vacuna con aspiración lenta antes de la inyección, seguida de inyección lenta (5-10 seg.) y retirada lenta de la aguja. En los lactantes del grupo rápido no hubo aspiración, la inyección fué rápida (1-2 seg.) y la retirada de la aguja también rápida.

Todas las vacunaciones se grabaron en vídeo, incluyendo los 30 segundos posteriores y el dolor inmediato del niño se valoró por un codificador adiestrado, a partir del análisis del vídeo, registrando las respuestas al dolor (muecas faciales, llanto y movimientos corporales) en una escala de 0 a 10. El tiempo de llanto se midió con la videograbación y los padres también valoraron el llanto del bebé con una escala visual.

No se observaron efectos adversos inmediatos en ningún niño y los autores concluyen que la vacunación con una técnica rápida es menos dolorosa.

Este estudio, sencillo e ingenioso, demuestra que la técnica estándar es significativamente más dolorosa y, según las recomendaciones actuales, la aspiración antes de inyectar vacunas (es decir, tirar del émbolo hacia atrás después de introducir la aguja, antes de inyectar el líquido) no es necesaria debido a que en los lugares de inyección no hay vasos de gran calibre.

En una encuesta reciente efectuada a profesionales de enfermería y pediatras se observó que el 75% aspiraba antes de inyectar, aunque el 43% opinaba que la aspiración aumenta el dolor del niño.

Según los autores de este estudio, no se ha producido nunca un caso publicado de inyección intravascular involuntaria en las vacunaciones.

Además de la inyección rápida, otras técnicas útiles para reducir el dolor de la inyección incluyen la "distracción" (hacer sonar música o pretender la eliminación del dolor con un soplido), ingerir un líquido azucarado, dar el pecho, enfriar el lugar de la inyección o emplear analgésicos tópicos. El tratamiento previo (30-60 minutos antes de la inyección) con una crema de lidocaína-prilocaína al 5% puede disminuir el dolor y el uso de un spray tópico refrigerante inmediatamente antes de la vacunación puede ser asímismo eficaz.

Por tanto, la adopción de técnicas para reducir las molestias o el dolor provocado por las vacunaciones puede ayudar a superar los temores de los niños a las inyecciones y las dudas de algunos padres para vacunar a sus hijos. Adaptado de Taddio A, Sam J, y cols. Arch Dis Child, publicado online el 8 de Agosto de 2007;doi:10.1136/adc.2007.118695. M. Dubik, MD. AAP Grands Rounds (Ed esp). 2008; vol.6, núm.1: 1-2.

jueves, 7 de febrero de 2008

Autismo y Vacuna Triple Vírica.

Investigadores daneses revisaron la relación entre la vacuna antisarampión, paperas y rubeóla (triple vírica) y el autismo. Todos los niños nacidos en Dinamarca entre el 1 de enero de 1991 y el 31 de diciembre de 1998 fueron elegibles. En el conjunto se incluyó a 537,303 niños, se efectuó un seguimiento de los niños que se vacunaron y de los que no recibieron la vacuna y, globalmente, no hubo un mayor riesgo de desarrollar autismo (riesgo relativo [RR] ajustado, 0,92; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,68-1,24) entre los niños vacunados frente a los no vacunados.

Es decir, sigue en aumento la acumulación de datos científicos que niegan cualquier relación entre la vacuna triple vírica y el autismo. Este estudio, al igual que la investigación finlandesa publicada conjuntamente, debería servir para eliminar toda sospecha sobre la existencia de tal relación. Si los que no son partidarios de la vacuna albergaban dudas acerca de la calidad de los estudios anteriores, el diseño del actual proporciona la potencia estadística suficiente para negar cualquier asociación.

Hasta que se conozcan las causas del autismo y los motivos de su creciente frecuencia, incluso excelentes estudios como el presente de poco pueden servir para tranquilizar a los atribulados padres. Es mucho más fácil suscitar temores que tranquilizar afirmando que no existe base científica para justificar la preocupación o, como en este caso, que una vacuna es inofensiva.

Así, es responsabilidad del pediatra la educación de las familias para desechar los conceptos erróneos basados en el temor y alimentados por el desconocimiento. Adaptado de Madsen KM y cols. N Engl J Med. 2002;347: 1477-82, M.H. Rathore, MD y L.L. Barton, MD. AAP Gran Rounds (Ed esp). 2003; vol.1, núm.3: 41-42.

domingo, 3 de febrero de 2008

Los hijos, la escuela y las drogas.

