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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

domingo, 30 de diciembre de 2012

Claves para lograr el éxito y bienestar de nuestros hijos

Ya hay investigaciones que demuestran que el éxito de una persona en la vida no se debe tanto a sus capacidades intelectuales como a sus aptitudes emocionales. Así lo refleja un estudio de The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations que atribuye el éxito de un individuo a sus capacidades intelectuales en un 23% y a sus aptitudes emocionales en un 77%. Sea así, o no, lo cierto es

martes, 25 de diciembre de 2012

Dormir con los padres. Colecho, lactancia materna y SMSL

Colecho se define como la práctica de compartir la cama de los adultos, generalmente los padres con los hijos, durante los periodos de sueño. Puede ser ocasional o habitual. Debe distinguirse de otra forma de sueño acompañado, como compartir la misma habitación sin compartir la misma cama o dormir juntos en un sofá.

En muchas sociedades tradicionales, aun dentro del mundo occidental, existe la costumbre,

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Déficit de atención con hiperactividad en Atención Primaria

El déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico común en la infancia y en la adolescencia. Sin embargo, existen pocos estudios que muestren la situación actual de este trastorno desde el punto de vista del pediatra de Atención Primaria.

A fecha de 1 de Julio de 2011, fueron seleccionados los pacientes de edad comprendida entre 6 y 14 años de edad controlados en el centro de salud de Catarroja que presentaban el diagnóstico de TDAH. A partir de la historia clínica se procedió a la recogida de datos del paciente, de los profesionales involucrados en el diagnóstico, del tratamiento y del seguimiento.

De los 2466 niños entre 6 y 14 años de edad registrados,

viernes, 30 de noviembre de 2012

Cólico del lactante y probióticos

Se expone un panorama clínico en el que un bebé presenta cólico del lactante (CL), cuestionando los padres si la utilización de probióticos podría ayudarles. El pediatra, tras elaborar el sistemático interrogatorio clínico, realiza una búsqueda bibliográfica, encontrando dos estudios que abordan esta cuestión concreta.

Estos estudios concluyen que Lactobacillus reuteri (L. reuteri), comparado con simeticona o placebo, parece eficaz para disminuir las horas de llanto de los niños con CL. Pero

sábado, 17 de noviembre de 2012

Parto a la carta

Dar a luz es una de las experiencias más intensas que va a tener una mujer o una pareja a lo largo de su vida; y dar a luz no es fácil. Habitualmente es doloroso y potencialmente representa un riesgo tanto para la madre como para el feto y el recién nacido.

Durante la primera mitad del siglo XX, las elevadas tasas de mortalidad, tanto materna como fetal, fueron la causa del inicio de la medicalización del proceso del parto. Había que luchar contra uno de los mayores enemigos: la infección. Muchas de las medidas que ahora vemos como agresivas

miércoles, 31 de octubre de 2012

Carta de un hijo a los padres

- No me des todo lo que te pido.

- No me grites. Te respeto menos y me enseñas a gritar a mí también.

- No me des siempre órdenes. Si a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

domingo, 30 de septiembre de 2012

"El cerebro del niño"

"Daniel Siegel y Tina Payne Bryson han escrito, con este título, una guía magistral y fácil de leer para ayudar a desarrollar la inteligencia emocional de los niños. Este brillante método convierte las interacciones cotidianas en valiosas oportunidades para moldear el cerebro. Cualquiera que se preocupe por los niños -y que quiera a un niño- debería leer El cerebro del niño".
Daniel Goleman, autor de Inteligencia emocional


Tu hijo de dos años tiene una rabieta en una tienda. Tu hijo de cuatro se niega a vestirse. Tu hijo de quinto curso está de suplente en el banquillo, enfurruñado, en lugar de jugar en el campo. ¿Acaso los niños conspiran para que la vida de sus padres sea un desafío continuo? No, lo que pasa es que su cerebro en desarrollo lleva la voz cantante.

En este libro innovador y práctico, el neuropsiquiatra Daniel J. Siegel y la experta en educación infantil Tina Payne Bryson desmitifican las crisis y los conflictos, explicando los nuevos conocimientos científicos sobre cómo está constituido el cerebro infantil y cómo se desarrolla. Aplicando estos conocimientos día a día, es posible convertir conflictos, discusiones o miedos en una oportunidad para integrar el cerebro del niño y ayudarlo a ser una persona responsable, afectuosa y feliz.

En El cerebro del niño padres y educadores tendrán a su alcance pautas claras para entender y manejar los distintos conflictos propios de los niños en función de cada edad, así como herramientas para resolverlos y ayudar a la familia a progresar.

Tomado de la contraportada del libro "El cerebro del niño", de D. J. Siegel y T. P. Bryson. Alba Editorial, 2012.

viernes, 31 de agosto de 2012

Niños 'superdotados'

Un grupo de niños con necesidades educativas especiales es el de los llamados "superdotados", término que en el año 2006 el Ministerio de Educación sustituyó por el de "alumnos con altas capacidades intelectuales". En la literatura científica es un tema reciente y el interés inicial por las altas capacidades infantiles se ha ampliado a toda la vida. Los tres aspectos fundamentales, desde el punto de vista educativo, son tres: 1) definición de las altas capacidades; 2) modo de detectarlas; y 3) métodos de educación adecuados.

1) Definición de altas capacidades (Giftedness)

Aparentemente se distinguen con facilidad. Son niños que con poco de más de doce meses de edad hablan correctamente, o cuentan hasta diez, a los 3 años hacen puzzles de veinte piezas, y con cuatro leen, preguntan por el origen del mundo y, sobre todo, poseen un inagotable deseo de saber. Stenberg ha propuesto cinco criterios para definir las altas capacidades:

1. Criterio de excelencia: el individuo es superior en alguna dimensión con respecto a sus iguales, teniendo en cuenta que esa excelencia puede darse en una actividad y no en otras, y que puede cambiar a lo largo de la vida.
2. Criterio de la rareza: para considerarse "superdotado" ha de tratarse de una habilidad que no sea frecuente.
3. Criterio de productividad: la habilidad o capacidad en la que el individuo es valorado como excelente debe conducir a la productividad. Por ejemplo, la belleza es un factor de excelencia pero no se puede considerar una alta capacidad. Este criterio se refiere a algún tipo de capacidad dinámica ejercida. Tener un cociente intelecutal altísimo no basta porque no sabemos si esa persona ha utilizado ese potencial.
4. Criterio de la demostrabilidad: la superioridad del individuo en una capacidad debe ser demostrable a través de uno o más test o algún tipo de evaluación válida.
5. Criterio del valor: el individuo tiene que demostrar una sobresaliente capacidad que sea valorada por la sociedad a la que pertenece.