Sin duda, el ambiente familiar es fundamental en lo que respecta a la educación de los hijos, pero la escuela, en su calidad de "hogar fuera de casa", asume tambien, de un modo natural, un papel primario en la educación, prevención e identificación precoz del abuso de sustancias.

Los estudiantes pasan la mayor parte del día en los colegios y, por tanto, el ambiente escolar proporciona una norma para juzgar la conducta de los jóvenes. Todo el personal de la escuela actúa a menudo como modelo de gran influencia, a través del cual los jóvenes se juzgan a sí mismos. Si los niños y adolescentes perciben que sus profesores se ocupan de ellos, tienen menos probabilidades de iniciarse en el uso de marihuana o tabaco, o de emborracharse o adoptar otras conductas de riesgo para su salud.

Es decir, los jóvenes cuyos lazos con la escuela son débiles tienen más dificultad para reconocer que el consumo de estas sustancias provoca efectos perjudiciales sobre su rendimiento intelectual, disminuye su disposición para aprender, su capacidad para memorizar y, por tanto, reduce sus posibilidades de alcanzar objetivos futuros.

En algunas escuelas ya se están realizando pruebas a los estudiantes para detectar el uso de drogas. Sin embargo, hay que considerar lo siguiente: una prueba con resultado positivo al uso de drogas puede aumentar el conflicto familiar en vez de mejorarlo y, por otra parte, los jóvenes que no las consumen pueden considerar injusto que se les practiquen y disminuir, incluso, su grado de confianza.

Las escuelas y las asociaciones de padres pueden adoptar diversas alternativas a estas pruebas: ofrecer programas extraescolares, ayudar a los padres para que estén mejor informados, identificar los problemas de conducta para una intervención precoz y colaborar con las organizaciones de la comunidad y con los profesionales sanitarios.

Los educadores se hallan ante el reto de dar a conocer los hechos sobre el abuso de drogas a los niños y adolescentes, evitándoles, en la medida de lo posible, la tentación de probarlas. Hay, cada vez más, programas eficaces, diseñados para su empleo en la escuela, interesantes, interactivos y que se centran en reforzar la capacidad de los estudiantes para resolver problemas, ayudarles a valorar la influencia de los medios de comunicación, mejorar su autoestima y "adiestrarlos para las habilidades útiles en la vida".

Evidentemente, el sistema educativo debe proporcionar al personal escolar los medios adecuados para su adiestramiento continuado. A su vez, los pediatras y los demás profesionales sanitarios no deben apoyar el empleo del cribado de drogas en la escuela, sino ofrecer recursos para prevenir conductas de riesgo, ayuda para identificar a los pacientes cuyos problemas los hace más vulnerables y colaboración para estrategias de comunicación a la comunidad, con objeto de ofrecer mensajes claros sobre el consumo de drogas. En definitiva, se trata de promover en los jóvenes actividades no contaminadas por el uso de drogas, tabaco y alcohol. Adaptado de C.J. Mears, DO, J.R. Knight, MD y cols. Pediatrics (Ed esp).2007;64(6):347-51.

domingo, 27 de enero de 2008

Los niños y la televisión en el siglo XXI.

Cuando los pediatras piensan en los riesgos ambientales durante la infancia, tienden a centrar la atención en el plomo, en los insecticidas, en los ácaros del polvo doméstico... Sin embargo, en realidad, la exposición más considerable para la mayoría de los niños es la TV, ya que pasan más tiempo delante de la pantalla que en cualquier otra actividad. Y esta exposición ejerce unos efectos significativos sobre su salud y bienestar.

¿La TV es como el plomo, un tóxico demostrado? ¿O es como el flúor, que al añadirlo al agua de bebida se ha mostrado beneficioso para la salud dental de los niños?. Durante demasiado tiempo nos hemos preguntado: ¿"La TV es buena o mala"?. Si la TV es buena o mala para los niños depende en gran medida de lo que ven y cómo lo ven.

El último modo en que se ha comparado la TV con el plomo es su asociación con la disminución de la capacidad de atención. Es decir, debe hacernos meditar el hecho de que la frecuencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ha aumentado 10 veces en un período de 20 años. Sin embargo, los investigadores consideran la posibilidad de que hasta una hora de TV al día no ejerza efectos negativos sobre la capacidad de atención, y 1-2 horas pueden aumentar incluso dicha capacidad. Estos hallazgos, aparentemente contradictorios, pueden explicarse si los niños que ven la TV 1-2 horas contemplan programas diferentes o ven la TV de un modo diferente al de los niños que la ven más de dos horas diarias.