Hay dos formas de entender las altas capacidades. Una forma, especializada: un niño tiene una habilidad y una motivación especial. Por ejemplo, si tenemos en cuenta la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, un niño puede estar altamente cualificado para una de ellas, y ser muy torpe en las demás. La otra forma es más global, más personal e integrada. Los expertos están evolucionando hacia esta idea más compleja de las altas capacidades. Para referirnos a ésta última se viene utilizando la palabra 'talento' y para Renzulli, el talento se da en la intersección de una habilidad superior, de un elevado compromiso con las tareas, y una gran creatividad. Una persona puede tener un alto cociente intelectual, pero no podemos considerarla de altas capacidades si le falta perseverancia e implicación en la tarea, o creatividad. Stenberg propone un modelo todavía más complejo que incluye la creatividad para generar ideas, la inteligencia analítica para evaluar la calidad de esas ideas, la inteligencia práctica para poner en práctica esas ideas y convencer a otros de su valor, y la sabiduría para asegurar que todo lo anterior es utilizado para el bien común. Este mismo sentido de complejidad, que une la fertilidad de las ocurrencias, su calidad, y la capacidad de seleccionarla bien, comprometerse con las metas, activar la energía mental, perseverar en ella, está incluida en el modelo de inteligencia (inteligencia generadora e inteligencia ejecutiva) que les estoy exponiendo y que forma parte de la base teórica de los programas de la Universidad de Padres (Marina, 2012).

2) Cómo detectar y medir las altas capacidades

Como todos los temas que llegan al gran público, el de los niños 'superdotados' ha dado lugar a una serie de mitos. Muchos padres acuden a un psicólogo preguntando: "Mi hijo tiene un problema de conducta o de aprendizaje, ¿será un superdotado?".

Es muy importante descubrir esas capacidades lo antes posible. Un alto cociente intelectual suele acompañar a las personas con altas capacidades, pero no es suficiente para identificarlas. Un niño que aprende más rápidamente que los demás merece ser ayudado para que no se sienta aburrido en el aula y se desconecte de la marcha de la clase. Aunque sea un criterio aproximado puede bastarnos detectar algunas características comunes: rapidez de aprendizaje, aplicación a otros campos, interés por aprender, autonomía e independencia, responsabilidad, buen manejo del lenguaje.

En el Manual Internacional de Superdotados (Alonso, Renzulli, Benito, 2003) y en Alumnos superdotados y talentosos (Valadez, Betancourt y Zavala, 2006) se pueden encontrar distintos tipos de test para evaluar las altas capacidades y que deben completarse con entrevistas a padres y docentes.

3) La educación de las altas capacidades

En la actualidad, los investigadores sobre la inteligencia conceden cada vez más importancia al aprendizaje y utilizan una frase que nos puede escandalizar: "El talento es una decisión". Esto no quiere decir que no importen las condiciones genéticas. Lo importante es que no son decisivas. El éxito en una tarea depende tambien de otros factores difíciles de medir, como la motivación o la "determinación". Angela Lee Duckworth ha estudiado lo que denomina grit: la tenacidad acompañada de esfuerzo. Las personas altas en grit mantienen su esfuerzo a pesar del fracaso y de la adversidad. Su pasión y su compromiso con metas a largo plazo les hacen mantenerse en la carrera. Son corredores de maratón, no sprinters. Estas investigaciones intentaron responder a la pregunta: ¿por qué unas personas son más eficaces que otras de la misma inteligencia? La "determinación" es un factor independiente de la inteligencia del conocimiento. Esto explica que personas con un alto nivel de coeficiente intelectual no tengan buenos resultados a largo plazo.

Así pues, cada alumno con alta capacidad intelectual tiene una necesidad específica de apoyo educativo por parte de los centros docentes e instituciones; y tambien, claro está, de la familia, como parte activa en la educación de los hijos.

Como es un problema que suele preocupar a muchas familias, proporcionaré algunas direcciones de interés:

Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades (AESAC):
  http://www.aesac.org
- Asociación Española de Superdotados y con Talento (AEST):
- Plataforma para la Defensa de lo Derechos de los Superdotados (PLADES).
- Fundación AVANZA:
- Fundación CEIM, Programa para Alumnos con Altas Capacidades en la Comunidad de Madrid.
- Centro CADIS (Andalucía):
- Programa INGENIA:
- Centro Huerta del Rey (Centro de Identificación, Seguimiento, Formación e Investigación en el campo de la Superdotación y el Talento):


Adaptado del Prof. D. J.A. Marina. Catedrático de Filosofía. Director de la Universidad de Padres (UP). Brújula para Educadores. Pediatr Integral 2012; XVI(3): 253-256

martes, 31 de julio de 2012

Salud mental infantil. Los imprecisos límites de la normalidad.

La salud mental no es sólamente un concepto utilizado para evitar nombrar las enfermedades psiquiátricas sino que es tambien un derecho de cada ser humano y, en nuestro caso, del niño y del adolescente, a vivir en un equilibrio psicológico y emocional que, aún siendo inestable, porque vivir lo es, no acarree más sufrimiento que el esfuerzo necesario para mantener ese equilibrio o para lograr otro más adecuado a nuevas situaciones o circunstancias que se presenten en la vida. Y este derecho tiene que ver, además, con la educación, la cultura, las creencias y las modas; en definitiva con el estar aquí y ahora siendo quienes somos.

Ultimamente se observa un mayor interés por parte del médico en realizar diagnósticos tempranos con el firme propósito de detectar y prevenir posibles trastornos y actuar en consecuencia, antes de que sea demasiado tarde.

Sin embargo, cuando los médicos no estén perfectamente familiarizados con aquellas variaciones de la normalidad que no llegan al terreno de la enfermedad, se puede caer en el extremo opuesto y etiquetar, por ejemplo, a un niño de "autista" o de "hiperactivo", generando aún más ansiedad en los padres y el consiguiente perjuicio para un niño normal.

Aunque nunca seremos capaces de trazar una línea entre lo que es normal y lo que no es normal, la base de la pediatría debería ser el reconocimiento detallado de la normalidad. Y esta normalidad debería aprenderse antes de estudiar las enfermedades.

Estas frases pertenecen a un libro clásico de la pediatría ("El niño normal: los problemas de los primeros años de la vida y su tratamiento" del Prof. R.S. Illingworth. 7ª edición. México DF. Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V.; 1982) y siguen siendo motivo actual de reflexión cuando debemos establecer la difícil linea divisoria entre aquello que se considera normal y lo que se sale de sus límites.

Siempre será mucho más fácil obtener documentación sobre una enfermedad rara que un catálogo para aclarar nuestras dudas sobre lo que es normal y sobre las variaciones de la normalidad.

Propongo dos referencias en la definición de la normalidad:

- La primera se remonta a mayo de 1986, en Barcelona, cuando en un simposio que, organizado por la Sección de Psiquiatría de la Asociación Española de Pediatría, mientras se discutía sobre el concepto de "niño normal", y ya casi al final de la sesión, nos sacó del atolladero el experto profesor Antoni Oriol Aguilera: "Niño normal es aquel que es capaz de jugar a diferentes profesiones o roles (a maestros y alumnos, a padres e hijos, ...) y es capaz de 'creer' en el personaje. Niño normal es aquel que es capaz de transformar su entorno de acuerdo con el juego que realiza (su cama puede convertirse en un barco pirata, por ejemplo). Niño normal es aquel que es capaz de emocionarse con la misma intensidad ante un relato concreto, por más veces que se lo cuenten.

 - La segunda se debe a una sencilla frase del Nobel en Literatura, José Saramago: "Un problema es problema cuando causa problemas".

La primera me permite juzgar la normalidad de todo niño que, simplemente, tiene ganas de jugar, y posee la capacidad para imitar y entender el juego imaginativo y simbólico, como elemento de protección ante el riesgo. Y la segunda me propone una reflexión profunda antes de apuntar un diagnóstico y un tratamiento.

Adaptado del Dr. Josep Cornellá i Canals. Paidopsiquiatra. Centre Mèdic i psicopedagògic VERTEX, Girona. 35º Curso de Pediatría. Barcelona, 29, 30 y 31 de Mayo, 2008. Grupo de Investigación y Docencia en Pediatría Extrahospitalaria GRINDOPE.

domingo, 17 de junio de 2012

Control de esfínteres en niños: resistencia al aprendizaje de la higiene personal

Si un niño que tiene más de dos años y medio de edad no ha aprendido a usar el inodoro después de varios meses de intentarlo, aunque sea evidente que puede controlar los esfínteres, puede decirse que se está resistiendo al proceso.

Algunos niños tratan de retener sus deposiciones y, por lo tanto, se pueden volver estreñidos. Muchos se niegan a sentarse sobre el inodoro o sólo lo hacen si uno de los padres menciona el tema y va con el niño al baño. El uso de sesiones de práctica (como las que se utilizan en el adiestramiento para el control de esfínteres) no será útil. En vez de eso, su hijo necesita ahora responsabilidad total y algunos incentivos.

La causa más común de resistencia al aprendizaje de la higiene personal, en lo que se refiere al control de esfínteres, es que a un niño se le han hecho demasiados recordatorios o se le ha sermoneado al respecto. Otros niños han sido obligados a sentarse en el inodoro contra su voluntad o han sido castigados de alguna forma por no colaborar. Muchos padres pueden cometer estos errores, especialmente si el hijo tiene un carácter obstinado.

Su hijo decidirá utilizar el inodoro sólo después de que comprenda que no le queda nada más para resistir. Transfiérale toda la responsabilidad y hable por última vez con él al respecto. Dígale al niño que su cuerpo hace "pipí" o "caca" todos los días y que el cuerpo le pertenece a él. Explíquele que su "caca" quiere ir al inodoro y que le toca a él ayudar a su "caca" a salir. Dígale que usted siente haberle castigado, obligado a sentarse sobre el inodoro o habérselo recordado con tanta frecuencia. Dígale que de ahora en adelante ya no necesitará ninguna ayuda. Después de esto, no hable en absoluto acerca del tema. Cuando su hijo se dé cuenta de que no hay más conversación por falta de cumplimiento (por no ir al inodoro), entonces decidirá hacerlo para llamar la atención. Mientras tanto, tenga paciencia.

Recuerde que debe suspender todos los recordatorios para que use el inodoro. Deje que su hijo decida cuándo tiene que ir al baño. No debe preguntarle tampoco si tiene que ir. El sabe perfectamente cómo se siente cuando tiene que hacer "caca" o "pipí", y sabe dónde está el inodoro. Los recordatorios son una forma de presión y la presión no da buenos resultados. No debe obligar al niño a que se siente en el inodoro contra su voluntad, porque esto fomentará una actitud negativa hacia todo el proceso de aprendizaje.

Algunos niños nunca han utilizado el inodoro, y al principio necesitarán un recordatorio agradable, una vez al día, cuando sea evidente que se están aguantando. Usted puede decir: "¿Sabes lo que puedes hacer para que tu barriga se sienta mejor? Después de que salga tu 'caca', tu barriga se sentirá bien". Sin embargo, no acompañe a su hijo al baño ni se quede delante de él cerca del inodoro. El niño necesita experimentar la sensación del éxito que resulta de hacerlo bien por su cuenta, y luego acudirá a usted para contarle lo que hizo.

Si su hijo permanece limpio y seco, requerirá que usted responda positivamente, brindándole elogios, sonrisas o abrazos. Es decir, proporciónele incentivos para usar el inodoro. Estas respuestas positivas deben tener lugar cada vez que su hijo lo haga. Si un niño se moja o se ensucia en algunos días y no en otros, este reconocimiento debe tener lugar cada vez que permanece seco y limpio durante un día entero. En los días de éxito, considere tambien tomarse 15-20 minutos adicionales para dedicarse a un juego especial con su hijo o para llevarle a jugar al parque. Algunas veces los incentivos especiales, tales como sus golosinas favoritas, pueden ser de gran utilidad. Cuando su hijo hace uso del inodoro, es mejor excederse en el premio.

Es decir, si usted quiere obtener la colaboración de su hijo, debe hacerle una oferta que le resulte irresistible. Por ejemplo, obtenga un calendario y colóquelo en un lugar bien visible. Ponga una estrella en el calendario cada vez que el niño haga uso del inodoro. LLeve este registro durante dos semanas y prométale un premio muy especial si durante este tiempo no ha tenido ningún "despiste".