Los próximos estudios deben centrarse, sobre todo, en el contenido de los programas de TV, su duración y la forma de verlos. La escasez de datos disponibles, en la actualidad, sobre los efectos de la TV, especialmente a comienzos de la infancia, se produce en un momento en que los niños ven cada vez más la TV y a unas edades más tempranas. A consecuencia de ello, estamos metidos en un experimento sobre la próxima generación de niños y nuestro desafío futuro es hallar el modo en que la TV se parezca más al flúor que al plomo. Adaptado de D.A. Christakis, MD, MPH. Pediatrics (Ed esp). 2007;64(3):139-40.

sábado, 19 de enero de 2008

¿Cuál es el sexo débil?

Los bebés, por el hecho de ser varones, en particular los que son de muy bajo peso al nacer, tienen más riesgo para sobrevivir que las niñas. Es decir, los autores sugieren que la naturaleza intenta, por mecanismos biológicos aún desconocidos, seleccionar a los padres más adaptables y adecuados, o bien preservar a las niñas, como futuras madres, porque las considera más importantes (para dar a luz y criar a la siguiente generación).

Y, además, cuando se trata de embarazos gemelares de distinto sexo, parece ser que el feto femenino llega a encontrarse en una "situación de desventaja" porque su hermano es varón. Si fuera verdad lo contrario, el feto masculino gozaría, en este caso, de la ventaja de tener una hermana fetal.

Se llega, pues, a la conclusión de que el varón es el sexo débil, y que la naturaleza no puede acortar la distancia de la inferioridad.

De momento, la vieja canción de cuna sigue albergando cierto grado de verdad biológica cuando sugiere que los niños están hechos de "serpientes, caracoles y cola de cachorro de perro", y las niñas de "azúcar, especias y todo lo que es bonito" *.

Quizá la naturaleza sabe algo que nosotros aún desconocemos. Todavía nos queda más que aprender. Y, por ahora, como es natural, las niñas maduran antes y viven más tiempo. Adaptado de D.K. Stevenson, MD. y J.E. Tyson, MPH. Pediatrics (Ed esp). 2007;64(3):131-2.
* Se trata de la letra de una canción de cuna llamada "What folks are made of" atribuida al poeta inglés Robert Southey (1774-1843).

domingo, 13 de enero de 2008

Azúcar y ejercicio. Pequeños cambios.

Durante un período de seis meses disminuyó significativamente el índice de masa corporal (IMC) para la edad en dos grupos controlados de niños. Sin embargo, el grupo en el que, además, se introdujeron pequeños cambios en la alimentación y en la actividad física (en el sentido de tomar menos bebidas azucaradas y realizar más ejercicio), presentó un porcentaje aún mayor de niños que redujeron su IMC.

Es decir, los autores sugieren que un sencillo y fácil método de pequeños cambios, puede ser útil para afrontar mejor el sobrepeso infantil y prevenir la obesidad en las familias. Adaptado de S.J. Rodearmel, EdD y cols. Pediatrics. 2007; 120:e862-e868.
URL: www.pediatrics.org/cgi/doi/10.1542/peds.2006-3451

Infarto de miocardio en adolescentes sanos.

Nueve pacientes (8 varones, límites de edades: 12-20 años) reunieron los criterios establecidos para el diagnóstico de infarto de miocardio. En 8 pacientes se hallaron resultados anormales en el electrocardiograma y niveles anormales de enzimas cardíacas en todos los casos.

Los análisis, en sangre, de colesterol y coagulación fueron normales y los de abuso de drogas negativos, en todos ellos . No se observó ningún caso con arterias coronarias anormales.

La función cardíaca se normalizó en 8 pacientes.

Por tanto, es necesario seguir realizando nuevas investigaciones en los casos sugerentes de infarto de miocardio y en los adolescentes que se presentan en los servicios de urgencia con un dolor torácico típico. Adaptado de J.R. Lane, MD. Pediatrics. 2007;120:e938-e943.
URL: www.pediatrics.org/cgi/doi/10.1542/peds.2006-3123

La nicotina y los adolescentes.

Entre 217 jóvenes que habían aspirado el humo de un cigarrillo, se pudo predecir la pérdida del control sobre el tabaco, por la sensación de relajación que referían después de fumar por primera vez.

La dependencia del tabaco se predijo tambien por la depresión del estado de ánimo, la familiaridad con marcas comerciales y la búsqueda de novedades.