Si su hijo no quiere sentarse en el inodoro, trate de modificar su actitud. En primer lugar, déle para elegir el inodoro grande o una ´bacinica´. Si elige la bacinica, que por lo general es algo menos "amenazador", déle estrellas como premio simplemente por sentarse en ella.

Si nota que su hijo tiene su ropa mojada, posiblemente podrá, si usted se lo pide, cambiarse por sí sólo y ponerse ropa seca. Sin embargo, si su hijo está sucio, es muy probable que necesite ayuda en su aseo, pero haga, de alguna forma, que él tambien participe. Esto podría motivarlo para mantener limpia su ropa interior.
No se enfade, ni castigue o critique a su hijo por los "accidentes" o "despistes". Responda con benevolencia y no permita que los hermanos o hermanas se burlen de él. Pero recuerde, no debe volver a ponerle pañales.

En todo caso, pídale al personal de la guardería que haga uso de la misma estrategia y solicite a la maestra de su hijo que otorgue privilegios ilimitados para ir al baño cada vez que pida hacerlo.

Debe consultar con el pediatra:
- Si su hijo retiene las deposiciones o está estreñido.
- Si nota que su hijo tiene molestias al orinar.
- Si el control de esfínteres no mejora después de un mes con este programa.
- Si la resistencia al aprendizaje de la higiene personal de su hijo no ha desaparecido por completo después de 3 meses.

Evidentemente, esta información se proporciona como un criterio general de orientación y educación que no necesariamente se ajusta a cada caso en particular.

Adaptado del Dr. B. D. Schmitt, autor del libro "Your Child´s Health".


jueves, 31 de mayo de 2012

Leche materna para reducir el riesgo de celiaquía

La leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño de enfermedades autoinmunes y, en concreto, la prolongación de la lactancia durante el inicio de una dieta con gluten reduce el riesgo de desarrollar intolerancia a esta sustancia.

La eficacia protectora de la lactancia puede llegar a disminuir hasta en un 60% el riesgo de ser celíaco siempre que se introduzca el gluten a partir de los cuatro meses de edad, mientras el bebé continúa alimentándose con leche materna, según un comunicado del Grupo de Trabajo de Enfermedad Celíaca de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (SEGHNP).

De acuerdo con los últimos datos del registro de nuevos casos de enfermedad celíaca denominado REPAC, coordinado por la doctora Enriqueta Román, y en el que participan tambien los doctores Carolina Gutiérrez y Félix Sánchez-Valverde, el 42% de los diagnósticos de enfermedad celíaca se produce en niños de entre 2 y 6 años.

Además, según Luis Peña, presidente de la SEGHNP, uno de cada 80 niños españoles sufre esta enfermedad, que se caracteriza por intolerancia al gluten.

Un diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo como osteoporosis y osteopenia y, además, pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes asociadas a esta patología, considera también la misma fuente.

En palabras del doctor Peña, "la leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño a través de una serie de mecanismos biológicos complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de tolerancia frente a antígenos alimentarios".

Tomado de ABC digital.

La leche materna protege frente al VIH

Científicos del Duke University Medical Center en Durham (Estados Unidos) han descubierto que la leche materna puede generar anticuerpos neutralizantes que permitan inhibir el VIH, según los resultados de una investigación que publica en su último número la revista PLoS One.

El VIH se puede transmitir de madre a hijo a través de la lactancia materna, aunque esto sólo acaba sucediendo en uno de cada diez casos, "algo relevante porque los lactantes están expuestos varias veces al día a la leche durante el primer año de vida", señala Sallie Permar, autora de la investigación.

Esta fue la causa que llevó a Permar y su equipo a investigar la leche materna para comprobar si había en ella "alguna respuesta inmune que protegía al 90 por ciento restante". Para ello, reclutaron en Malawi a un grupo de madres lactantes con VIH y aislaron en su leche los anticuerpos de las células inmunes, los llamados linfocitos B, y observaron que eran capaces de producir anticuerpos neutralizantes contra el VIH en la mucosa.

"Este trabajo da las pautas de lo que una vacuna debe hacer para proteger a los bebés", ha explicado Barton Hynes, coautor del estudio y director del Centro para el VIH/Vacuna contra el Sida Inmunología (CHAVI). Asímismo, tambien pueden ayudar a los investigadores a combatir la transmisión entre adultos, ha añadido, ya que han observado que los anticuerpos de la leche materna "tambien pueden obtenerse de otros tejidos", como el tracto gastointestinal o el tejido vaginal.

Tomado de ABC digital.

domingo, 29 de abril de 2012

Prevención de infecciones en el hogar

Los métodos de salud pública son los que han conseguido el efecto más importante para prevenir la propagación de las enfermedades infecciosas. En primer lugar, el tratamiento de las aguas residuales y la disponibilidad de agua potable han eliminado en gran parte epidemias como la fiebre tifoidea y el cólera. Y de otro lado, con las campañas de inmunización y vacunaciones se ha logrado erradicar enfermedades como la viruela y reducir notablemente otras como el sarampión y la poliomielitis.

En casa, con  la  práctica habitual  de unas sencillas medidas y ciertas precauciones tambien podemos disminuir el contagio de infecciones gastrointestinales y respiratorias, fundamentalmente.

 1. ¿Cómo se pueden propagar las enfermedades infecciosas en el hogar?:

- Las secreciones de la nariz, boca y ojos son las causas más comunes de contagio en las infecciones respiratorias. Estas secreciones se transmiten generalmente a través de las manos contaminadas y, a veces, por medio de los besos. Los niños pequeños contribuyen particularmente a la propagación de estas infecciones debido a su tendencia a tocar y llevar a la boca todo lo que ven.

- La propagación por medio de las gotitas producidas por la tos o los estornudos, a pesar de que puedan alcanzar una distancia de hasta casi dos metros, es una forma menos frecuente de transmisión de las infecciones respiratorias.

- La contaminación fecal de las manos u otros objetos es la causa más común de contagio en las infecciones gastrointestinales, y aún más, con toda lógica, cuando se trata de deposiciones diarreicas. A diferencia de la orina, que generalmente es estéril.

- La exudación de las lesiones cutáneas, como es el caso de las vesículas de la varicela, puede ser contagiosa. Sin embargo, la mayoría de las erupciones cutáneas rojas sin exudación no son contagiosas por contacto con la piel.

- En épocas anteriores, la contaminación de los alimentos o del agua era la causa de muchas epidemias. Incluso hoy en día, algunos alimentos a menudo contienen bacterias que causan enfermedades diarreicas. Por ejemplo, el pollo o el pavo crudo pueden contener, con cierta frecuencia, microorganismos del género Campylobacter o Salmonelas.

- Los utensilios contaminados, tales como biberones o platos, pueden tambien desencadenar infecciones gastrointestinales y respiratorias.

- Objetos contaminados como peines, cepillos, y sombreros o gorras facilitan la propagación, por ejemplo, de los piojos, la tiña y el impétigo.

2. ¿Cómo prevenir o disminuir la transmisión de las enfermedades infecciosas en el hogar?:

- Recomiende a los miembros de su familia, y trate de que sus hijos lo adquieran, el hábito de lavarse las manos. La costumbre de lavarse las manos es más eficaz para prevenir la propagación de las gastroenteritis que todos los demás procedimientos juntos. Enjuagarse las manos vigorosamente con agua sola es, casi con toda probabilidad, tan eficaz como lavárselas con agua y jabón. El lavado de las manos es especialmente importante después de usar el baño, cambiar pañales y sonarse la nariz. Los niños pequeños deben ser supervisados cuando usan los inodoros y los lavabos. Sin duda, el lavado de las manos tambien es muy importante para prevenir el contagio de las infecciones respiratorias.

- Procure enseñar, en la medida de lo posible, a su hijo para que no persista con el hábito de llevarse las manos con frecuencia a la boca y a la nariz.

- No fume cerca de sus hijos. La inhalación pasiva del humo del cigarrillo aumenta la frecuencia y la severidad de las enfermedades infecciosas respiratorias.

- Debe educar a su hijo para que no bese a los animales domésticos. Los animales domésticos (especialmente los cachorritos) pueden transmitir enfermedades infecciosas y parasitarias. Los animales domésticos son para acariciarlos, no para besarlos.

Cocine bien todas las carnes de aves. Si la carne de ave está congelada, descongélela en el frigorífico en vez de hacerlo a temperatura ambiente, para evitar la multiplicación de las bacterias. Después de la preparación, lávese cuidadosamente las manos y lave cualquier objeto que haya estado en contacto con la carne cruda de aves (tales como el cuchillo y la tabla para picar) antes de usarlo para otros alimentos.

- Limpie las posibles zonas contaminadas con algún producto desinfectante doméstico. Estos productos eliminan casi todas las bacterias, incluso a los estafilococos. La desinfección de la zona donde se cambian los pañales, las cunas y los cochecitos para bebés, los juguetes y los artículos para preparar y servir los alimentos reduce enormemente la transmisión de las enfermedades contagiosas, en casa y en las guarderías.

- No trate de aislar a su hijo. El aislamiento se menciona en último lugar  porque su utilidad en una unidad familiar es muy discutible. Cuando un niño manifiesta síntomas, ya ha compartido los gérmenes con los demás miembros familiares. Además, el aislamiento en casa es prácticamente imposible.

Adaptado del Dr. B. D. Schmitt, autor del libro "Your Child's Health".

domingo, 15 de abril de 2012

¿Qué hago si soy víctima del ciberacoso?

PantallasAmigas recuerda a los chavales que no teman pedir ayuda a una persona de su confianza y ofrece diez consejos.

El ciberbullying es el problema más relevante que afrontan los adolescentes en Internet por la gravedad de sus consecuencias, la dificultad en la prevención y el alto grado de prevalencia. No en vano, las políticas europeas para el período 2009-2013 que promueven una Internet más segura para los menores así lo reconocen, dedicándole una atención especial.

Es muy significativo lo que decía la experta norteamericana Parry Aftab en su guía sobre ciberbullying hace ya cinco años: "después de dedicar años a proteger a los menores de los adultos en Internet, nunca pensé que dedicaría tanto tiempo a protegerles de ellos mismos".

De forma sencilla, comenta Jorge Flores, director de PantallasAmigas, se puede decir que existe ciberbullying, cuando, por medio de las nuevas tecnologías y plataformas ligadas a Internet (redes sociales, videojuegos online, ...) se produce un trato lesivo, humillante, ... de forma consciente y, por lo general, reiterada.

Para hacer una traslación aproximada, aunque inexacta, se trata del acoso escolar tradicional extrapolado a un entorno diferente, que no tiene unas limitaciones espaciales (el colegio) ni temporales (el horario escolar) e incluso físicas (en caso de agresiones). Esto no sólo provoca una mayor tensión emocional para el menor, sino que su detección y la posterior actuación por parte de educadores y padres (en parte, por desconocimiento en materia de redes sociales) no siempre es ni inmediata ni adecuada.

Para las víctimas de este ciberacoso, Jorge Flores, director de PantallasAmigas, recomienda el siguiente decálogo de medidas a tomar:

1) Pide ayuda. Si eres menor recurre a tu padre o a tu madre o, en su defecto, a una persona de tu confianza.

2) Nunca respondas a las provocaciones. Mantén la calma y no actúes de forma exagerada o impulsiva en ningún caso.

3) No hagas presunciones. Puede que ni las circunstancias ni las personas que parecen implicadas sean como aparentan.

4) Trata de evitar aquellos lugares en los que eres asediado. En redes sociales o comunidades online no te será difícil. Si el acoso llega por el teléfono móvil, no descartes cambiar de número.

5) Cuanto más se sepa de tí, más vulnerable eres y más variado e intenso es el daño que pueden causarte. Es momento, por lo tanto, de cerrar las puertas de tu vida online a personas que no son de plena confianza.

6) Guarda las pruebas del acoso durante todo el tiempo. Trata tambien de conocer o asegurar la identidad de los autores pero, en todo caso, sin lesionar los derechos de ninguna persona.

7) Comunica a quienes te acosan que lo que están haciendo te molesta y pídeles, sin agresividad ni amenazas, que dejen de hacerlo.

8) Procura hacerles saber que lo que están haciendo es perseguible por la Ley en el caso de que el acoso persista. Les puedes sugerir que visiten páginas como http://www.e-legales.net/ o http://www.ciberbullying.net/ para que lo comprueben ellos mismos.

9) Deja constancia de que estás en disposición de presentar una denuncia, si a pesar del paso anterior continúa el acoso.

10) Toma medidas legales si la situación de acoso, llegado a este punto, no ha cesado.