En conclusión, una experiencia de relajación en respuesta a la primera dosis de nicotina fué el factor más eficaz para predecir la dependencia o la pérdida de control. Adaptado de J.R. DiFranza, MD y cols. Pediatrics. 2007;120:e974-983.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Las adolescentes y la vacuna contra el virus del papiloma humano.

En lo que respecta a la prevención de la infección por el virus del papiloma humano (VPH), esta comunicación contiene una serie de recomendaciones actuales, que en espera de una normativa completa, servirán de guía para el uso de la vacuna en muchachas y mujeres.

La infección por el VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común en Estados Unidos. Es más frecuente en adolescentes y jóvenes sexualmente activos y la mayoría de los cuales adquieren la infección poco después de iniciar su vida sexual.

Casi todas las infecciones por el VPH son asintomáticas y se resuelven sin secuelas en 1-2 años. Sin embargo, la infección persistente por tipos de alto riesgo del VPH es responsable de prácticamente la totalidad de cánceres y lesiones precancerosas del cuello de útero, así como de un gran porcentaje de lesiones tambien precancerosas y procesos malignos en otras localizaciones anogenitales en ambos sexos. Los tipos de bajo riesgo del VPH causan verrugas anogenitales, alteraciones celulares de bajo grado en el cuello del útero y una afección respiratoria que se denomina papilomatosis recurrente juvenil.

La vacuna anti-VPH (Gardasil) es un producto de bioingeniería compuesta por partículas de los tipos 16 y 18 del VPH (responsables del 70% de los casos de cáncer cervical) y de los tipos 6 y 11 (responsables del 90% de los casos de verrugas genitales y de casi todos los casos de papilomatosis respiratoria recurrente juvenil). La vacuna no contiene ADN y no es infectante.

Los ensayos clínicos han demostrado que es altamente eficaz, inofensiva y bien tolerada en mujeres de 9 a 26 años. Las respuestas de anticuerpos son máximas en las niñas de 9 a 15 años. En mujeres sexualmente activas de 16 a 26 años se han demostrado efectos protectores frente a la infección persistente, a las lesiones precancerosas y a las verrugas genitales.

El motivo de la vacunación sistemática a los 11-12 años de edad es que la eficacia de la vacuna es máxima si se administra antes de que la mujer sea sexualmente activa. Es decir, una vez contraida la infección, la vacunación no modificará su curso. Sin embargo, como es de esperar que la mayoría de las mujeres de mayor edad, aunque ya sean sexualmente activas, probablemente no se hayan infectado aún, la vacunación tambien está recomendada para mujeres de 13 a 26 años de edad.

Otras consideraciones de interés son:

a.- En personas con una enfermedad aguda moderada o grave, la vacunación debe aplazarse.
b.- Dada la posibilidad de una lipotimia después de la inyección, se les debe recomendar a las adolescentes que se mantengan sentadas o recostadas durante 10-15 minutos después de la vacunación.
c.- La vacuna no debe administrarse a las personas con antecedentes de hipersensibilidad a la levadura u otros componentes de la vacuna.
d.- En la actualidad, la vacuna anti-VPH no se recomienda en varones.

Por tanto, las recomendaciones actuales son:

1ª. Las niñas de 11-12 años deben vacunarse sistemáticamente con 3 dosis de vacuna anti-VPH. A criterio del médico, puede administrarse la vacuna a niñas incluso de 9 años.

2ª. Todas las niñas y mujeres de 13 a 26 años que no hayan sido vacunadas anteriormente o no hayan completado la tanda de vacunación deben recibir tambien la vacuna.

3ª. El intervalo mínimo entre las dosis 1 y 2 es de dos meses, y entre las dosis 2 y 3, de 4 meses. Si, por algún motivo, se interrumpe la serie vacunal, no debe reiniciarse, sea cual sea el retraso. Las dosis restantes se espaciarán con los intervalos recomendados anteriormente.

4ª. La vacuna anti-VPH puede administrarse en la misma visita en que se aplica el resto de las vacunas.

5ª. En las siguientes situaciones especiales, la vacuna anti-VPH tambien puede administrarse: madres lactantes, mujeres con citología (Prueba de Papanicolau) dudosa o anormal y pacientes cuyo sistema inmune esté comprometido por enfermedad o medicación.

6ª. Durante el embarazo, la vacuna anti-VPH no está recomendada. Por tanto, el médico debe preguntar sobre la existencia de un embarazo en las mujeres sexualmente activas, pero no es necesario realizar una prueba de embarazo antes de iniciar la pauta de vacunación. Si una mujer se queda embarazada, deben suspenderse las dosis siguientes hasta el final del embarazo.