Tomado de ABC digital. Madrid, 13 de Abril de 2012.
http://www.abc.es/20120412/familia-educacion/abci-cyber-201204121559.html

sábado, 31 de marzo de 2012

Madres de gasa, de alambre y de verdad

Parte del conocimiento que hoy tenemos sobre la influencia de los primeros vínculos maternos en la maduración saludable de los bebés fué adquirida inicialmente en experimentos con monos.

Uno de los investigadores más reconocidos fue Harry F. Harlow (1905-1981), profesor de Psicología Experimental de la Universidad de Wisconsin, quien dedicó prácticamente toda su vida a investigar este tema.

Las metódicas observaciones que Harlow hizo trabajando con monos en su laboratorio culminaron en su famoso estudio titulado "La naturaleza del amor" (1958). Lo primero que observó fue que los monos recién nacidos que eran separados de sus madres mostraban graves problemas en su crecimiento, y algunos incluso morían prematuramente, a pesar de no faltarles alimento.

Harlow tambien se percató de que, a los pocos días de venir al mundo, los monos que no vivían con sus madres se encariñaban con los trozos de gasa que acolchaban el suelo de metal de sus jaulas, hasta el punto de protagonizar grandes rabietas cuando, por motivos de higiene, se les retiraban las almohadillas. Esta observación movió al investigador y a su equipo a estudiar la adaptación de los monos bebés a dos tipos de madres artificiales.

La primera de ellas consistía en un bloque rectangular de madera envuelto en una capa de esponja recubierta de gasa o tela suave. Según Harlow, esta madre sintética era blanda, tierna y accesible las veinticuatro horas. Era "una madre con infinita paciencia, que nunca se enfadaba con su cría, ni la golpeaba ni la mordía". La segunda sustituta materna estaba hecha de alambre blando. La diferencia fundamental entre las dos madres artificiales era la calidad y el confort del contacto físico. Ambas "madres" tenían un biberón de leche en la parte superior y a los pies había una manta térmica forrada de algodón. Harlow colocó a las dos madres en una jaula espaciosa. Los pequeños monos eran libres de moverse y elegir la madre artificial que prefiriesen.

Durante seis meses los investigadores anotaron el tiempo que los monos pasaban con cada madre. Los resultados demostraron con claridad que los pequeños monos preferían la madre de gasa a la madre de alambre; incluso cuando la madre de alambre era la única que tenía biberón, los monos pasaban con la madre de trapo ocho horas por cada hora que pasaban junto a la madre lactante metálica. De hecho, el contacto físico con la madre suave era la variable esencial en su desarrollo, mucho más significativa que la alimentación.

La conclusión de Harlow, en forma de hipótesis aplicada a los seres humanos, fue que la relación física frecuente y confortable entre la madre y los hijos es fundamental para el buen desarrollo durante la infancia. "No sólo de leche viven los bebés", solía decir, aludiendo a la frase evangélica.

Tomado del Profesor Dr. Luis Rojas Marcos, autor del libro "La Autoestima. Nuestra fuerza secreta". Espasa Libros, S. L. U., 2010; 77-79.

lunes, 19 de marzo de 2012

Las cinco reglas de oro para prevenir el asma

La falta de lluvia, el aumento de la contaminación, las altas temperaturas o la floración de las plantas han aumentado los casos de asma en las consultas médicas. La mejor manera de evitar esta enfermedad es sin duda prevenirla.

Para poder detectar aquellos aspectos que desencadenan el asma y aprender a controlar las crisis es fundamental seguir cinco reglas de oro:

1. En primer lugar hay que identificar y vigilar, en lo posible, los desencadenantes del asma, que son los que provocan la irritación de las vías respiratorias. Desde la Asociación Asmatológica Catalana se informa que los más frecuentes son los alergenos tales como ácaros del polvo, pólenes, piel y saliva de animales domésticos, hongos, determinados alimentos, ciertos medicamentos y, en adultos, tambien las cucarachas.

Las infecciones virales, incluyendo el resfriado común y la gripe, son causas frecuentes así como el humo, los ambientes mal ventilados, los perfumes, el ejercicio físico y los cambios de clima.

2. En segundo lugar, los pacientes asmáticos o sus cuidadores deben prevenir las crisis tomando conciencia de la enfermedad y observando el comportamiento del propio cuerpo. En ocasiones las personas asmáticas se encuentran en una crisis sin haber notado las primeras señales de alarma. Por esta razón pueden ser muy útiles los medidores de flujo espiratorio (aparatos portátiles que miden la capacidad respiratoria).

3. La tercera regla sería tomar la medicación para intentar controlar que no se produzcan ataques de asma, con un plan de actuación siempre prescrito por el médico. Desde la Asociación Catalana de Asma se insiste en que "los distintos tipos de asma se tratan de diferente manera". Algunos fármacos funcionan bien para unos y no tanto para otros. Los médicos advierten sobre las terribles consecuencias de sustituir los medicamentos apropiados por remedios caseros o por plantas medicinales y aseguran que "pueden poner en peligro la vida del paciente durante una crisis asmática, ya que estos recursos no son capaces de corregir la obstrucción y la inflamación de las vías respiratorias".

4. Cuando se acerca la primavera y más en épocas de sequía son mayores las posibilidades de sufrir crisis asmáticas a pesar de haber puesto en práctica las tres reglas anteriores. Es entonces cuando hay que tratar de controlar cada crisis según el plan de tratamiento personalizado, diseñado por el médico, paso a paso.

Normalmente para aliviar un ataque de asma se usa un broncodilatador inhalado de acción rápida. Sin embargo, los broncodilatadores tratan de impedir el espasmo de los músculos que rodean los bronquios pero no actúan contra la inflamación de la mucosa bronquial y la hiperproducción de mucosidad. Por tanto, se requiere tambien el uso de antiinflamatorios del grupo de los corticoides.

5. La quinta y última regla, pero no por ello menos importante, consiste en aprender a controlar los nervios durante las crisis. No se debe sentir pánico sino actuar con calma. Además, es conveniente comentar todos estos aspectos con el médico e informarse sobre las posibles novedades en medicamentos o en pautas de actuación contra el asma.

Adaptado de P. Santamaría. ABC digital. Madrid. 14 de Marzo de 2012.
www.abc.es/20120314/sociedad/abci-asma-crisis-soluciones-201203141125.html

martes, 28 de febrero de 2012

El miedo infantil a la separación

Con toda probabilidad, la experiencia más estresante para un bebé es la separación de la madre que le cuida y garantiza su supervivencia. El mecanismo de la desesperación al separarse de su madre es innato en los recién nacidos para ayudarlos a sobrevivir. Algo que seguramente desconocen los miembros de una tribu de un lugar remoto del Planeta que casi estrangulan a los niños cuando lloran por primera vez para que nunca más vuelvan a llorar. El proceso se dispara cuando la madre sale del dormitorio de su hijo. Las separaciones tempranas de la madre aumentan el nivel de cortisol, la sustancia bioquímica del miedo.

En el adulto, el mismo mecanismo se dispara cuando se pierde un gran amor. Sobre el desamor y la angustia por separación, conocemos mejor cómo funcionan en los niños que en los mayores. Otra manera más correcta de decir lo mismo es que la mayoría de los adultos no son conscientes de que el desamor, cuando lo sufren, transcurre por los mismos circuitos cerebrales que la ansiedad del abandono en los niños. Las respuestas para hacer frente a estas situaciones son innatas y no han cambiado. Es decir, la experiencia que proporcionan cincuenta años de la vida de una persona no ha servido para nada.

En esos circuitos, el papel de maestro de ceremonias corresponde a la corteza órbitofrontal. Cuando algo falla en esta parte reguladora del cerebro, explica Alan Schore, de la Universidad de Los Angeles, desaparece por completo la vida social de una persona. La posibilidad de ponerse en el lugar de otro y de intuir lo que está cavilando para poder ayudarlo o controlarlo exige una corteza órbitofrontal que haya culminado su etapa de formación. Así, el día de mañana, será la que controle el hemisferio derecho que domina la infancia y la coordinadora de las áreas sensitivas de la corteza cerebral con otras más profundas y responsables de las emociones condicionadas por el ánimo de supervivencia.

En las edades tempranas de la vida de un niño, el peligro, sobre todo para cuando ya sea mayor, reside en desconcertarle, inducirle a prácticas equivocadas o, lo que es peor y ocurre a menudo, interrumpir la etapa de su formación con sobresaltos inesperados. El más inmediato de estos sustos o preocupaciones es la ansiedad de la separación. El más probable es la muerte de alguien cercano.

Que levante la mano quien sepa lo que siente un niño por dentro cuando está solo. No importa el lugar. Una habitación totalmente oscura en la que no sabe qué monstruos espantosos se esconden debajo de la cama. La verja del colegio -donde acaban de terminar las clases- a cuya sombra espera inmóvil, aterrado, a que llegue su madre a buscarlo, igual que todos los días, pero sin tener la certeza de su aparición; como los primeros homínidos no la tenían de que el sol volvería a salir por la mañana. A los tres años de edad, no ha habido tiempo de experimentar un número suficiente de veces el fenómeno, de tal manera que el individuo, a fuerza de repeticiones, acabe albergando en la conciencia la certeza absoluta de que volverá a ocurrir.

La soledad infantil puede sentirse incluso con un lápiz en la mano, haciendo garabatos. O en plena calle, arrastrado por la mano airada de un psicópata que, al llegar la noche, hará la vida imposible a su pareja, llenando la habitación de gritos que ahogarán su propio llanto.

Lo que sí conocemos es el impacto de esa soledad alimentada por la ansiedad de la separación. A Heather Geddes, reconocida maestra y terapéuta educacional del Reino Unido, autora de un libro muy popular sobre el apego o afecto en la escuela, le caben pocas dudas de que puede tener repercusiones psicológicas negativas y duraderas.

Todo el entramado de la teoría del apego o del cariño reposa sobre la construcción de una base segura y protegida desde la que los niños efectúen excursiones sucesivas a sitios o personas cada vez más lejanos, como los vecinos o amigos primero, la escuela después y más tarde viajes fuera de casa. El refugio seguro del apego familiar es el punto de partida.

Adaptado del Prof. Eduardo Punset, autor del libro "El viaje al amor. Nuevas claves científicas". Ediciones Destino, S.A. 2009; 244-246.

domingo, 12 de febrero de 2012

Una regla importante en la educación de los niños

Una regla esencial en la construcción saludable del concepto de uno mismo, descrita lúcidamente hace más de tres décadas por Haim Ginott, profesor de Psicología de la Universidad de Nueva York, consiste en no criticar o alabar al niño como persona, sino centrarse en lo que el niño ha hecho.

Por ejemplo, si la pequeña de cuatro años derrama el vaso de leche en el suelo segundos después de que le hayamos dicho que no juegue con el vaso, en lugar de reaccionar con un "¡Pero, Laura, qué mala eres; ya sabía yo que ésto iba a pasar; mira cómo has dejado el suelo que acabo de limpiar!", una mejor respuesta sería: "Laura, la leche es para bebérsela, no para jugar con ella. Vamos a limpiar rápidamente el suelo". Y cuando Joseph, de siete años, recoge todos los juguetes que había dejado desparramados por la casa, en lugar de decirle: "Eres un niño muy bueno y ordenado", es preferible declarar: "La casa está mucho más ordenada con todos tus juguetes en su sitio; me alegro además porque así encontrarás el juguete que quieras más fácilmente". La idea en el primer caso, es desaprobar la conducta de la niña sin criticarla a ella como persona. En el segundo caso, fomentar que el pequeño saque la conclusión de que es competente por haber hecho algo que merece la pena.

Martin E. Seligman, profesor de Psicología de la Universidad de Pensilvania, ha estudiado extensamente la forma habitual de explicar las situaciones que nos afectan, de acuerdo con tres valoraciones: la duración que le damos a los efectos de los sucesos, la intensidad del impacto que le atribuimos a los hechos; y el grado de responsabilidad personal que hacemos recaer sobre nosotros mismos por lo ocurrido. Lo normal es que los fracasos o las desventuras nos hagan a todos sentirnos desilusionados o frustrados, al menos temporalmente. Sin embargo, las personas que cuando son golpeadas por alguna adversidad piensan que se trata de un contratiempo pasajero, que no afecta a la totalidad de su ser y que no tienen la culpa, tienden a superarla y a recuperarse mejor y en menos tiempo que quienes consideran que los efectos de sus fallos o de las calamidades son irreversibles y permanentes y que ellos son los únicos responsables.