7ª. Dado que la vacuna anti-VPH no puede evitar la infección de todos los tipos de alto riesgo del virus del papiloma humano, las mujeres vacunadas deberán continuar con las recomendaciones para el cribado del cáncer cervical (Papanicolau).

8ª. Evidentemente, la administración de la vacuna anti-VPH no modifica tampoco las recomendaciones actuales sobre el uso de preservativos o de otros métodos barrera para la prevención de la infección por el VPH y las otras enfermedades de transmisión sexual, ni el debate sobre la adopción de medidas saludables en torno a la actividad sexual. Tomado del Comité de Enfermedades Infecciosas. Academia Americana de Pediatría. Pediatrics (Ed esp). 2007;64(3):169-70.

martes, 11 de diciembre de 2007

Vacunaciones infantiles y paracetamol.

En la actualidad, raras veces o casi nunca se utiliza la anestesia local en los niños que se vacunan, a pesar de que esta pauta está avalada científicamente. Sin embargo, es mucho más frecuente la administración oral de analgésicos (paracetamol, e incluso ibuprofeno), cuando no hay evidencia que apoye su uso.

Es decir, se necesitarán en el futuro, estrategias, de comunicación e información, para fomentar el uso de la anestesia local en las vacunaciones infantiles. Adaptado de A. Taddio, PhD y cols. Pediatrics. 2007; 120:e637-e643.

Tabaco y lactancia materna.

Durante las horas que siguen al consumo materno de tabaco, los lactantes pasan durmiendo un tiempo significativamente menor, en comparación con los bebés que toman el pecho cuando la madre se abstuvo de fumar.
Cuanto mayor es la dosis de nicotina que recibe el lactante a través del pecho, tanto menor es la duración del sueño.

En conclusión, un episodio agudo de consumo de tabaco en las madres que lactan altera el patrón del sueño-vigilia de los niños. Por tanto, es posible que los temores de que la leche tenga sabor de tabaco y de que pueda trastornar el sueño de sus hijos motiven a las madres lactantes a abstenerse de fumar para poder dar el pecho durante más tiempo. Adaptado de J.A. Mennella, PhD y cols. Pediatrics (Ed esp). 2007;64(3):178.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Alcohol y Adolescentes.

El consumo de alcohol entre los adolescentes, sobre todo durante los fines de semana, se ha convertido en los últimos años en un grave problema de salud pública y se asocia a fracaso escolar y a conflictos en las relaciones personales y familiares. Además, bajo los efectos del alcohol se pueden mantener conductas de riesgo con graves consecuencias, como accidentes de tráfico, infecciones de transmisión sexual o embarazos no deseados.

Los datos de la Encuesta Escolar de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas entre adolescentes de 14 a 18 años reflejan el siguente panorama:

- Los adolescentes españoles empiezan a beber a los 13-14 años.
- Entre los menores es cada vez más frecuente emborracharse todos los fines de semana.
- 6 de cada 10 menores de 14 a 18 años consumen alcohol los fines de semana.
- Chicos y chicas consumen alcohol de forma similar los fines de semana.
- Entre los adolescentes que consumen alcohol, es más frecuente el consumo de drogas.
- La mayoría de los adolescentes no consideran peligroso el consumo de alcohol.

Los efectos del consumo de alcohol en los adolescentes son diferentes a los que se producen en los adultos y la evidencia científica ha demostrado que:

- La adolescencia es una etapa muy vulnerable a las adicciones y los efectos de cualquier sustancia tóxica son más perjudiciales en un organismo que está en pleno proceso de desarrollo.
- Cuanto antes se empieza a consumir alcohol, más pronto aparecen los efectos tóxicos y además aumenta la probabilidad de dependencia.
- El consumo de alcohol durante la adolescencia puede producir lesiones digestivas, hepáticas y cardiovasculares.
- Las bebidas alcohólicas pueden provocar alteraciones en el crecimiento y en la maduración sexual del adolescente. Tambien pueden ocasionar trastornos de memoria y aprendizaje.
- Los efectos perjudiciales se producen directamente por el alcohol que contienen todas las bebidas alcohólicas; es decir, son independientes del tipo de bebida alcohólica consumida.
- La adolescencia es la fase más importante para la maduración del cerebro: si no se desarrolla en esta etapa no se desarrollará jamás.