Por esta razón, es importante enseñar a los niños desde pequeños a madurar con un estilo explicativo sensato, pero favorable y positivo. Por ejemplo, imaginemos que Bruno, un niño de siete años, está dibujando y expresa frustración y rabia consigo mismo porque no le sale el dibujo lo bien que le gustaría. La madre, que ve su reacción, puede elegir una explicación optimista y positiva, al decirle con serenidad: "Mira, Bruno, el dibujo no te sale tan bien como tú quisieras porque estás cansado"; o, por el contrario, puede optar, desafortunadamente, por una explicación negativa o pesimista y sentenciarle: "Bruno, no te sale el dibujo como te gustaría porque ¡eso de dibujar no es lo tuyo!".

Tomado del Profesor Dr. Luis Rojas Marcos, autor del libro "La Autoestima. Nuestra fuerza secreta". Editorial Espasa Libros, S. L. U., 2010; 75-77.

sábado, 28 de enero de 2012

Unos brillantes apuntes del acoso escolar

Ultimamente estamos viendo muchos casos de acoso escolar. Una situación que revela el insidioso mecanismo del miedo. Su infalibilidad. Pondré un ejemplo que podría ser el de Jokin C., un muchacho que se suicidó en Hondarribia por no poder soportar el acoso de sus compañeros. El esquema se repite con frecuencia. Un grupo de compañeros somete a alguien a burlas, humillaciones, golpes o amenazas. La víctima tiene miedo, como es lógico. No sabe, además, qué hacer. No se atreve a enfrentarse con ellos. No se atreve a decírselo a los profesores. No se atreve tampoco a decírselo a sus padres, porque, erosionando los escasos recursos que le quedan, ha aparecido la vergüenza. Piensa que tendría que saber resolver ese problema. Se siente impotente cuando todo el mundo parece esperar que sea fuerte. Los verdugos son sus compañeros, gente de su misma edad que no se atreverían a comportarse así con otros chicos. Por lo tanto, si lo hacen con él es porque no es capaz de defenderse, porque es un débil. La culpa, pues, es suya. Hasta tal punto la víctima se siente sola, que el programa contra el "bullying" del Departamento para la Educación y Empleo del Reino Unido se llama Bullying: Don't Suffer in Silence.

La característica más importante de los acosadores -dicen K. Sullivan, M. Cleary y G. Sullivan- es que saben cómo utilizar el poder. Los clasifican en tres grupos. Acosadores inteligentes: suelen enmascarar su actitud intimidatoria, normalmente son egoístas, muestran mucha seguridad en sí mismos y, sobre todo, no sienten ninguna empatía por los demás, ni les importa cómo se puedan sentir. Suelen ser más sociables que sus víctimas, y a veces es difícil detectarlos. Acosadores poco inteligentes: suelen atraer a otros individuos mediante su comportamiento antisocial y de riesgo, y al mismo tiempo intimidan y aterrorizan a sus iguales. Tienen una visión negativa del mundo, suelen fracasar en la escuela y dirigen su odio sobre los más débiles. Aunque su actitud es negativa, a ellos les va bien, porque obtienen lo que quieren, consiguen un status, un protagonismo dentro del grupo, a través de su comportamiento acosador. Acosador víctima: es acosador en algunas ocasiones y víctima en otras. Victimiza a los más jóvenes o más pequeños que él, y es acosado por sus iguales o chicos de mayor edad. Algunas veces es intimidador en la escuela y víctima en el hogar.

D. Olweus comprobó que hay un número desproporcionado de niños clasificados como "víctimas" por sus maestros que observan conductas sociales de aislamiento, evitación, ansiedad e inhibición. La relación con los compañeros va a tener una influencia duradera. Según Brian G. Gilmartin, un 88% de hombres tímidos recordaba que en el curso de su infancia había sido objeto de actos de amedrentamiento por parte de sus compañeros. La preocupación absorbe la atención de la víctima, que no puede pensar en otra cosa. Se despierta por la noche intentando imaginar una solución, pero las que se le ocurren son disparatadas. Se refugia en ensoñaciones. Esperará a uno de ellos en una esquina y le golpeará con un bate de bésibol, como en las películas. Ha comenzado, entonces, la acción corruptora del miedo. En Estados Unidos ha habido algún caso en que la víctima ha disparado contra sus acosadores.

El acosado se siente agradecido cada vez que su acosador le da una tregua. Surge la gratitud de la víctima, que acaba considerando como un premio la ausencia de maltrato. Esta es la gran corrupción. Los resultados escolares del acosado se resienten, teme ir a la escuela, finge toda suerte de enfermedades o inventa excusas para quedarse en casa. Todo esto resulta un triunfo para los culpables, para los verdugos, que ven reforzado su comportamiento por el éxito obtenido. Ellos son los fuertes. A nadie se le oculta que la víctima, se llame Jokin, Juan o Ana, se encuentra en una situación trágica. ¿Qué haría usted en su caso?

Tomado del Profesor D. José Antonio Marina, autor del libro "Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía". El acoso escolar; 48-50. Editorial Anagrama, 2006.

sábado, 14 de enero de 2012

Dejemos elegir a los niños sus propias etiquetas

Sin duda, como padres utilizamos todos los recursos disponibles a nuestro alcance para velar por la salud de nuestros hijos. Con ello, lo único que pretendemos es que cualquier problema pueda ser detectado a tiempo y, por supuesto, convenientemente abordado. Imaginemos nuestra frustración si un hijo, ya adolescente, llegara a reprocharnos, alguna vez, que no pusimos todo nuestro empeño, durante su infancia, en mejorar, por ejemplo, su déficit de atención o su impulsividad, y que, a esas alturas de su vida, fuese demasiado tarde para recuperar los años perdidos durante su formación escolar.

Sin embargo, para no sentirnos responsables de sus fracasos o de su inadaptación al mundo que les rodea, es cierto tambien que podemos intervenir en exceso -a riesgo de caer en el extremo opuesto- y desviar nuestra mirada hacia un posible trastorno de la actitud o del comportamiento que, en realidad, no es más que una cortina de humo que impide ver sus auténticas cualidades.

Si una de las claves de la educación es descubrir cuáles son las aptitudes de los niños, lo que verdaderamente les interesa y les apasiona, o en definitiva, para lo que están mejor dotados, no cabe ninguna duda que los padres, los educadores y, desde luego, los médicos debemos ser muy cuidadosos a la hora de poner una etiqueta a un niño. Y, más aún, ojalá que el paso del tiempo no nos revele que era falsa.

Creo, sinceramente, que el mensaje de este vídeo va por ese camino, nada más y nada menos.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=yDhV4a4hPiE