Entre los adolescentes, no se puede hablar de consumo responsable. A estas edades, la única conducta responsable es no beber alcohol.

Los padres deben hablar con sus hijos: no siempre son los hijos de los demás quienes se emborrachan los fines de semana. Tomado de Ministerio de Sanidad y Consumo. www.msc.es

sábado, 10 de noviembre de 2007

¿Cinco caramelos o una manzana?

Ni las dietas milagrosas ni la magia funcionan para no engordar. El único truco consiste en elegir bien los alimentos. No hay ninguno que esté prohibido, sino, más bien, algunos que sólo hay que comer en ocasiones especiales, o en pequeña cantidad.

Se trata, pues, de comer más cantidad de aquellos alimentos que tienen menos calorías y no conviene olvidar que existen algunos engañosos: parecen bajos en calorías y sanos, pero tienen gran cantidad de grasa oculta. Por ejemplo, creemos que cualquier ensalada o un plato de verduras son buenos para controlar el peso. Sin embargo, cuando se le añaden ciertas salsas o demasiado aceite, pueden tener las mismas calorías que un trozo de tarta.

Por otro lado, todos creemos que comer huevos fritos es terrible. Pero un par de ellos sólo son 230 calorías. Aunque los tomemos mojando el pan (un bollo son unas 175 calorías), no llegamos a igualar las de los alimentos típicos de las comida rápida:

-Una hamburguesa son unas 700 calorías. Como una comida completa con sopa, un pescado al horno con verdura y patatas fritas, una fruta y café con leche.
-Un perrito caliente son unas 280 calorías; las mismas que una buena rodaja de salmón al horno.

Otros ejemplos:
-Dos pequeños trozos (50 gramos) de queso emmental aportan unas 260 calorías; igual que 100 gramos de jamón serrano quitándole el tocino.
-Un buen plato de pasta con salsa boloñesa son unas 450 calorías; como una palmera de chocolate, y ¿cuál le va a alimentar mejor?

Y, además, aunque aporten las mismas calorías, comer una manzana nunca será lo mismo que comer cinco caramelos. La manzana tiene otros nutrientes como fibra, vitaminas y antioxidantes.

En resumen, los padres deben elegir sus alimentos y, por tanto, su salud, y la de sus hijos. Tomado de Dra. P. Riobó. El País Semanal; núm. 1583: 96.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Alarmas-sensores de humo.

El fuego es un peligro habitual en los hogares y, cuando se produce, es esencial actuar inmediatamente. Una reacción más tardía de dos minutos puede conducir a lesiones irreversibles. La mayoría de ellas es por la inhalación de humo y no por quemaduras.

Es preciso recordar que cuando suena una alarma los adultos se despiertan con más facilidad que los niños y jóvenes menores de 14 años. Probablemente sea debido a la inmadurez del sistema nervioso y a que los patrones de sueño son diferentes a los de sus padres.

El número de hogares españoles equipados con detectores de humo ronda el 25%; a pesar de que cuestan poco dinero, son pequeños, fáciles de instalar, funcionan a pilas y requieren poco mantenimiento.

Hay varios tipos de detectores. Los más habituales son los fotoeléctricos y los que funcionan por ionización. Los primeros detectan el humo utilizando los efectos que éste produce sobre la luz y los segundos funcionan por sensibilidad a la humedad, la presión atmosférica y las partículas suspendidas en el aire. Estos últimos reaccionan más rápidamente cuando hay humo (incluso no visible) y son más baratos que los de tipo fotoeléctrico, aunque dan más falsas alarmas.

Los detectores de humo -obligatorios en algunos paises- evitan en torno al 50% de las catástrofes domésticas generadas por incendios. Los lugares recomendados para instalarlos son, como mínimo, la cocina, la entrada de la casa y la zona de distribución de los dormitorios. Un detector de humos por cada 40 metros cuadrados es más que suficiente.

Puesto que los detectores de humo pierden efectividad con el tiempo, los fabricantes recomiendan reemplazarlos cada 10 diez años. La batería suele durar, al menos, un año. Por tanto, el cambio de la batería y el limpiado, cepillado o aspirado para quitar el polvo de las ranuras aseguran un adecuado funcionamiento.

Pueden adquirirse, a partir de 30 euros, en grandes almacenes, en cualquier establecimiento comercial destinado a productos eléctricos o incluso por internet: http://www.parafarmacia.tubotica.net/ , http://www.coati.es/ . Tomado de Dr. S. García- Tornel. Pediatría Integral. 2007; 11(7): 629-630.